El tio Arturo

No conocí personalmente a mi tío Arturo Pérez Labra, pero le tengo mucha simpatía y como dicen que es milagroso, me acuerdo de él cuando necesito algo o si estoy en un apuro. Conozco muchas anécdotas de su vida que me hacen pensar que era un tipo muy fuera de lo común.

Un cura ambicioso y muy simpático según quienes lo conocieron, llegó alto en la jerarquía católica y murió millonario producto de grandes herencias dejadas a su nombre por sus feligresas. Solo recuerdo el día de su muerte en 1960 cuando fuimos todos con gran expectación a la lectura del testamento porque mi mamá y sus tres hermanas eran las herederas directas.

Creo que puso algo así como "a mis sobrinas las desheredo por yeguas" y toda su fortuna fué para obras de caridad, en todo caso nos dejó una pequeña suma que la hicimos desaparecer ese mismo día con el estilo característico de mi mamá: fuimos al Chez Henri a comer langosta, luego a uno de los primeros supermercados de Santiago (el Pre-Unic de calle Puente) y mi mamá nos dijo, "ya niños, compren lo que quieran".

Repletamos un par de carros con puras cosas inútiles y al final del día estábamos comiendo palmitos en conserva y duraznos al jugo, la comida nos duró como una semana al cabo de la cual ya éramos tan pobres como siempre. Los dos únicos bienes de capital que compramos fueron unos guantes para mí y un gorro con orejeras. Cuando se trataba de gastar mi madre tenía gran estilo.

Por supuesto que mi mamá detestaba a mi tío, y no era la única porque tenía un hermano abogado y masón Ignacio Pérez Labra, con quien no cruzaron palabra durante toda su vida adulta. Ignacio escribió un libro escandaloso dedicado a su hermano que fué prohibido en Chile, me contaba mi mamá que el tío Ignacio era vegetariano estricto, seco y pesado como pocos, pasaba largas temporadas comiendo solo uvas y -como era de esperar- murió joven de un ataque.

En fin, un saludo desde este valle de lágrimas para mi tío Arturo, que lo debe estar pasando en grande en el cielo. Siempre es bueno tener alguien con influencias al lado del Jefe ya que si no puedo entrar por la puerta me podría pasar por la ventana, y si se acuerda de su sobrino-nieto, muerto de hambre, y se tira algún milagrito de vez en cuando, se lo agradecería muchísimo.

Hoy fué un día perdido en términos económicos, una fuente de financiamiento para mi proyecto se fue al diablo por razones ajenas a mi voluntad así es que mañana miartes me tomaré un descanso y creo que el mièrcoles también. Si Dios quiere darme ya sabe donde vivo, Las Codornices 1520, Arica, pero que por favor se aparezca después de almuerzo porque estos días me voy a levantar tarde.

El jueves y viernes llegará un amigo de England -God Save the Queen!- iremos a conocer el centro de emprendimiento de la universidad y me amenazó con invitarme unas cuantas cervezas, o sea tendré en que entretenerme, por ahora mejor me voy a dormir. Buenas noches.