11 octubre 2008

El toque de la muerte

Un capítulo más de esa ópera bufa, en que se transformó el segundo período del alcalde Carlos Valcarce. Anteayer terminó el juicio donde se determinó que era culpable pero quedaba absuelto. Me imagino la escena mientras la jueza leía la sentencia:

"La actividad desplegada concertadamente entre los tres sujeros activos (el Alcalde Valcarce, guatón Camán y Navarrete quienes seguramente pensaban "me cociné" mientras escuchaban la fatídica palabra "concertadamente") causó perjuicio económico al erario público por un monto superior a las 400 UTM (ouch! deben haber pensado). El hecho señalado constituye respecto de Valcarce un delito de defraudación fiscal (¡ay mamitaaa!) sancionado en el artículo 239 del Código Penal y respecto de los acusados Herrera y Navarrete, un delito de estafa (uhhh) tipificado en el artículo 468 y sancionado en el artículo 467".

Me imagino especialmente a Valcarce, como le correría la gota mientras la jueza pronunciaba estas palabras que lo dejaban sin poder participar en política por el resto de su vida. Como dijeron de la Provoste "le cortaban las manos". Pero la jueza no había terminado de leer porque siguio diciendo que el Tribunal liberaba en forma unánime a cada uno de los imputados de los cargos que se les hacían "No obstante haberse demostrado a través de la prueba rendida la existencia de los delitos y la responsabilidad que en ellos le cupo a los tres acusados y coincidiendo principalmente con la tesis de la defensa de Carlos Valcarce, el Tribunal por votación unánime ha decidido absolver a cada uno de los cargos" explicando que la acusación original había sido poco precisa y atentaba contra los derechos humanos de los denunciados.

Pienso como les habrá vuelto el alma al cuerpo a esos pobres cristianos. En verdad me alegro porque siento mucha simpatía al alcalde Valcarce y al guatón Camán (a Navarrete ni lo conozco). Las juezas, cual moderno Salomón se las arreglaron para dejar medianamente contentos a todos con un fallo de Ripley: Valcarce puede seguir intentando la carrera política y Paredes consiguió que se dijera que era culpable de fraude al fisco. Que tal fallo.

Como si fuera poca la chacota después de leída la sentencia le preguntaron a Valcarce que pensaba de que lo hubiesen declarado culpable, su respuesta de antología "El fallo dice que los delitos existieron, pero cuando un delito existe tiene que comprobarse que exista y por lo tanto si usted quiere tomar ese punto de vista tómelo como usted estime conveniente, porque yo hablo la verdad y mi conciencia la tengo tranquila" ¿Que tal?, en fin, como ya dije me alegro que no le hayan cortado las manos pero me encantaría que no siguiera en la política, es una buena persona pero el servicio público le ha hecho demasiado mal, ojalá se dedique a otra cosa mientras esté a tiempo de retirarse más o menos dignamente.

Y pensar que empezó tan bien, las playas impecables -guatón Camán mediante, jamás lo ví trabajar tanto- aseo y ornato pasó a ser de primera importancia, se llenó de nuevas áreas verdes y hasta nos ilusionamos con un montón de palmeras tropicales, aunque la mayoría se secó al poco tiempo, como si fuera un presagio de lo que venía. Luego empezaron a aparecer los asesores y todo se fue descomponiendo. A mi me echaron, cuando hacía la web municipal, justamente a principios del segundo período, después la municipalidad se puso como una película de Fellini.

Me acuerdo la noche que salió electo por primera vez, después de la gran celebración donde le ganó a Paredes, yo estaba con el Rucha en El Dinámico y allí apareció a comerse un churrasco. Le comenté en broma que ojalá que no lo echara a perder la fama. Dicho y hecho, debo tener el toque de la muerte porque a las dos personas que les he dicho esa broma les ha ido muy mal.

Es muy curioso, porque ahora que me acuerdo, hace pocos días atrás otra vez fuimos con el Rucha a El Dinámico y estaba Nino Bartolu, el probable próximo alcalde de Arica, pero ahora si que me quedé calladito. Después estábamos almorzando con Fernando y Mónica en la Picada del Muertito y de nuevo lo encontramos, solo nos saludamos y me abstuve de comentar nada, solo desearle suerte. No quiero probar el toque de la muerte por tercera vez.

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