06 mayo 2006

¡Que bombón!


Bueno, ya me tomé mi mate de coca y estoy cero kilómetros de nuevo, desaparecieron todos los malestares de la noche de excesos, bien por la hoja sagrada, no hay nada mejor para el dolor de estómago. Sigo escribiendo entonces porque mi mente vio la luz una vez más.

La foto que adjunto es para la nueva sección "bombones" para el deleite de los lectores masculinos, que partió con la Fabiola y ahora sigo con mi amiga Romanet, esta es una foto de cuando era linda, ¡que bombón! nada que ver con lo feucha que está ahora. Bueno, me acordé de la Roma a propósito que la otra noche viendo el programa de Góngora en la tele (se llama hora 25 o algo así) justo estaban pasando una sesión de fotrografías de Rodrigo Nuñez, donde la entrevistaron a ella y la otra modelo. ¿En que están pensando los buscatalentos de la tele que no contratan a esta chica? ¿están todos ciegos, digo yo?.

Hoy me puse a leer el blog de la fulerita donde mencionaba las críticas a la Reforma Procesal Penal (ella es abogada y su blog etá muy bien escrito), ya sé que hace poco coloqué algo de eso en "la puerta giratoria" pero creo que iban más insultos que argumentos. Como ya desahogé mi bronca a ver si puedo agregar ahora algunos argumentos.

Creo que el pecado original de la reforma es se diseñó desde una base de desconfianza, en una ideología centrada en que es necesario limitar los poderes de la policía y los jueces, porque el problema principal de la administración de justicia son los abusos de poder cometidos por ellos. Esta idea se colocó con mucha fuerza en la agenda pública con todos los medios de que disponía el estado: hubo operaciones psicológicas destinadas a meter en la opinión pública la idea que la justicia andaba mal por culpa de los jueces, policías y actuarios corruptos y que limitando sus poderes la administración de justicia mejoraría dramáticamente.

El diagnóstico era equivocado y prendió "como una chispa en la llanura seca" porque la gente siempre necesita un gran villano a quien culpar, en el fondo es el mismo mecanismo que usó Hitler para ganar popularidad culpando a los judíos, encontrando al gran villano se pueden obviar las verdaderas responsabilidades: la enorme escasez de tribunales, planta y presupuesto que tuvo el Poder Judicial durante siglos, alimentada por los mismos políticos que nunca tuvieron en mente tener jueces poderosos e independientes sino todo lo contrario.

Entonces llegamos a la actual reforma garantista que consiste en presumir inocencia a los acusados -perdón "imputados"- y a la vez presumir abuso y mala fe a jueces y policías. El razonamiento es más o menos así: ¿te gustaría que siendo inocente te metan preso? ¿no es lógico que se presuma por principio la inocencia de cualquier persona hasta que no se compruebe perfectamente lo contrario?.

Si partimos de la presunción de abuso de jueces, policías y de la inocencia de los imputados, llevando el argumento al extremo no sería posible ningún tipo de represión al delito. Si detienen a un delincuente infragantti ¿como se sabe que el policía no le está inventando el delito? ¿con que derecho le privan su libertad si no esta comprobado más allá de la palabra del policía?. Aquí hay un problema de fondo y es que sin un grado de confianza en la policía y la justicia estos servicios ni siquiera debieran existir. Tiene que existir la presunción de buena fé no solo para el delincuente, sino también para el sistema y esto se debe traducir en algunas cosas concretas:

El ser imputado es -de hecho- una presunción de culpabilidad, no de inocencia. El que alguien sea apresado por capricho o mala voluntad es la exepción más que la regla y por el contrario, lo normal es que se aprese a personas sobre las que hay indicios que han cometido delito. Eso debiera bastar por supuesto para privarlos de libertad, más todavía cuando la sospecha es por delitos graves o violentos. Pero como se parte de la base que los jueces abusan esta facultad se ha restringido al extremo con el resultado práctico que en ingenio criollo le puso un nombre: la trístemente célebre "puerta giratoria".

5 comentarios:

  1. La Puerta Giratoria no podría ser también una reacción negativa de aquellos jueces contrarios a la reforma procesal ?

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  2. Claro que no, y por varias razones:

    Con la reforma las facultades de los jueces se restringuieron enormemente: un juez amigo que trabaja en tribunal oral me comentaba que son prácticamente figuras decorativas porque el tipo que llega a juicio oral le tienen el paquete completamente armado entre la fiscalía y la policía; así la gran mayoría de los juicios terminan en condena porque el "verdadero" juicio lo hacen los fiscales y policías.

    Los jueces de gantía están absolutamente acotados a garantizar que se respeten todos los derechos de los investigados, sin excepción, aquí no hay cuestiones de criterio como la gente común suele creer: la obligación del Juez de Garantía es esa: verificar que se aplique cada una de las garantías y resquicios aplicables en favor de un acusado.

    Por eso los jueces de garantía son los cabeza de turco en todo esto y los políticos -en su extrema hipocresía- le echan la culpa del "mal criterio" que tienen de cumplir con su obligación (que de pasada si no lo hacen son sancionados)

    Finalmente ya no queda ni un solo juez "contrario" a la reforma, esos se fueron todos para afuera y los que quedan están obligados a apoyarla de la boca para afuera, aunque todos los actores del sistema en privado reconocen que es un enorme fracaso

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  3. También los que en sus inicios se opusieron al Auge ahora aplican diversos resquicios para que la reforma de salud fracase. Así el gobierno de la concertación se desprestigia y gana la oposición.

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  4. Por la puerta giratoria han pasado
    Zacharach y varios otros pederastas. Curiosamente no ha habido puerta giratoria para Lavanderos.

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  5. Anonimous 1: la teoríade la conspiración sobre los malvados "que hacen fracasar los planes del gobierno" no la compro, hay razones mucho más claras del fracaso: el diseño fue equivocado y el análisis basado en ideologías de escaso valor práctico y resentimiento personal.

    Anonimous 2: una golondrina no hace verano y es mucha MUCHA mayor la cantidad de los pelagatos que quedan impunes cada día que la de poderosos que se libran. Por lo demás tanto la libertad de Zacarach como la cárcel de Lavandero son dos muestras de correcta aplicación de justicia, que las penas sean bajas y las atenuantes muchas no es problema del Poder Judicial, en lo absoluto.

    El argumento de que "los poderosos salen libres y los pobres no" es completamente fuera de la realidad actual: hoy en día la mayoría salen libres, indiferente si tengan plata o no.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"