13 octubre 2006

La receta del crecimiento

Hace unos tres o cuatro años atras, no recuerdo bien pero antes de toda esta hype acerca de los emprendedores, con Daniel Viera hicimos un curso en la Universidad de Tarapacá dirigido a pequeños empresarios. La idea era simple, tomar a gente que ya estaba trabajando en algún pequeño negocio y entregarle elementos de administración, marketing, finanzas y todas esas cosas que se enseñan en la universidad pero de manera exprimida, sacando toda la grasa y dejando solo lo que tuviera algún valor práctico e inmediato para ellos.

De allí salió nuestro Manual del Pequeño Empresario que debía ser una especie de ayuda memoria acerca de los temas tratados. El curso no era con las tradicionales clases sino que en cada sesión había un conferencista que daba una charla sobre su especialidad; teníamos gente muy buena, profesores, decanos y empresarios exitosos, luego de la charla -que era por videoconferencia- hacíamos un panel en el lugar, donde yo lo moderaba y entre todos compartíamos experiencias sacando conclusiones.

Lo políticamente correcto sería decir que el curso fue muy bueno y que todos ganaron mucho con él, pero en realidad no fue así. Si bien cuando terminamos todos estaban muy contentos y animosos, Arica es un lugar pequeño y a veces me ha tocado encontrarme con los alumnos, lo que me ha permitido ver como todo el asunto no les sirvió mucho que digamos. Creo que el que más aprendió en todo ese invento fuí yo mismo y quiero compartir algunas cosas de las que me pude dar cuenta a partir de esa experiencia.

Primero me pude hacer una idea muy clara del perfil de los pequeños empresarios: teníamos de todo: un fabricante de ropa industrial, el dueño de una maestranza metalmecánica, un productor agrícola de productos naturales, la dueña de un centro de estética, varios comerciantes, en fin, unas 50 personas de distintos rubros de la microempresa. Todos llegaron con mucho entusiasmo y siguieron las sesiones con aplicación, pero creo que había un malentendido fundamental entre lo que nosotros enseñamos y lo que ellos esperaban aprender.

Todos tenían su negocio andando, algunos bien y otros no tanto, pero lo que todos buscaban era crecer, iban a la universidad a que los profesores le dieran la receta para crecer. El problema es que no existe tal receta, si los profesores la supieran tendrían su propia empresa en lugar de estar dando clases, el crecimiento se produce cuando se toma una decisión exitosa en una situación incierta, mientras más incierta es la situación por lo general hay más ganancia y crecimiento. Ni siquiera el empresario más exitoso puede dar la receta porque el secreto para crecer -si existiera- consistiría en tener una bola de cristal que muestre el futuro.

Claro que les podíamos enseñar a promocionar mejor sus productos, a no gastar más de lo que ganan, a usar la plata del crédito en cosas productivas, etc. pero el secreto del crecimiento, que es la esencia del negocio es algo que nadie les puede enseñar, tal como no se puede enseñar a hacerse millonario jugando a la lotería. En un negocio no hay reglas ni recetas, ni decisiones correctas o incorrectas, solo hay éxito o fracaso según la especulación haya acertado o no. Eso es lo esencial.

Este no es un asunto trivial como parece porque afecta a las bases de como vemos las cosas, el juego, los negocios y en general las decisiones de la vida son parecidas, cuando alguien toma demasiado riesgo la gente "sensata" dice que es un loco y se alegra secretamente al verlo fracasar: el orden, la prudencia que nos enseñan desde chicos se impone. Pero no siempre, a veces un gran riesgo, un filete, resulta exitoso y los éxitos importantes jamás vienen de los precavidos.

Por eso yo miro con simpatía a los locos, hay que cuidar a los locos porque de allí viene todo lo que realmente vale la pena. Solo fíjense que de los últimos premios Nobel de economía, muchos se relacionan con trabajos sobre la teoría de juegos. Hay que jugar y hay que arriesgar de vez en cuando, a menos que nuestro sueño se limite a ser chupatintas asalariados por siempre jamás.

15 comentarios:

  1. Rengo, 7:50 am.Mmmm; amanecí de mala pues tengo mucha pega hoy, así que si se me sale algo desagradable salta al otro comentario.
    No necesariamente los profesores se van a botar a empresarios, dele con la cosa de que el que enseña es porque no puede otra cosa. Yo lloro y peno por enseñar. Me encantaría ya olvidarme del mundo e irme a las Aulas, que llevo más de 30 años aprendiendo una parvada de cosas que me siento en capacidad de integrar. Por mientras he sido todo lo precavido que he podido ser, desde el tema del matrimonio (sin perjuicio de estar enamorado hasta las patas) hasta el de los hijos (que son la raja; mejores que yo que siempre fui un latero), pasando por la plata y por las amistades. No por nada en la Universidad algunos amigos me decían "el asegurado".
    Con todo, cuando se me dieron algunas oportunidades que se cruzaron con algunas grandes pérdidas personales en el 1998 hasta el 2004, simplemente las tomé sin abarcar demasiado para no marearme, y las cosas hasta aquí han andado mucho mejor de lo que esperaba ("gratamente sorprendido" como diría mi viejo).
    Estimado Tombrad, el tema del emprendimiento como máxima moral de la vida me tiene las "quetejeidis" bastante grandes. Me recuerda la televisión cuando en los programas de conversación terminan hablando siempre de la actuación, y me recuerda internet cuando siempre se termina conversando del impacto de la red en la vida de los demás.
    La sociedad es monotemática. Y si me equivoco no importa nada, y tanto mejor pues eso significará que hartos tienen la razón y un solo pelafustán se equivoca.
    Este país es de bipolares; todos emprenden, todos estatizan, todos plantan Kiwi, todos construyen Caracoles a la Guggenheim de F.L Wright para que se instalen verdulerías y peluquerías, y así. Pero de variedad de opciones NADA; todo lo mismo.
    No obstante, pasa un buen fin de semana, que el mío se viene bueno, con una entrevista en la radio para partir.
    Shaolín.

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  2. Te encuentro razón en que es ridículo eso de pretender que todos los chilenos nos vamos a convertir en plantadores de kiwis (muy buena imagen). Los empresarios siempre van a ser minoría porque -entre otras cosas- son mucho menos necesarios que los asalariados la necesidad debe estar en proporción de 100 a 1 o más.

    Pero yo iba a otra cosa y es que mucha gente que se decide y se dedica a trabajar por riesgo propio, no se dan cuenta de cual es el costo y suponen -equivocadamente- que para tener éxito con una empresa basta con "hacer bien las cosas".

    Más que beatificar a la actividad empresarial (emprendimiento le llama ahora la nueva izquierda, que le tiene fobia a la palabra "empresario") mi punto es que los que escogen ese camino deben darse cuenta que el riesgo y el juego son la esencia de lo que hacen deben dejar de pensar que hay recetas o una manera correcta y otra incorrecta, en el juego de la empresa todo vale porque la ganancia premia al riesgo y lo improbable.

    Si alguien quiere seguir el camino de menos riesgo o le da miedo fracasar mejor que trabaje asalariado y le pase el riesgo a un real empresario. A eso iba, a que lo fundamental de hacer negocios es algo que no tiene recetas ni se puede enseñar es puro tufómetro.

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  3. A propósito ¿y que diablos hago yo levantado a esta hora? (8:50 AM).

    Un fuerte temblor me despertó temprano maldita sea!

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  4. ...Me estaba preguntando lo mismo.

    No podís ser así.

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  5. Ya me voy a meter al sobre de nuevo, altiro, hace un calor de diablos pero con la reputación no se juega...

    Después voy a andar por el centro y me van a señalar con el dedo "ahí va ese...el que se levanta temprano"

    Por la moral por la moral por la moral!

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  6. Tomas - todavia estas online? Paso algo en Arica con el temblor?
    Saludos

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  7. Hola Lilian, ya estoy operativo de nuevo. No pasó nada, ni siquiera un susto, debe haber sido grado 3-4, nada más. Un mini-sismo...

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  8. ahora se va a caer la camper por el cerro. ua piedra gracias al sismo le va a caer encima

    ñacañaca

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  9. Bah está firme como una roca. Ahora ni el tsunami la bota!

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  10. No hay que ver el emprendimiento sólo como actividad empresarial. También se es emprendedor coordinando actividades sociales, liderando un proyecto cualquiera, organizando un evento deportivo, etc. Emprender algo significa desarrollar la capacidad de liderar alguna acción para que ésta se concrete.

    Hasta los políticos son buenos emprendedores en el sentido de que logran motivar y convencer a la "chusma insconciente" para que voten por ellos, sólo en base a su carisma. También algunos cantantes que cantan pésimo, pero la masa los adora.

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  11. Tienes razón, por eso no me gusta la palabra "emprendimiento" o "emprendedores" porque es una muleta que cubre prácticamente cualquier cosa. Es de esos comodines como "pueblo" "amor" o "patria" de amplio espectro que sirven para todo porque dicen muy poco. ¿Un poeta es un emprendedor? claro también un (puaj) político o un ladrón de gallinas que también tiene su propio emprendimiento y así suma y sigue.

    A mi me interesa mucho más el asunto económico. Lo que hace la gente para ganarse la vida no es en absoluto un asunto trivial y muchas cosas supuestamente idealistas como políticos, poetas, y otras no tanto como el ladrón de gallinas son en el fondo coberturas que se usan para esconder el real propósito que es juntar piticlines. Eso del amor al servicio público es una de las mulas más apestosas que conozco.

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  12. Sera que todavia creo en el Viejito Pascuero? pero pienso que todavia hay gente que hace cosas por la motivacion del bien publico ... Por ejemplo el tipo de la India que acaba de ganar el Premio Nobel de la Paz. El era un profesor universitario que vivia una vida muy comoda, quien durante un periodo de hambruna muy grande en los anhos 70's, se le ocurrio prestar dinero a varias personas para que emprendieran un negocio. Todo lo que se necesitaba para ayudar a este grupo de necesitados eran US$27 pero los bancos no querian arriesgarse a prestarles dinero a gente tan pobre y mas encima mujeres pobres. El resto de la historia, me imagino que tu la conoces ya que se estudia en clases de economia y tambien ahora ultimo se ha publicado en los diarios. Despues del exito que tuvo con la ayuda a microempresarios, idea que se ha copiado a nivel mundial, ahora esta pensando en un sistema similar para venderles comida buena a precios baratisimos a los niveles socio-economicos mas bajos de la sociedad.

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  13. Pero claro que existen otras motivaciones aparte de la plata, no en la supuesta "vocación de servicio" de los políticos, sino de mucha gente común que se dedica a la filantropía porque le place. Bill Gates es uno de los mayores filántropos que existen y así hay muchos otros casos.

    Pero ese no era mi punto ni mi interés al hablar de empresarios. Fíjate que los filántropos son normalmente personas que tienen su problema económico bien resuelto como el propio Mohammad Younnis y tantos otros.

    A todo esto yo no le veo tanta gracia a la filantropía, es un hobby tal como coleccionar estampillas o cosas por el estilo ¡si yo mismo -el rey de los egoístas- hago un montón de cosas gratis!

    El problema es otro: que la mayoría, la inmensa mayoría diría yo, de las personas del mundo no estiman tener su problema económico resuelto, y abordan esta situación de diferentes maneras: bien buscando la seguridad de asalariados o el riesgo de hacer empresa.

    Mi entrada se refería a estos últimos y a como muchas veces tienen una percepción equivocada de lo que están haciendo, al creer que basta "hacer lo correcto" para crecer y ganar plata.

    Pero "hacer lo correcto" no implica que exista una manera correcta de hacer las cosas, sino simplemente tener un buen resultado, al que se puede llegar por muchas vías diferentes.

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  14. Don Tomas:
    Soy un pésimo e imperfecto Lector (afortunadamente) por lo que no te leo mucho.
    Que quieres que te diga? ademas soy depresivo, por lo que no tengo esperanzas que cambies
    La gran alegría que tengo, es saber que estas muy lejos, y la gran pena, que los atacameños te tengan que soportar
    Trata de morirte rápido, para que este planeta se descontamine un poco.

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  15. Me quieren...

    (Silvio Rodríguez)

    I
    Me quieren enterrar los asesinos,
    las comidas con sal y los espejos.
    Ya me han querido sepultar los viejos
    y algún que otro brioso nuevo pino.

    Me quieren enterrar donde adivino
    -siempre quisieron ocultarme lejos-.
    Objeto de los fúnebres cortejos,
    ayer u hoy, parece mi destino.

    Ahórrense cumplidos y sudores,
    pronósticos de ingenio o decadencia;
    llevo mil años con enterradores

    y sé de sus señuelos y ocurrencias.
    Quien necesite hundirme entre las flores
    sólo precisa un poco de paciencia.

    II

    Me quieren enterrar los homenajes
    y ciertas melindrosas señoritas.
    ¿Por qué será que alguien necesita
    ponerme velas, mandarme de viaje?

    ¿No se dan cuenta de que tal pasaje
    le va mejor a la esperanza rota,
    al sonido pulsado que se agota,
    al arlequín consumidor del herraje?

    Tiñosas, lagartijas, esperpentos,
    aburridos batracios y loqueros.
    aún corre la sangre en mi instrumento,

    solavaya, aves de malagüero.
    Mundo feroz, lo digo en juramento:
    enterrarme le va a roncar el cuero.

    jaja llegué a las 9 AM a la casa y tengo caleta de sueño, buenos días, depresivo.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"