12 diciembre 2005

Paredismo y pirinchismo, son lo mismo


Y pasaron las elecciones, todo igual o peor, especialmente en los diputados regionales, una verguenza para Arica.

No puedo dejar de recordar los tiempos del ariqueñismo: Luis Valente, Santiago Arata, mi vecino Juan Guillén el mejor de todos, que se murió sin un peso en el bolsillo después de una vida dedicada a la ciudad.

La política está enferma de un a especie de cáncer que corrompe a todos los que entran, el paredismo en la izquierda, el pirinchismo en la derecha son dos caras de la misma moneda: audacia y poca verguenza, cara de palo, cero escrúpulos, creación de logias y camarillas. Nadie decente debe meterse en política si no quiere contraer paredismo o pirinchismo. Lástima que -lo mismo que el cáncer- todavía no se encuentra el remedio para estas enfermedades, al fin y al cabo a mi que me importa, que roben tranquilos.

Esta insólita preocupación por asuntos públicos me vino porque estoy terminando de leer "Argentinos" el entretenido libro de Jorge Lanatta que cuenta la historia de Argentina desde la llegada de los españoles hasta el siglo 18. Lástima que cerraron el ftp michel y no alcancé a bajar el segundo tomo que debe ser el más sabroso. El libro es más que nada periodísitico y tiene un divertido párrafo que muestra el horror que le tenían los primeros españoles al trabajo, miern esto:

En su ensayo El Gaucho, Emilio A. Coni escribe: "Ni bien desembarcaba un español en Indias, por más modesta que fuera su alcurnia, su primera preocupación era tener uno o varios sirvientes que le evitaran el menor esfuerzo físico, hasta el mínimo de ir a buscar un poco de agua para tomar". En un acta del Cabildo de 1590 en la que se discutieron los argumentos que el procurador Beltrán Hurtado expondría ante el Rey para mostrarle la pobreza de la tierra, los vecinos decían: "y ansí quedamos tan pobres y necesitados que no se puede encarecer más de que certificamos que aramos y cavamos con nuestras manos... y padecen tanta necesidad del que el agua que beben del río la traen sus propias mujeres e hijos... y sabido por cosa cierta que mujeres españolas nobles y de calidad por su mucha pobreza han ido a traer el agua que han de beber...".

Yo siempre he sido un promotor de la flojera y enemigo acérrimo del trabajo, pero jamás en el sentido hereditario o de alcurnia en que lo entendían los hidalgos españoles y que todavía lo sienten hoy muchos tontos que no tienen ni herencia ni alcurnia, el ocio puede ser un premio al ingenio o sacrificios anteriores pero nunca un derecho adquirido.

4 comentarios:

  1. Oye pelao lunático, te estai poniendo harto FOME ah?...ya ni dan ganas de leer aqui. Las mismas historias de siempre, los mismos links, comentarios de libros que ni leis.....¿que pasa pelado? necesitas mi ayuda para subirle el rating en esta web?

    Vén? vén?....yo les dije: Sin MI, este blog , se MUERE!!!, mucho mas entretenido es del www.topnews.cl , ese sí que dice cosas intersantes!

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  2. evaporate mosquito miserable, estoy muy ocupado para escuchar tus molestos zumbidos

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  3. Tomás, sigue adelante no más con tus polémicos artículos ya que si le haces caso a tus críticos corres el riesgo de convertirse en uno más de ellos ;)

    Saludos de tu amigo
    William

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  4. ¡convertirme en un GONZALEZ!
    ni muerto

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"Send me a postcard, drop me a line
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