01 septiembre 2005

Un título de prestigio



Anoche en el aeropuerto me encontré con un amigo de la Universidad de Tarapacá que me comentaba lo difícil que les resulta competir con las universidades privadas acusándolos de ser "un negocio que vende cartones", tener mínima infraestructura, no hacer investigación, bajar los niveles de exigencia y competir en términos desleales convalidando ramos de origen dudoso. Pero tengo amigos en universidades privadas que se defienden acusando a las públicas de mala calidad académica, despreocupación por la formación de los alumnos, burocracia y énfasis en el formalismo sobre la formación de calidad, currículum caducos inflados artificialmente. En fin, cada cual tiene lo suyo y en todas estas quejas hay algo o mucho de verdad.

Pero el caso es que, contrariamente a lo que se pensaba, los egresados de universidades privadas tienen igual aceptación en el mercado que aquellos de universidades públicas y el porcentaje de profesionales destacados se reparte en proporción similar, hoy no es una barrera de entrada provenir de una universidad privada y hay en cambio, muchos profesionales de universidades públicas de gran tamaño o reconocidas por su nivel de exigencia que no encuentran trabajo.

El método tradicional de evaluar en las universidades públicas -que es buena parte de lo que llaman su "nivel de excelencia"- se basa principalmente en la aplicación de pruebas escritas con problemas ficticios. Para resolver estos problemas se necesitan dos clases de habilidades: capacidad de memorizar y de resolver problemas complicados usando razonamiento lógico. El problema es que durante la vida profesional ninguna de estas dos capacidades resulta indispensable y otras habilidades requeridas como la claridad de expresión, de articular soluciones a problemas reales, el liderazgo y capacidad de trabajar en grupo, la responsabilidad, las relaciones humanas, etc. no son siquiera tocadas durante los años de formación.

Se supone que alguien con capacidad de resolver un intrincado problema físico, por extensión habrá desarrollado su cerebro y tendrá la capacidad para resolver los problemas normales de la vida laboral, pero la experiencia muestra que no es así y que muchos estudiantes brillantes terminan como malos profesionales.

Por eso yo no confío mucho en esas autocalificaciones de "excelencia académica", en el fondo es un problema creado por los propios estudiantes y sus padres que se ilusionan con que al obtener un "título de prestigio" su futuro estará asegurado. Tal vez antes fuera así pero ya no más, hay muchos cesantes de universidades prestigiosas y es cada día mayor la exigencia de capacidades reales a la hora de conseguir y mantener un trabajo.

El problema es la demanda, todavía quedan demasiados tontos que planean obtener un título de una universidad de prestigio con lo que su futuro quedariá asegurado, son un gran segmento del mercado y mientras existan las universidades públicas y privadas simplemente se acomodarán a esa demanda: venta de prestigio. Lo malo es que esos mismos tontos se andan quejando después de que tienen tres títulos, dos máster y no encuentran trabajo.

9 comentarios:

  1. Buen post mi estimado.
    Sobre lo de: "los privados encuentran trabajo", debo decir que si, principalmente a que provienen de clase social cercana al mundo profesional, que puede pagar esas Ues. Sin embargo, y este es mi aporte, es que esos alumnos, llevan un lenguaje nato distinto, un "roce" especial. Los de las Ues Trad, por capacidades no se quedan (son los de mejores puntajes en PSU), pero carecen(mos) de ese, como llamarle..."status"!, decidor, que les interesa mucho a los empresarios al momento de elegir a sus trabajadores, más que si saben Calculo u otra cosa.
    Saludos..

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  2. tu blog the hoy me hizo recordar una conversacion que tuve hace un par de dias atras con el presidente de una subdivision de mi empresa. Yo le pregunte cuales eran los "titulos" que ellos mas codiciaban en estos momentos y justamente me contesto lo que tu hablas: no buscan titulos pero capacidad que es medida con tests, entrevistas para determinar personalidades, etc. me dijo "a mi no me importa en absoluto el titulo de la persona, puede ser el aseador, pero si ese aseador me demuestra que puede hacer un buen trabajo y me cae bien, el esta "in". y creo que eso va a pasar eventualmente en chile, por necesidad. que saca una empresa con tener "titulos" de universidades privadas o publicas, no importa,si no tiene la buena capacidad para desarrollar negocios efectivos?

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  3. Hola Rubén, si puede ser lo de las relaciones sociales pero ten en cuenta que hoy por hoy las ues públicas cuestan lo mismo que las privadas y la cobertura del crédito fiscal es mísera. Si es por estrato social yo creo que los egresados de la Católica y la Chile son los más encopetados.

    Hola Anonimus: yo creo que con el tiempo la gente que entra se va a despabilar y en lugar de comprar prestigio va a exigir una formación más integral y más cercana a lo que el mercado necesita, está muy bien cálculo 2 pero también es necesario muchos más talleres y trabajos prácticos que ramos corta-cabeza.

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  4. Falta cultura técnica. Me explico: a las carreras técnicas de dos años entra puro perraje, lo que dejó la ola. Si hubiese una universidad que impartiese carreras de este tipo (¡y con posibilidades de continuación de estudios, por supuesto!) que hiciesen la pega bien (es decir, técnicos de PRIMER NIVEL) se solucionarían muchísimos problemas.

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  5. El problema es que no hay trabajo para técnicos, en la carrera por el prestigio lo único que quieren los técnicos es seguir estudiando y acumulando títulos, por lo demás en la vida real las funciones de un técnico y de un ingeniero son muy parecidas, el trabajo de campo de un ingeniero eléctrico, electrónico, químico, etc. es el mismo que el de un técnico aunque les duela reconocerlo los ingenieros SON técnicos. La diferencia es muy artificial y los años adicionales de estudio normalmente no aportan nada.

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  6. Que tal Tomás..
    Primera vez que leo tu blog, y sentí ganas de postear porque me pareció muy adecuado tu comentario. Es muy cierto lo que indicas respecto a las "ilusiones" que mucha gente tiene al entrar a una universidad tradicional, pero tampoco es menos cierto que siguen existiendo empresas que, viendo la U de la cual salieron, aplican un filtro inmediato, sin siquiera llamarlos a entrevista...

    Salu2

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  7. Más que empresas yo creo que son los tipos que deciden el reclutamiento, hay ene filtros y la mayoría son absurdos: por ejemplo algunos te eligen según religión (opus, legionarios, mormones, etc.), en otras partes según la apariencia y un montón de otras cosas.

    Al final pueden poner los requisitos de entrada que quieran pero la tendencia es a que los que se quedan tienen una serie de destrezas que no te enseñan en ninguna universidad. Por eso yo creo que es una ilusión toda esa compra de prestigio.

    ¡Gracias por vistarme y nos vemos en las news!

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  8. Estimado Tomás, muy interesante tu blog, llevo leyendo un par de días.

    Respecto a esta entrada, cuál es tú opinión hoy en día respecto a la diferencia entre Ues estatales y privadas? algo cambia luego de los errores cometidos por algunas privadas (U del Mar)?

    Saludos

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  9. Hola Rodrigo, creo que el caso de la Universidad del MAr es típico de la manera tonta y miope como la gente ve a las universidades. Hay que tener claro la distinción entre malos manejos económicos (por ejemplo no pagar sueldos ni previsión para en cambio retirar utilidades) con el asunto académico que es completamente aparte.

    En cuanto a lo académico yo creo que cada universidad debe tener la más absoluta libertad para diseñar sus programas y aplicarlos, nadie, aparte de los propios alumnos, puede criticar los programas y métodos.

    En teoría eso es así en Chile pero en la práctica existe un bullyng mediático, orquestado desde las universidades tradicionales (que por lo general son pésimas y están en crisi mucho peor que las privadas) que lleva a tomar decisiones desastrosas como fue el cierre de esa universidad. La solución en ese caso era el cambio de dueño y las sanciones legales por los malos manejo económicos.

    Un principio fundamental para tener buenas universidades es que exista diversidad y competencia. Hoy existe todo lo contrario: un ministerio que presiona por la uniformidad y un sistema completamente cerrado a la competencia. Por eso existen universidades tan -digamos- "descuidadas" en lo académico como la U del MAr, la U de la República,, la Bernardo Ohiggins y no nos engañemos, muchas universidades estatales que no quiero mencionar, que están capturadas por los más ladrones y mediocres de sus profesores.

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"Send me a postcard, drop me a line
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Will you still need me, will you still feed me
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