19 marzo 2006

Siempre que el premio valga la pena


"El capitán Lawlence Chambers tenía que tomar una decisión rápidamente: permitir o no que una avioneta que transportaba a un oficial del ejército sudvietnamita y su familia aterrizaran en la cubierta del portaaviones. El mayor Bung Ly, su esposa y sus cinco hijos habían escapado en la avioneta de dos plazas al irrumpir las fuerzas comunistas en su suelo natal. En ese momento es USS Midway era su única esperanza.
Sin embargo, la cubierta estaba completamenten ocupada por helicópteros de combate, cada uno de los cuales valía millones de dólares. O la avioneta o varios de los helicópteros tendrían que hundirse en el mar de China. El capitán Chambers dió la orden y en seguida un grupo de marineros comenzó a empujar a toda prisa los helicópteros por la borda del portaaviones.

Chambers recordó posteriormente que uno de sus superiores de la flota le había aconsejado dejar que la avioneta amarase como pudiera y que luego intentara rescatar a los náufragos. Pero Chambers sabía que en la aeronave habían niños a bordo."

El impacto psicológico de la historia del capitán que botó muchos millones de dólares en armamento por salvar a una familia fue enorme y al final mucho más valioso que el costo de los helicópteros, fue una decisión brillante, que pudo haber arruinado a Chambers si hubiese terminado con la muerte de la familia. La avioneta (en la foto) se guarda en un museo naval y es el único caso en la historia de un aterrizaje perfecto de una nave sobrecargada en un portaaviones, sin usar cables de frenado, fue una proeza tambiérn del mayor Ly.

Para mi ese es el ejemplo clásico de la toma de un decisión difícil: existía más de una solución y el resultado final no se veía nada claro, ni siquiera la lógica o considerar cuidadosamente los pro y los contra ayudaba en este caso. La decisión se tomó con las tripas y corriendo un enorme riesgo: pudo haber significado el fin con deshonra de la carrera del Capitán si algo hubiese salido mal. La línea entre el genio y el estúpido es cada vez más fina a medida que la decisión es incierta e importante.

Tomar decisiones inciertas, no hay nada más importante y yo he dedicado muchos de mis años de ocio a pensar en el asunto. Para algunos vivir es como dejarse arrastrar por la corriente adonde la suerte los lleve y así buscan el camino del menor esfuerzo donde -en lo posible- otros toman las decisiones por ellos, me acuerdo que la mayoría de mis compañeros en la universidad soñaban con un departamentito, un auto y un trabajo seguro que les diera "para vivir decentemente" sin andar sometidos a presiones. Los trabajos menores de la administración pública, profesores, militares o burócratas de todo tipo encuentran ese ideal, basta con seguir las normas, hacer las cosas bien y podrán decir "no me quejo" porque tienen "platita poca pero segura".

Yo creo que es mejor arriesgarse, tomar el juego y apostar siempre que el premio valga la pena. Por eso me gusta esta historia y siempre la tengo presente. La había publicado y no se por qué se me borró, bueno, aquí la puse de nuevo.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"