23 abril 2013

La verdadera medida del éxito


El FODA no hace ganar amigos
Una nota curiosa. Un amigo me dijo que quería entrar a la politica local y me preguntó si le podía dar una mano con algunos consejos, le dije que con todo gusto, nos juntamos y le hice un análisis FODA. No salió muy bueno y parece que tampoco a él le gustó porque no me habló más. Como generalmente en política se elige a los peores creo que tiene buenas posibilidades, obligado a ponerme en la buena con el, antes que llegue a ser una alta autoridad y se tome la revancha por las cosas poco agradables que le dije.

Creo que la mayoría sabe de que se trata un FODA, es un análisis de situación que examina las cosas positivas y negativas, internas y externas. Las cosas internas supuestamente las podemos controlar y a las externas nos tenemos que acomodar: Fortalezas y Debilidades son internas, Oportunidades y Amenazas son externas. Yo cada ciertos años me siento a hacer mi propio FODA y veo como va cambiando en el tiempo, cuando escuché del asunto por primera vez debo haber tenido unos 30 años y escribía unas listas interminables, a medida que pasa el tiempo se van haciendo cada vez más cortos.

Uno actual supongo que sería más o menos así: Fortalezas: reputación, redacción. Debilidades: flojera, timidez. Oportunidades: Internet. Amanazas: enfermedades. Mi FODA actual cabe en un boleto de micro si lo escribo con letra chiquita.

Ariely se tiene que levantar temprano
Si señores, sigo con Dan Ariely y les seguiré dando la lata con él porque es muy divertido y hace pensar cada vez que dice algo. Esta vez estamos viendo el módulo de auto control y en la primera clase contó una anécdota de su historia personal sobre el asunto, pero me llamó la atención algo que dijo a la pasada. Dijo que el muchas veces se tenía que acostar tarde y por eso los círculos negros alrededor de los ojos y la cara de sueño que normalmente tiene.

Bueno, resulta que Ariely es una especie de celebridad mundial, escribe una columna muy popular en el New York Times, asesora a gobiernos y grandes corporaciones, en la casa real inglesa lo invitan a tomar té, en fin, creo que es el más famoso de los profesores con que he tomado estos cursos (otro famoso es Alex Tabarrok de la MRU, pero no es tanto) y es seguro que Ariely gana bastante plata entre sus clases, conferencias y asesorías.

Lo que me quedé pensando es que si un tipo con ese nivel de éxito, tanto económico como social, no se puede dar el lujo de levantarse a la hora que se le da la gana, entonces tiene que haber algo fallado en sus teorías o al menos en la forma en que ha organizado su vida. Creo que cada cual hace una escala de prioridades con lo que es más y menos importante. Andar con sueño por haberse levantado temprano lo entiendo en un pobre tipo que tiene que alimentar a una numerosa familia, pagar el arriendo y todo eso. o un estudiante, que está peleando por conseguir la profesión que le gusta, pero ¿Ariely?.

Creo que hasta yo le podría dar un par de consejos. No tengo ni una fracción de su éxito, pero me acuesto cuando me da sueño y me levanto cuando me despierto y ya no quiero seguir más en la cama, creo que esa es una de las cosas fundamentales que uno debe lograr apenas alcance un poquito de éxito en lo que sea. Profesor, mande todo al diablo y no se levante por ningún motivo mientras tenga sueño, esa es una verdadera medida de éxito en la vida, lo demás son puras apariencias.

El secreto para no usar corbata
Esta es otra historia de Dan Ariely. Cuenta que estaba dando una conferencia en Brasil cuando lo llama su asistente diciendo que se debe contactar con una persona en el Palacio de Buckingham, en Londres. Bueno, Ariely llama y lo atiende uno de los ayudantes de principe William, diciendo que a S.M. le encantaría invitarlo a tomar el té en un par de días. Le dió la fecha, hora y algunas instrucciónes sobre como tratarlo (la primera vez le debía decir "su real majestad" y luego podía decirle "señor", etc.).

El asunto es que Ariely le tiene fobia a los ternos y las corbatas, se siente muy incómodo y nervioso cuando se pone una, pero no había caso, llamo a su asistente para que le comprara zapatos, un terno y corbata y se los mandara por DHL. Viajó a Londres muy empaquetado, se le olvidó que le tenía que decir "su real majestad" y solo lo saludo con "hola" y se tomaron el té con unos sandwich microscópicos de salmón ahumado.

Cuando se despidieron, ya estaban en confianza y el príncipe le dijo que le encantaría que se juntaran de nuevo, entonces Ariely le explica su problema con los ternos y las corbatas, el príncipe se sorprendió un poco y le dijo algo así como "bueno, la próxima vez le avisas a mi asistente y arreglamos para juntarnos en un salón más chico que este donde podemos estar sin corbata". Envalentonado Ariely le dice "es que también me siento muy mal cuando tengo que vestir terno, sería casi lo mismo". Eso dejó perplejo al príncipe por un rato, luego le dijo "¡ya sé!, la próxima vez consiguete un atuendo étnico, una camisa hindú o algo por el estilo, como todos acá deben ser políticamente correctos nadie nos va a criticar porque viniste sin terno".

La historia me pareció muy buena, seguramente al príncipe le habría encantado poder juntarse con él sin corbata, pero estaba tan obligado por el protocolo como el propio Ariely. Y la solución étnica me pareció genial. La próxima vez que tenga que ir a una defensa de grado como profesor guía me pondré un chullo y un chaleco como el de Evo Morales, a ver quien se atreve a criticarme.

5 comentarios:

  1. Algo que me gusta del mundo de los informáticos es que a pesar de que te puedes vestir de la forma más estúpida, dejarte la barba, sin peinarte por días, etc. esa imagen descuidada te vende como un hacker, un supuesto experto del área que nadie se atreve a cuestionar.

    La apariencia es una forma tradicional de medir competencias a la rápida.

    Me gusta imaginarme a los inversores en StartUps de Silicon Valley, formados en un MBA, con los problemas para discriminar buenos emprendimientos, principalmente porque la mayoría de las veces entrevistan a muchachos
    que se ven y actuan como salidos del manicomio, pero que andan con un facebook o un google en la mochila.

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  2. La ropa y la apariencia es probablemente la herramienta más usada para mandar señales a los demás, los dress codes son parte de ese sistema, incluso vestoirse de manera descuidada es una clase de dress code que manda ciertas señales, tal como los poetas antiguos se ponían boina y fumaban pipa.

    Una vez me dijeron, pelando a una amiga en común, "a esa mina si te apareces en una buena moto y con un reloj caro le puedes pasar diez cheques malos, uno tras otro y te los va recibir todos aunque se los protesten. No le cabe en la cabeza que alguien con un reloj de marca pueda ser un estafador".

    Algunos usan la apariencia para reforzar su entrada a ciertos círculos, la ropa cara es una señal poderosa y normalmente funciona muy bien en muchas partes. Vestirse cuidadosamente descuidado puede dar también buen efecto, de intelectual, hacker, poeta o lo que sea.

    Lo que a mi siempre me ha sorprendido son los travestis, esos que saben que los reconocerán como hombres pero insisten en vestirse de mujeres, he conocido a travestis viejos que se visten como señoras (o sea ya no tienen el incentivo del sexo ni nada de eso, simplemente se quieren vestir como mujeres), creo que es un fenómeno psicológico muy intrigante.

    En los países andinos, en pequeños pueblos de la sierra el terno negro es reglamentario (o almenos era, las costumbres han ido cambiando) entonces uno veía a tipos muy feos pero de impecable terno negro, las fotos de Martin Chambi sobre eso son fascinantes.

    Algunos heredamos la apariencia por razones biográficas, yo era muy pobre y uso jeans desde los 12 hasta los 58 años, cuento con los dedos de la mano las veces que me he puesto pantalón normal y me siento muy ridículo con otra cosa que no sean jeans o short. Creo que la costumbre y el sentido del ridículo también influye mucho en eso.

    La gente que se preocupa por la apariencia y por la ropa generalmente llega a viejo de manera más digna o por lo menos se ven más decentes. A mi me admira ver a viejos de 80 o 90 años (como mi tío Polo) vestidos de punta en blanco, bien afeitados, etc. y me da envidia pensar que yo a esa edad seré mucho más feo, sucio y descuidado que ahora.

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  3. Mi "informático" de cabecera debe tener unos cuarenta años y tiene una larga cola de caballo. Yo creo que por eso es mi informático, porque yo le reconozco en el "look" algo de eso de que Uds. hablan: una cierta conección con la informalidad nerd, etc... Lo raro es que yo soy basante informático y aún armaba sistemas hace muchos años, pero he renunciado para ocuparme de mi negocio específico.
    Además tengo el pelo corto y soy tan formal como hay que ser de acuerdo a mis negocios. La pinta de mi informático es, por lo tanto, una prueba de calidad para mí, en el sentido de que al tipo la cosa computacional le importa mucho más que la formalidad de los negocios. Yo no dejaría mi auto en un taller donde no hubiera almanaques con señoras de grandes pechos en la portada, ningún buen mecánico puede prescindir de eso.

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  4. Eso es exactamente Ulshmidt, todo es "signaling" ¿quien contrataría a un programador que se aparezca impecable de traje y de corbata? ¡no cuadra con el perfil!
    Además está la moda, en "nuestros tiempos" (uhhhh) los informáticos usaban lentes poto de botella, barba, una bata blanca, fumaban pipa y jugaban ajedrez.
    Hoy los informáticos son gordos, usan musculosas o remeras, el short es de reglamento y son expertos en video-juegos.
    ¡Oh tiempos! ¡Oh costumbres!

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  5. Y los calendarios de los talleres dan para un libro, en Chile se encuentran más a menudo en las vulcanizaciones (reparación de neumáticos) y hay nombres que se repiten por todo el país: vulcanización "el Tigre" o fuente de soda "la sirena", los calendarios y nombres son otro medio de enviar señales.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"