¡Están robando!

En mi calle estuvieron cambiando las tuberías de desague y rompieron todo el suelo (uno de los pocos pavimentos de concreto en Arica). La cosa es que después de cambiar las cañerías y tapar con tierra los contratistas dejaron todo botado y no volvieron a aparecer nunca más.

Bueno, es algo normal en Arica y supongo que en muchos otros lugares de Chile, los contratistas después de hacer lo básico dejan el resto botado y desaparecen confiados en que nadie va a reclamar, pero en todo esto hay un detalle: los trabajos tuvieron un presupuesto y ese presupuesto incluye la repavimentación por lo tanto alguien se está robando esa plata. Y no es poca, pavimentar los cerca de 80 metros en el ejemplo ce mi casa son varios millones ¿quien se embuchó esa plata? ¿alguien de la concesionaria Aguas del Altiplano? ¿el contratista?.

Supongo que esos millones, que deben ser mucha plata, sumados en casi todas las obras de reparación de tuberías que normalmente se dejan botadas sin repavimentar, se la están repartiendo entre el contratista y el encargado de supervisar la obra, o bien de aprobar el estado de pagos. La cosa es que hay un robo de un montón de plata frente a nuestras narices y nadie mueve un dedo para denunciarlo. A la municipalidad, que es la supuesta encargada de controlar que estas cosas no pasen le importa un pepino, me imagino que el señor alcalde tendrá cosas más importantes que ocupan su atención.

Tal vez a nadie le interesa denunciar el asunto porque nadie se siente directamente perjudicado, pero ¿saben, queridos amigos, a quien le están robando? ¡a nosotros los giles, como siempre! porque cada una de las reparaciones está calculada -y con exceso- en el decreto tarifario que dice cuanto debemos pagar nosotros los giles para que no nos corten el suministro. ¿Alguien sabe como se puede obligar a la concesionaria a que complete el trabajo?

Estoy seguro que no servirá una carta, un reclamo ni nada de eso, debe ser una denuncia formal y con posibilidades de hacer efectiva la responsabilidad, la cosa es que nos están robando bajo nuestras narices y nadie hace nada, mucho menos los que elegimos y ganan espléndido sueldo para -supuestamente- vigilar que estas cosas no pasen.

Mejor pasemos a otra cosa menos desagradable. Un amigo en Facebook colocó uno de esos mensajes donde uno coloca sus 10 libros favoritos, la verdad es que yo tengo un montón de libros favoritos que leo y releo a cada rato así es que coloqué los primeros que se me venían a la cabeza. Curiosamente el primero que se me ocurrió fue un libro muy querido para mi que se llama "El Huevo y Yo" de Betty McDonald.

Es un libro que me recuerda mi niñez cuando éramos pobres como ratas y vivimos en condiciones muy duras en los sesentas, sin embargo el humor arregla todo, igual como una buena salsa puede arreglar el sabor de la carne más mala. Me acuerdo que de chicos con mi mamá y mis primos de todo hacíamos broma y vivíamos muertos de la risa, tal vez fueron de los mejores años de mi vida cuando bastaba comernos un durazno para explotar de felicidad.

Que buen libro, lo encontré hace un montón de años en la feria de las pulgas, me cuesta creer que haya sido una casualidad, tal vez el libro me estaba buscando hasta que me encontró, era justo para mi. Cuando lo leí por primera vez lo encontré bien divertido, es la historia de una recién casada que se va a un lugar remoto a iniciar en una granja de pollos. Cada vez que lo he releído, más me gusta. .