07 julio 2012

Impuestos nacionales, problemas regionales

La verdad es que ando en problemas y no tengo nada de ganas de escribir por ahora, así es que colocaré una entrada cortita sobre algo que me ha llamado la atención en estos días.

Se trata de los problemas del centralismo, que no tienen nada que ver con lo que la gente piensa. Mucha gente que vive en regiones cree que por el hecho de vivir en determinada ciudad está haciendo un sacrificio y un servicio invaluable al país, eso es mentira, la gente vive en regiones porque le gusta o bien porque no puede vivir en otro lugar. Eso de estar "haciendo soberanía" en Arica o en Punta Arenas es la estupidez más grande: la soberanía real la hacen las FFAA con tanques, barcos y aviones, lo demás es pura tramoya.

Los que reclaman desde Antofagasta por no recibir más dinero por las ganancias del cobre, piensan que por el solo hecho de vivir en la ciudad cercana a las minas deberían tener una especie de trato privilegiado respecto del resto del país, otra estupidez, bastante tienen con las oportunidades de trabajo que se generan. Todo lo demás debe ser para los que apostaron su capital porque las piedras sin explotar no valen ni un solo peso. Si no creen pregunten a los bolivianos.

Pero si existen algunos abusos del centralismo que casi nadie comprende, por ejemplo el impuesto específico a las gasolinas y los controles de gases en las plantas de revisión tércnica ¿por qué nadie se queja de eso y aceptan como mansos corderos esas dos formas de despojo?

El impuesto específico es el clásico "impuesto al pecado" donde se castiga a los que usan automovil (ojo, no solo a los que tienen, sino a todos los que usan) por las externalidades que causan y la inversión pública que se requiere para mitigar los atochamientos de miles de vehículos. Ese impuesto de castigo lo pagan los automovilistas de todo Chile.

Las normas de emisión de gases de la revisión técnica son pensadas para Santiago, una ciudad situada en un agujero entre cerros donde emisiones muy bajas pueden causar graves problemas.

Pero ¿que pasa con los que vivimos en Arica, ciudad pequeña, sin atochamientos ni la menor posibilidad de contaminación al estar ubicada justo al lado del mar? Yo jamás he visto smog en Arica a los niveles de Santiago, tampoco he visto tacos que demoren a los automovilistas 20 minutos o más. Esos son problemas específicos de Santiago que en Arica prácticamente no existen.

Si alguien quiere quejarse del centralismo con fundamentos que no llore como niñita porque no le dan subsidios o privilegios, simplemente debe exigir un trato justo y no estar financiando con sus impuestos y con sus bienes por problemas que no son de las regiones. Para hablar de verdadero regionalismo deberían partir exigiendo que no se pague impuesto específico a los combustibles donde no hay atochamientos y que los límites de emisión de gases sean mucho menos estrictos donde la contaminación no existe como problema de salud pública.

Eso quería comentar, por hoy.

4 comentarios:

  1. Uf, las normativas centrales, sobre todo en un medio rural como el que yo vivo, rozan la ridicules. Los maestros de escuela no pueden dejar salir a los niños al fin de clases, por ejemplo, si no hay un adulto esperándolo. Razonable, claro, en un medio urbano con todos sus riesgos. Pero ridículo donde los niños llegan a la escuela caminando o en bicicleta - en mis tiempos algunos a caballo - y estan a un promedio de cinco tranquilas cuadras de su casa, que transitarán a la vista de los vecinos de toda la vida.
    Así que van solos pero quedan encerrados hasta que alguien los retire.
    Lo que revela el centralismo, mas que nada, es que los burócratas creen que son los únicos con cerebro sobre el cuello, porque les regulan exageradamente la vida a los demás, incluyendo a los que viven muy lejos y muy distinto, sin permitirles usar el propio crierio.
    Que se alivie de su problemas pronto.

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  2. Hay cientos de ejemplos tal como ese: la igualación de horarios y exigencias laborales en realidades completamente distintas, tantas leyes y reglamentos que son inoperantes o abusivas en provincias, especialmente en materia de impuestos y tasaciones, yo creo en impuestos y regulaciones parejas pero mínimas, muchas regulaciones que responden a necesidades localizadas en el centro son un abuso para los que vivimos fuera de él. Como siempre los burrocratas creyendo que lo saben todo y metiendo la nariz donde nadie los necesita.

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  3. Bueno, tener gente viviendo en fronteras es importante. Te apuesto a que si pudiéramos los peruanos nos meteríamos a Arica como lo hicieron los estadounidenses en Texas: comprando terrenos al peso(que se abaratarían por el éxodo de los chilenos) y en unos años Arica volvería a ser peruana por el asunto de la libre determinacion. OK, quizás no: posiblemente los bolivianos nos ganarían por puesta de mano para tener por fin su puerto propio.

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  4. César, hay una teoría sobre el poblamiento afianza la soberanía pero yo no creo que sea directamente proporcional. Es cierto que Bolivia por ejemplo "perdió" muchos territorios por tenerlos prácticamente despoblados y un país que deja desocupado un gran territorio corre el riesgo que sus vecinos lo tomen, pero eso no significa que multiplicar la población multiplicará la soberanía.

    Las ciudades deben tener la población que puedan soportar para ser prósperas y sustentables económicamente, pasado ese punto más gente no agrega absolutamente nada de valor.

    En Iquique por ejemplo se crearon grandes bolsones de miseria con el boom de la Zofri y la minería, eso solo degradó a la ciudad.

    Y en Arica cualquier peruano o boliviano puede venir y comprar una propiedad, no hay ningún problema para eso, las restricciones se eliminaron hace años. Probablemente no han venido en masa como dices porque los precios son bastante alto y no les conviene comprar acá.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
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Will you still need me, will you still feed me
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