Zoom H1 y la música de las esferas

Al fin me llegó la Zoom H1, había visto muy buenas reseñas y no me decepcionó, es mejor de lo que había imaginado, tiene una gran relación calidad/precio. Además me ahorra horas de trabajo, el método artesanal que estaba usando con el micrófomo Shure, la mini consola Behringer y el programa Audacity era más complicado que hacer malabarismo mascando chicle, tenía que grabar y renderizar las clases una y otra vez.

Otra ventaja es que tengo sonido de calidad en exteriores, puedo llevar el estudio en el bolsillo, an fin, gran adquisición, creo que con suerte la felicidad me va a durar hasta mañana. Pero como todo lo que hago me sale mal la prueba comparativa de micrófonos le subí el volumen con Camtasia y al parecer eso metió una fea distorsión en el audio de la Zoom. En fin, suena excelente, créanme, ya lo iré haciendo mejor. Los sonidos son todos "crudos" sin ninguna modificación, excepto mi estúpida idea de subir el volumen en Camtasia.

Ah me acordé de mis tiempos de electrónico con el audio analógico, ahora todos lo recuerdan como si fuera la Octava Maravilla, pero nada de eso, no le llegaba a los talones al sonido de hoy Recuerdo las demostraciones de sonido cuadrafónico de Carlos Caballero, el mejor profesor que tuvo el Departamento de Electrónica en toda su historia. Hasta hoy nadie se le acerca como formador de ingenieros. Ni a los tobillos.

Cuando salí de técnico en Inacap nuestro trabajo final fue hacer la primera emisora FM estereo de Arica, la armamos desde cero guiados por Ernesto Riquelme Basignan, hombre de radio durante toda su vida. Tenía un tubo de potencia gigantesco que se ponía al rojo durante las transmisiones. El flaco Tomislav Simnovic era el hombre orquesta: locutor, disk jockey, dministrador, hacía de todo. En esos años se usaban tornamesas Sansui o Technics con cápsulas Shure.

Me encantaba la alta fidelidad, mi compañero y amigo de entonces el león Ortiz, era DJ de la disco Laser y tenía cientos de vinilos en su casa de Juan Noe con Chacabuco ¿que será de él? los discos de música clásica se sumergían en agua destilada antes y después de tocarlos era todo un lío. El sonido analógico era mucho peor, no solo por el ruido de huevos fritos, sino que principalmente por los problemas técnicos para grabar música dentro de un gran rango dinámico. La música se comprimía a niveles brutales en esos años igual que el recorte de armónicas. Comparado con hoy era más ruido que sonido. Claro que vaya uno a explicarle a los hipsters por que desaparecieron los vinilos.

El sonido es enormemente más complejo de lo que uno se imagina, en el osciloscopio (hoy en los programas de computación como Audacity) vemos una sola señal por canal que varía en frecuencia y volumen, la realidad es mucho más complicada. Creo que fue Fourier el que demostró matemáticamente que cualquier forma de onda compleja se puede descomponer como una suma de senos y cosenos (ondas sinusoidales). Uno de mis primeros programas era para calcular los coeficientes de Fourier por el método analítico -que estupidez- yo lo creía gran cosa, hoy es juego de niños con métodos numéricos.

Las cosa es que cualquier sonido complejo como el de un instrumento o mi horrenda voz son una suma de cientos de "armónicas" simultáneas que al sumarse dan la figura que aparece en el osciloscopio. El origen del sonido es complejo pero también su propagación, porque esos cientos de frecuencias rebotan, se suman y restan dependiendo de los desfases producidos por el lugar donde estamos. Finalmente tenemos el receptor que es la cabeza, el cuerpo y los huesos y demás partes del oído, que son diferentes en cada persona. Para que hablar del cerebro, que al final es el que realmente "escucha", o sea le da un sentido a las señales que le llegan. El asunto no solo es tremendamente complejo sino que depende de cosas accidentales y además es subjetivo: no hay dos personas en el mundo que escuchen exactamente lo mismo.

Por eso una grabadora "de alta calidad" no solo debe reproducirr un sonido prístino (que sea difícil de distinguir del original de la fuente, prístino=original), sino que además debe ser "crispy" (crujiente, subjetivamente placentero) porque el propósito de la música es causar placer o emociones. Una grabación de muy alta calidad si no tiene ese ingrediente X y es plana pierde todo interés.

Parece que Pitagoras fue al que se le ocurrió el concepto de armonía al relacionar los intervalos de largo de una cuerda que vibra (de una lira por ejemplo) con sonidos placenteros o disonantes.y realmente se obsesionó con la idea, eso lo llevó a decir que ciertas proporciones tenían características mágicas o divinas y creó una religión en torno a los números.

Bueno, de esta chifladura de Pitagoras nace el bello mito de La Música de las Esferas, que dice que todos los cuerpos al moverse emiten música, en especial los cuerpos celestes que al moverse con regularidad producen una música bellísima, pero como la escuchamos desde que nacimos no podemos percibirla de la misma manera que un pez no se puede dar cuenta que está mojado. En muy poco tiempo ese mito se desacreditó y quedó como una muestra de la curiosidad y la mala ciencia de los griegos. Sin embargo leyendo algunos trabajos de Tito Torres y conversando con ál me parece que no andaban tan perdidos, al final todo el universo material podrían ser solo vibraciones, o sea música, solo que no podemos escucharla. Que lástima ¿no?.