28 junio 2006

Los teléfonos


Si quieren saber como está el clima en Arica solo tienen que leer este humilde blog: cuando aparezco furioso y de mal genio, negativo, odioso y echando pestes contra alguien (como en mis últimas entradas) es porque amaneció nublado o me levanté muy temprano: ambas cosas me cortan la leche. Hoy brilla el sol y me levanté razonablemente tarde así es que ando lleno de paz, amor y buena onda, en este día me parezco a esos azucarados que aparecen a veces en la tele y que se ganan la vida haciéndole la pata a todo el mundo ¡buena onda, buena onda!.

Y eso que una falla de último minuto en el Colt me impidió sacarle la revisión técnica, otra vez al taller eléctrico, pero no todo son malas noticias, acabo de encontrarme por internet con una amiga de mis años en la ZOFRI ¡que buena! montones de recuerdos de los tiempos felices que no volverán.

Bueno, pero se supone que tengo que escribir todos los días de algo que -con suerte- pueda entretener o interesar a alguno de los que pasan por este templo del ocio, así es que aquí voy de nuevo.

Recién conversé con Lilian por teléfono y yo -que a estas alturas soy medio ancianito- me acordaba de lo que demoraba hacer una llamada de larga distancia en mis años mozos. No era llegar y llamar como es ahora, nada de eso, primero había que lograr el contacto con la operadora que -como tenían que atender a todo Chile- se demoraban un montón en contestar (los que hayan usado el 600-600-9000 sabrán de lo que hablo). La señorita nos tomaba el número y teníamos que esperar junto al teléfono que nos llamara de vuelta. Si la llamada era internacional esto podía demorar horas, lo que nos permitía hacernos una idea de lo lejos que nos encontrábamos físicamente.

Luego venía la conversación misma llena de gruñidos, ecos y toda clase de ruidos extraños, era como escuchar esas radios de onda corta y para que decir la plata que costaba el asunto ¡había que hablar todo abreviado!. Ahora si bien es más cómodo se perdió gran parte del encanto que tenía la maravilla de hablar con una persona en otro país ¡si me llegó al celular, tan clara como una llamada local!. De esos años arcaicos debe venir mi fobia de llamar por teléfono.

Bueno ¿que no iba a escribir sobre algo interesante? lo de los teléfonos lo sabe todo el mundo, así es que tengo que probar con otra cosa. Como estoy más flojo que de costumbre me limitaré a contarles alguna peripecia que nos pasó con mi primo estando en Miami el año 90. Resulta que era un fin de semana y andábamos aburridos como ostras (aunque algunos no lo crean, uno se puede aburrir en cualquier lugar del mundo), sin nada que hacer excepto mirar la estúpida tele y se nos ocurrió ir de excursión al barrio donde están los cines porno y los sex-bars, total, con un poco de suerte hasta podríamos encontrar a Farraw Fawcett aburrida buscando minos.

Creo que el 90 fue el año más peligroso en Miami para los turistas, habían asesinatos casi todos los días, tiroteos callejeros y todo eso y a nosotros nos habían advertido que ni por broma fuéramos a esos barrios y que si nos encontrábamos con un morocho nunca, pero nunca jamás dijeramos la palabra "negro", eso había sido sentencia de muerte para muchos.

La cosa es que llegamos a la zona triple X y ni una sola mina, pero estaba repleto de oscuros amigos llenos de piercing y tatuajes que, para esos años se veían escalofriantes. Entonces a mi primo se le ocurre una idea genial y me dice a toda boca "oye, te hai fijado la cantidad de teléfonos que hay por este barrio, está lleno", "claro, mira ese medio teléfono" y así conversábamos libremente de los teléfonos mientras nuestros jóvenes amigos no se daban cuenta de nada porque seguramente nacieron mucho después que los teléfonos dejaran de ser negros. Igual no se como salimos vivos esa vez, a los pocos meses a unos amigos chilenos que vivían allá le balearon al hijo de 20 años en una disco de esa misma zona R.I.P. Ese barrio era como la casa del terror, recuerdo que entramos a un strip bar y habían puros fenómenos, a mi primo se le ocurre decir "que distinguida concurrencia", ese mismo lacónico comentario se convirtió en chiste interno cada vez que andábamos en algún lugar extraordinariamente siniestro.

En esos años la criminalidad en Miami era parecida al problema de hoy en Santiago, leyes blandas y la calle repleta de delincuentes, nosotros siempre íbamos a comprar a un minimarket en Collins St. cerquita del departamento y el guardia de seguridad era un viejito de más de 70 años que daba el aspecto de que uno lo soplaba y se iba de espaldas, como me hice amigo de la cajera un día le pregunté que como podían confiar la seguridad a ese ancianito y me dijo "no te equivoques chico, que el viejito es veterano de Corea y ha matado más chinos que mujeres tu te has llevao a la cama, fijate la Uzi que lleva y te aseguro que la sabe usar, además tiene un tremendo seguro y dice que prefiere morir en un tiroteo antes que en el hospital, acá todos le tienen miedo y ningún jebe se le acerca". Me hizo mucha gracia el sentido práctico de los gringos y le encontré toda la razón al viejo, a medida que yo vea acercarse la pelada creo que me voy a poner cada día más arriesgado, total, aparte de la vida nada se pierde.

4 comentarios:

  1. el otro dia conversabamos con mi vieja de nuestras idas a miami a principios de los 90 ( ya veras como me acuerdo)... lo icerto es que me inspiro para unos trabajos...

    south beach callendose a pedasos
    el degradé tipo rosao morao
    las guayaberas
    los tipos musculosos y las minas en esos trajebaños gigantes!! que poco tienen que ver con el actual "CORALE" (como diria pato laguna)...

    Mi sueño sin duda seria haber vivido en el "vice city" a mediados de los 80 y principios de los 90.
    aunque no pierdo la esperanza de hacerlo algun dia.
    la verdad es que es uno de los lugares en los que he estado que mas me llaman la atencion...

    hay trbaajos para estudiantes onda work & travel... y con mis amigos queremos irnos a los centros de ski, pero la verdad es que irme a cagar de frio por tres meses (y a skiar que es estrenido pero mmm!)...
    prefiero irme a southbeach a trabajar a un hotel, o a LA... comprarme una bici (como las que a mi me gustan) y dar mucho jugo !!

    saludos

    ResponderBorrar
  2. A Miami yo creo que le hicieron muy bien los cubanos, no hay lugar más calido y amable para un latino que esa ciudad donde nadie habla inglés. Una vez íbamos en el ascensor con mi primo y un típico gringo jubilado: un viejito colorado, rucio y de ojos claros y yo le digo a mi primo en broma "ya estás hablando como cubano ácere" y el viejito nos mira, se rie y dice "si, en verdad que los cubanos hablamos muy mal es español" ¡plop!

    ResponderBorrar
  3. Tomas, si no quieres que se acerque
    la pelada, tendrias que peinarte SIN mirarte al espejo...!

    Yo lo "practico" desde hace poco y da resultados. No veo por ningun lado la pelada.

    Fco. Jurado
    Humble, Texas

    ResponderBorrar
  4. No se si te pasará lo mismo pero a medida que me voy quedando cabeza de rodilla más me cuesta peinarme ¡no me puedo peinar de memoria!. Al revés de lo que cree la gente mientras menos mechas van quedando más cuesta hacerse la partidura

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"