Not in my backyard

Después de más de dos semanas volví a la oficina de staff de la universidad donde transcurren mis ratos de ociosidad matutina y vi con sorpresa que mi escritorio -normalmente vacío- estaba repleto de papeles, ah -pensé- por fin se lo dieron a otro más trabajador que yo, pero nada de eso, era todo el trabajo acumulado de Mario, mi compañero que se quedó solo con Maritza a cargo del diplomado de preparación de proyectos en el que supuestamente yo les iba a ayudar. Mario quiere hacer carrera y trabaja como chino, mala cosa, no me vaya a pervertir con esas costumbres desviadas. Aunque yo creo que a estas alturas, mi sistema es incombustible, prefiero morirme de hambre antes que trabajar.

Mi regla es la siguiente: si un trabajo me presenta la más leve duda que no me va a gustar, jamás lo acepto, aunque esté en la peor miseria y me cueste la mala voluntad del que me lo ofreció, como ha pasado en muchas ocasiones. Pero a veces ocurre que algo me parece bien y apenas empiezo me doy cuenta que fue una terrible equivocación, en esos casos lo hago hasta el final, cumpliendo escrupulosamente con todas las obligaciones, como un merecido castigo por ser tan estúpido. Creo que nunca he dejado algo botado a la mitad porque no me gusta. El problema es que la mayoría de la gente no entiende mi sistema, especialmente amigos que, con la mejor de las intenciones, me ofrecen algo y no les cabe en la cabeza que no me interese hacer carrera en algún trabajo estúpido o desagradable, pero que diablos, así es mi sistema, nada que hacer.

La minería en Arica y Parinacota es un tema que no puedo dejar de mencionar, creo que es urgente hablar de eso antes que los tontos se apoderen de la opinión y la instalen como lo políticamente correcto e indiscutible. Los principales argumentos que apoyan la gran minería en nuestra región son:

Primero: se dice que una gran veta de cobre atraviesa todo el Norte Grande y Sur del Perú, como muestra la ilustración de esta entrada creada por el Servicio Nacional de Geología y Minas.

Segundo: se dice que la gran minería atrae grandes inversiones, puestos de trabajo bien pagados y prosperidad en los lugares donde se instala.

Tercero: se dice que Arica y Parinacota es una de las regiones más deprimidas de Chile y con mayor pobreza, la gran minería podría ser la solución a este problema.

Cuarto: se dice que por culpa de los parques nacionales y reservas naturales se ha impedido la explotación minera en gran escala lo que ha perjudicado a la ciudad y la región. Se debería permitir la gran minería en los parques nacionales y reservas siempre que respeten el medio ambiente y las culturas locales.

Revisemos que tan ciertos son estos argumentos, que ya los hizo suyos el gobierno y el propio presidente en su visita a la región:

Sobre la inmensa veta se trata más que nada de una especulación popular, si realmente existiese una veta continua, enorme y fácilmente localizable no tengan dudas que se estaría explotando a todo lo largo de los miles de kilometros por donde supuestamente pasa, las vetas de mineral rara vez son continuas, seguras y fáciles de encontrar, o sea, están partiendo de un supuesto popular, un cuento de viejas que no tiene soporte científico ¿no sería mucho más lógico explotar justo al lado de Doña Ines de Collahuasi si la veta fuese continua? hay muchos cientos de kilometros de desierto no explotado ¿por que meterse con los parques nacionales?

La gran minería trae grandes inversiones, cierto, también puestos de trabajo, aunque no necesariamente aumenta la prosperidad de los lugares donde se instala pues los puestos de trabajo a lo más son unos pocos miles, pero atrae a cientos de miles de personas sin calificación que no tienen posibilidad de trabajar, así se puede dar el caso como en Iquique donde el "despegue" es contrastado por las decenas de miles de lumpen que ha llegado a la ciudad, creando bolsones de indigentes y delincuencia

Arica y Parinacota no están entre las regiones más pobres de Chile, esa es una enorme mentira, hasta Valparaíso, la tercera ciudad más importante de Chile tiene peores índices, tampoco tenemos las tasas de cesantía más altas del país y el costo de vida local es mucho más bajo que en la mayoría de las demás regiones, tanto por el clima benigno, las cortas distancias, como por la condición de frontera con Perú, que nos permite aprovechar importantes ventajas de los términos de intercambio: mil pesos en Arica valen más que mil en Iquique y mucho más que mil en Antofagasta. La gran minería no sería la solución a un problema que no existe, en cambio si crería nuevos problemas que hoy no existen: alza del costo de vida, delincuencia, contaminación, por nombrar algunas.

Permitir gran minería dentro o cerca de parques nacionales sería de la máxima estupidez estratégica, en cualquier país occidental es inconcebible una explotación minera a gran escala dentro de un parque nacional, hay compromisos internacionales y tratados de conservación, la actividad de gran minería dañaría irremediablemente la imagen de los parques como destino turístico, que es algo donde si tenemos ventaja competitiva y por último, cualquiera que conozca un poquito como son los procesos mineros sabe que es imposible hacer explotación sin contaminar ni dañar el medio ambiente, eso es una fantasía, siempre hay daño y lo correcto es hacer un trade off entre costos y beneficios que en este caso, es evidentemente negativo.

En medio de un inmenso desierto ¿alguien podría ser tan estúpido como para hacer gran minería justo en un oasis, fragil y apenas sustentable?. Para el cobre está todo el desierto, la Pampa Camarones, cientos de miles de hectareas de arena y cerros pelados ¡NO en mi jardín!.

Estas cosas pasan cuando en el gobierno no hay estrategias ni objetivos, nadie se toma la molestia de confrontar costos y bneficios y los grupos d interés solo muestran los beneficios de su respectivo sector. Y así se hace el desarrollo de manera estúpida, con un ojo puesto en el people meter, la popularidad y las elecciones, nunca quedar mal con nadie. Bah, mejor me despido con un poema de Quevedo, para pasar la mala leche que me viene de pensar en estas cosas, aquí va:

No me haréis callar, aunque con el dedo

ya tocando la boca, ya la frente

silencio avises o amenaces miedo

¿No ha de haber un espíritu valiente?

¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?

¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Hasta mañana más mejor...