05 febrero 2013

FOSIS otra vez


Y me llegó de nuevo el encargo de preparar las postulaciones para el programa "Yo Emprendo Nivel Avanzado" del FOSIS 2013. Era una oferta que no podía rechazar porque el mandante es la Fundación para el Desarrollo de la Universidad de Tarapacá, de quienes espero que me den el piso necesario para empezar con mis cursos online. Lo bueno es que la convocatoria es casí idéntica a la del año pasado así es que hacerlo me va a salir más fácil que la tabla del uno. A propósito ¿todavía les enseñarán las tablas de multiplicar a los niños? Pensar que en mis años eso se consideraba un conocimiento valioso e indispensable. Pregúntenme ahora cuanto son 9 por 7.

Tal vez me anime a hacer algunas clases, para decirles un par de verdades a los futuros empresarios que seguramente les servirían mucho. Tal vez un par de charlas motivacionales coviertan un programa perfectamente inútil en uno casi inútil. Tampoco se pueden hacer milagros solo con palabras, pero son tantas cosas más útiles que se podrían hacer con esa plata. Por ejemplo yo haría un programa "le vendemos su negocio" y en lugar de equipar a 120 viejitas con máquinas amasadoras para vender lo mismo, les ayudaría a comercializar a los que ya están produciendo pero tienen pocas ventas.

Porque la verdad es que muy pocos empresarios sobreviven estos programas por falta de ventas, la mayoría de los hornos y revolvedoras terminan botados en algún rincón de la cocina porque las ventas no dan ni para pagar el gas. En Chile, donde la comida callejera y de carritos es prácticamente imposible por la multitud de regulaciones -a menos que seas pariente pobre de una autoridad- resulta una crueldad extrema contarles el cuento a las flamantes empresarias, que después no tienen como vender lo que producen. Pero eso que le importa a los burócratas, les asignaron la plata y tienen que gastarla, la plata del fisco no es de nadie, todos contentos.

Tengo una larga relación de amor y odio con los programas de FOSIS, hice clases en los primeros programas Chile Joven y Capacitación para Jefas de Hogar a principios de los noventas, cuando el FOSIS estaba recién empezando y después, siempre que he tenido oportunidad me he metido a hacer clases aunque  me doy cuenta perfectamente de lo inútil y dispendiosos que son esos programas.

Pero siempre se puede hacer algo, han pasado los años y me he encontrado con algunas alumnas y alumos de los noventas que hoy son profesionales, líderes sociales o que de alguna manera ya tienen su vida más o menos arreglada. Seguro que lo que les enseñé no les sirvió para nada, pero me gusta pensar que tal vez algún sermón o una anécdota los pueda haber ayudado a salir adelante, prácticamente todos mis alumnos fueron pobres o vulnerables y creo que a esos un buen consejo les puede servir, aunque sea de otro pobre.

Siempre que he hecho esos cursos paso por el mismo ciclo: empiezo entusiasmado y cuando veo los alumnos que me tocaron, especialmente los flojos, indiferentes, vacunillas que solo asisten por el subsidio, en fin, entonces pienso lo estúpido que fuí y quien me mandó a meterme en esa porquería. A medida que los cursos avanzan -especialmente los que son de muchas horas- me voy ganando la atención de los alumnos y me entusiasmo de nuevo. En todos los cursos se encuentra la campana de Gauss con unos pocos excelentes y llenos de entusiasmo, la mayoría más o menos indiferentes y otros pocos flojos sin remedio, pero mientras el curso transcurre la campana de Gauss se va levantando: siempre están los tres grupos pero todos un poco -o bastante- mejor.

Al final del curso termino cansado como perro, al cobrar el maldito cheque me doy cuenta que trabajé como bruto durante meses por lo que me podría ganar con una tarde de un buen trabajo, pero las últimas clases son siempre las mejores, ya somos casi todos amigos y en la mayoría de las veces me las arreglo para ganarme el respeto de todos sin abusar del látigo, amenazas ni nada de eso. Finalmente me quedo con el recuerdo idealizado, se me olvida que trabajé mucho por una porquería de plata y con el tiempo vuelvo a caer en lo mismo. No es malo, siempre y cuando no se haga muy seguido. Es un sacrificio parecido a ir caminando hasta la Virgen de las Peñas, cuando uno llega de vuelta juras que no lo haces nunca más pero igual estás muy orgulloso porque llegaste.

2 comentarios:

  1. Hombre, muy bien por sus alumnas! La companía de estas educandas, debo decir además, lo rejuvene mucho.

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  2. Jaja ¡como no me va a rejuvenecer Ulschmidt, si la foto es de 1995!!!!! ah tiempos felices que no volverán ;D

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"