El festejo de fiestas patrias

Como ustedes saben los peruanos son campeones para festejar, y anoche tuvimos la comida de Fiestas Patrias donde estuvo la oficina en pleno con Fernando y todos los supervisores, asistentes, secretaria, administrativos, en fin, todos comiendo y tomando como procede, lástima que me tuve que ir temprano pero igual la pasé de primera. Algunas fotos del festejo las pueden ver aquí.

Como suele ocurrir todos empezamos muy compuestos y educaditos, pero a las 7 u 8 jarras de vino ya se había armado el jolgorio. El 29 de Agosto es el día de Tacna y dicen que ese es todavía mejor. Como pueden ver estoy flaco porque camino mucho y con unas ojeras que me llegan al suelo por las levantadas temprano, pero aunque fuera solo por las celebraciones ya vale la pena el sacrificio.

Estuvimos en el restaurant de un amigo que se llama Tacna Mía, recién abierto, que tiene especialidad en comidas criollas. Yo me comí de entrada un plato de tamales con cebolla morada y de segundo un gran plato de chicharrón de chancho con cancha, papas doradas, camote y cebolla morada. Perdí la cuenta de las jarras de vino de chacra que nos tomamos, aunque parezca increíble al día siguiente no me hizo absolutamente nada, ni dolor de cabeza, lipiria ni caña mala ¡nada!. Si alguna vez van a Tacna el restaurante queda a la entrada de Pocollay, enfrente de un colegio, está recién comenzando, nosotros lo inauguramos.

Obviamente que la cosa no podía quedar allí nomás así es que fuimos a rematar con unas cervezas cusqueñas, la marca insignia del Perú, a medida que se me hacía tarde me iba preocupando de no encontrar taxi de vuelta así es que me tuve que volver -con dolor de mi alma- cerca de las 12, para la próxima ves será. Ahora me tocó feriado y no vuelvo al duro laburo hasta el miércoles, que vaina pé. Ya conseguí el permiso para firmar contratos en Migraciones y luego de eso tengo que sacar la visa de negocios y quedo listo.

Es increíble el cambio que se ha producido en los servicios públicos del Perú en unos pocos años. Antes, ir a la SUNAT (oficina de impuestos) o a Migraciones era una aventura escalofriante, donde una cadena de funcionarios se encargaban de poner toda clase de problemas con el objetivo de cobrar una coima, ahora la situación es completamente distinta, la gente es amable y expedita para atender, siempre buscan una solución. Me tocó verlo en Migraciones, Sunat y Ministerio del Trabajo donde es fácil hablar con los jefes y la atención es muy profesional. Otro signo de los nuevos tiempos es que están comenzando a dar boletas de compraventa, anoche cuando consumimos las cervezas en el centro nos dieron boleta y todos estábamos asombrados, también he visto por primera vez negocios clausurados por SUNAT por asunto de impuestos. El Perú se está poniendo serio, ojalá que no se pongan demasiado serios nomás.

Y así pasan los días, la vida se repite y lo que hago ahora me recuerda mucho a cuando comenzé a trabajar en la Zona Franca de Iquique y estuve años viajando entre Arica e Iquique todas las semanas, es muy parecido a los años ochentas, buenos amigos y un lugar lleno de posibilidades, seguro que en unos años más voy a recordar con nostalgia y cariño esta etapa tacneña de mi aporreada vida.