04 agosto 2005

Lo siento


Cuando me empieza a ir bien normalmente me compro una caja de puros que, junto con el copete y los libros, es una de mis pocas aficciones. Me encanta pensar que estoy quemando algo de plata (los puros ni siquiera se aspiran, apenas se huelen y se siente el sabor en la boca), creo que quemarlos trae buena suerte y a la larga -espero- más plata.

Claro que no los compro siempre, solo cuando siento que tengo que darme un pequeño festejo bien porque me gané algún negocio o porque me estoy empezando a deprimir. Tampoco me gasto los 80 dólares que vale una caja de García y Vega ni los 100 o más que valen los Romeo y Julieta, habitualmente compraba unos colombianos marca Puyana, malísimos pero solo a 18 dólares la caja. Esta vez no encontré Puyanas pero habían otros colombianos marca Duque que valían lo mismo; tenían muy mal aspecto, bien negros y parecían hechos con tabaco de picadura. Sin embargo hace un rato me fumé uno y me llevé una grata sorpresa: se queman perfectamente, tienen un sabor y olor más que aceptable aunque sumamente fuertes, la Pilar es la que reclama después por el apestoso olor que me queda por todos lados.

En fin, recomiendo los puros y creo que son un excelente vicio, lo suficientemente caros para que no se conviertan en costumbre pero no tanto que te lleven a la ruina. Fumarse un puro solo, en la casa rodante frente a la playa es cosa de una hora más o menos, me permite parar un rato, ordenar las ideas o simplemente dejar la mente vagando por los más deliciosos senderos, ¡que dolce es el far niente!.

Pero esta entrada se está alargando demasiado y me prometí a mi mismo no escribir testamentos, otro día les cuento algunas cosas que se me ocurieron quemando mi primer Duque, ya es tarde y ahora me voy a dormir, no escribí nada interesante, lo siento.

5 comentarios:

  1. Los puros son algo especial, aunque no se comparan con la clase de una buena pipa. Sin mencionar las connotaciones freudianas, claro.

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  2. ¡Que freudianas ni nada!, Freud era un viejo depravado, mente sucia nomás.

    Mueran las pipas, vivan los habanos!

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  3. Don tomas...

    mir no he probado habanos.. pero los describes de tal forma que me dieron ganas...

    interesantes tus historias.. y muy agradabl encontrar estos escritos por aqui..

    ahhh si te enteraste ando con el tema de la campaña del condon.. date una vuelta por mi blog y ayuda un poco.. claro que aun con condon uno se puede infectar... con la maldición gitana por copiar y no citar la fuente..

    Cuidate.. nos leemos¡¡

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  4. Hola Serginho!
    Bueno gracias por visitarme porque yo también leo habitualmente tu blog.

    Lo bueno de los puros, a diferencia del picante cigarrillo- es que son lo suficientemente caros como para que lo aprecies bien cuando te fumas uno, es bien difícil enviciarse con los puros por el precio y especiales para darse un gusto de vez en cuando.

    Siempre es mejor ser aficionado que vicioso y creo que los tabacos (como le dicen los cubanos) son una buena aficción. Para vicios solo los que salen gratis jaja.

    Muy bien lo de la campaña del condón, he leído que al fin están importando expendedores automáticos, acá en Arica los venden en botillerías y en una estación de servicio, que son también buenas alternativas, porque comprar un condón en una farmacia apesta!!

    Adelante, pero con condones! colocaré una nota y el link en mis próximas entradas

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  5. amigos alguna vez me preguntaron que si fumar puros era placer de reyes y yo les conteste que no que era de dioses mi nombre es damaso vivo en mexico y fumo dede que fui a cuba exactamente hace 5 años ya prove los puyana de bucaramanga los cohiba de cuba los te amo de mexico y hasta los de costa rica pero nunca un maldito vulgar corriente cigarrillo contacteme al correo damasoel69@hotmail.com para tener amigos para platicar del tema personalmente los puros muy finos son mas fuertes pero he descubierto que los puros criollos en lo personal son tambien buenos

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"