08 diciembre 2008

No hay ateos en las trincheras


Hoy fue la fiesta chica de la Virgen de las Peñas, un evento típicamente ariqueño que se viene celebrando todos los años desde alguna fecha del siglo 18 hasta hoy, leo en el excelente relato del doctor Renato Aguirre:

Por lo que se dice, puede suponerse que la Virgen se apareció entre Humagata y Livilcar y que un santuario le fue construido en algún momento después de 1650. Esta Virgen en particular, según me contó un peruano, venía del norte (aunque otra versión la hace provenir de Bolivia). Primero se estableció en un pueblo donde no le prestaban suficiente atención. Entonces se fue más al sur, pero un terremoto o algo parecido hizo que la gente no tuviera tiempo para ella así es que se fue más al sur todavía y tal vez fue entonces cuando espantó al reptil asechador de pastorcillas y aquí se quedó.

Si lo que quería era atención del público, ¡vaya si lo consiguió!. Desde que en el siglo XVII se establecieron las fiestas en su honor, ha atraído continuamente a miles de visitantes. Habiendo antes habitado tierras que hoy son peruanas, un gran porcentaje de fieles son de esa nacionalidad. Su fiesta se lleva a cabo los todos los primeros domingos de octubre y todos los 8 de diciembre y recibe unas 20-50.000 visitas cada año. Las fiestas incluyen los típicos bailes andinos, ejecutados por grupos organizados. Los bailarines, que invierten mucho tiempo preparándose, ensayando y arreglando sus elaboradas vestimentas, dicen que, teniendo un cuerpo además del alma, sienten la necesidad de expresar una manifestación corporal de su Fe
.

Debe haber sido en 1980 la primera vez que fuí a la fiesta, estábamos en segundo año de la universidad y había empezado la carnicería con los cursos más difíciles. Mi compañero el Matute había reprobado un ramo por segunda oportunidad así es que había perdido la carrera, pero le dieron la oportunidad de un examen en marzo del año siguiente. Matute siempre fue un tipo muy práctico y pensó que aunque se matara estudiando sus probablilidades serían muy pocas, además iba a pasar encerrado todas las vacaciones, lo que realmente necesitaba era un milagro.

Entonces me dijo que pensaba ir hasta las Peñas sin zapatos y me invitó a que lo acompañara, nunca habíamos ido y pensamos que sería una bonita aventura los 10 kilómetros que hay que caminar subiendo y bajando cerros para llegar y otros 10 para devolverse. Si hubiese sabido como era seguramente no lo habría hecho, la cosa es que llegó allá con los pies destrozados y consiguió su milagro, porque en marzo aprobó el exámen sin haber estudiado nada.

Siempre he asociado Las Peñas con mi amistad con el Matute, que seguramente fué mi mejor amigo en los años de universidad, muchos años después el vivía en Puerto Montt, ya casado vino con toda su familia, debe haber sido en el 2003 más o menos y para allá nos fuimos de nuevo. Esta vez yo llevaba unos bototos militares que se rompieron en el camino y fuí yo el que llegué de vuelta con los pies hechos puré. Hace unos días me llamó para decirme que pensaba venir este año, pero arrugó y yo me quedé con las ganas de ir de nuevo.

Por esos años también a mi querida suegra le empezaron a aparecer unos bultos por el cuello y la espalda, diagnóstico: linfoma no-Hodkings que es una forma de cáncer a los ganglios. Se lo tomó con calma mientras en el hospital público le hacían una desagradable quimioterapia, hasta esos años ella también iba cada año a Las Peñas y con quimioterapia y todo no faltó. A mediados del año siguiente el cáncer había desaparecido completamente. 

Dos viajes milagrosos. Claro que a mi no me resulta, cuando tuve la oportunidad de conseguir mi trabajo soñado fuí a pedirle a la Virgen que me echara una manito, pero al parecer consideró que me las podía arreglar solo, porque del trabajo nunca más se supo dejándome con casi dos años de sucesivas desilusiones. En fin, no todo lo que se quiere se puede.

La Virgen de las Peñas es una de las tradiciones más ariqueñas que existen y también tiene muchísimos devotos en el Perú, en Tacna todos la conocen y Lissete, nuestra joven arquitecta, fue para la fiesta grande en noviembre y andivo varios días andando como Don Goyo. Lástima que me quedé con las ganas de ir este año, para otra vez será.


Del primer viaje con el Matute solo me queda una vieja foto en papel que no sé por donde habrá quedado. En fin, como pueden ver hasta un satánico como yo tiene sus devociones en algún lugar del corazoncito, "There are no atheists in the trenches".

3 comentarios:

  1. pucha ganas tengo de ir a las peñas luego de tres años que no voy por estra en la capital harto me acorde de las Peñas ahora que vengo saliendo de una pancreatitis que me tuvo 2 meses off line.
    Pero bueno aqui estamos otra vez.
    Saludos a todos Ariqueños y devotos

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  2. ¡Pancreatitis! recórcholis, no te habría hecho nada de mal una visita a Las Peñas. En fin, cuídate y que te mejores, nada de copete me imagino :(

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  3. absolutamente nada,fué provocado por un calculo biliar, pero ya estamo smejor :) Gracias

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"Send me a postcard, drop me a line
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Will you still need me, will you still feed me
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