Podrido de rabia

El día de mi cumpleaños empezó muy bien cuando vi mi regalo -muy merecido como siempre- encima del escritorio, eran dos polos Lacoste de los colores que me gustan, (gris y azul obvio) y una billetera en reemplazo de la que se me había perdido poco antes de navidad.

Todo bien, hasta que fuí a pasar las cosas a mi billetera y compruebo que otra vez se me habían perdido, mi licencia de conducir por ejemplo, duró menos de cinco días y ni me imagino como me van a palanquear cuando vaya de nuevo a sacarla. Un amigo que se cree psicólogo porque estuvo internado en el hospital psiquiatrico me dijo que se me está aflojando un tornillo y las cosas se me pierden por un mecanismo inconsciente, subliminal y que se yo, al diablo, las cosas se me pierden porque soy pajarón nomás, esa es la explicación científica.

Para colmo tuve la mala idea de preguntarle a mi querida suegra si no habría visto mis documentos y me tuve que aguantar toda la mañana a la vetusta señora hablando cosas tán útiles como: a ti todo se te pierde, un día vas a perder la cabeza, cuantas veces te he dicho que te fijes adonde dejas las cosas, pero como no te vas a acordar, pero ¿buscaste bien?, quien sabe adonde andabas que las cosas se te perdieron, lo que pasa es que nunca te fijas, pero si ni buscas bien pues, ¿revisastes los bolsillos? ¡que enfermante! me envenenó toda la mañana con su parloteo inútil y comprendí perfectamente a los que cometen el delito de parricidio. En fin, como dice la canción:

Un año más, que se va
un año más, otros se han ido
un año más, que mas da
cuantos se han ido ya

Son quince, son veinte, son treinta
cuarenta, cincuenta, sesenta
no importa los años que tienes
es el tiempo el que no se detiene
Son quince, son veinte, son treinta
cuarenta, cincuenta, sesenta
un año más, que mas da
cuantos se han ido ya

Bueno, ahora ando podrido de rabia, ni siquiera me quedaron ganas para emborracharme. No hay salud.

UPDATE

Me acaban de llamar mis ex-compañeros de oficina de Tacna para cantarme el cumpleaños feliz. Me emocionaron, chas gracias, chas gracias muchachos, los llevaré siempre en una fisura de mi corazoncito de piedra.