28 febrero 2014

No es fácil estar en la lista



Nos juntamos hoy a mediodía con McDonnell y me contaba que él conoció a Verne Troyer (mini me) cuando fue por primera vez a la mansión Playboy y le hicieron una sesión fotográfica en la cama redonda de Hugh Hefner, rodeado de playmates tal como Dios los echó al mundo. Decía que mini me era personalmente un tipo encantador y muy desenvuelto, lo más notable es que su tamaño es menor que el de un enano común y para todos lados le van trayendo un banquito para que -por ejemplo- pueda hacer pis en el baño del hotel y todo eso. También muy bueno para tomar y jugador fuerte en Las Vegas.

Algo muy interesante que me comentaba de las fiestas en la mansión de Playboy son las listas de invitados. Conseguir una invitación, para la mayoría de las celebridades, es tarea tan imposible como que el agrimensor K pueda hablar con el dueño de El Castillo, muchos famosos pasan la vida tratando de ser invitados y no lo consiguen nunca aunque gasten grandes cantidades de dinero tratando de ser considerados.

Hefner empezó con estas fiestas en su penthouse de Chicago, televisadas en los años sesenta y se convirtieron en el primer reality show de la historia del espectáculo. Playboy tuvo un boom hasta los setentas, luego vino la decadencia, Hefner pasó la empresa a su hija Christie y ahora queda el puro nombre porque la mayoría de los activos quedaron en manos de un empresario ruso. Al escasear el efectivo a Hefner se le ocurrió reflotar las fiestas en la mansión de Los Angeles y hacer el pésimo reality que duró varias temporadas.

La gracia de las fiestas son las listas de invitados, que son visados personalmente por el propio Hefner (que ya tiene como 88 años). ¿Como se consigue ser invitado a una fiesta en la mansión? El requisito es simple y uno solo, que Hugh Hefner considere que eres una persona que vale la pena tener en la fiesta. Y para esto no vale nada la fama, el dinero o el poder que tenga alguien, esto es lo que las hace tan codiciadas. Resulta que hay tipos que no los conoce nadie pero el los considera inteligentes, puede ser algún antiguo compañero de colegio o simplemente alguien que conoció por casualidad y le agradó.

Se organizan fiestas especiales para el personal, con todo el sexo, drogas y alcohol que deseen, pero además si alguien le cae bien al jefe, este lo puede incluir en alguna de las fiestas regulares. Por supuesto que van muchas celebridades, no por ser famosos, sino porque Hefner los considera que son personas valiosas o interesantes.

Otra rareza es que hay un listado especial de personas que no son invitados a fiestas específicas sino que pueden ir a la mansión todos los días de su vida si así se les antoja, en esa lista está mini me, pero también gente común y muchos actores en la ruina que han sido amigos de Hefner y si no fuese por esa lista no tendrían que comer, ellos tienen la mansión abierta a cualquier hora, para lo que quieran y si se les antoja conversar con el dueño de casa pueden hacerlo sin problema. Estar en esa lista es es lo más parecido al olimpo de los griegos en el mundo del espectáculo, pero casi ninguno de esos semidioses es un famoso de moda.

Como estoy siguiendo la historia de Semper Fi en su blog -donde sube un post todos los días- cuando escribe sobre las "nominaciones" para entrar a los Semper Fi, me acordaba de las listas de Hugh Hefner, para ser invitado a una fiesta o para ir a la mansión cuando se le antoje. Es una discriminación brutal, arbitraria, pero a mi me encanta la idea de discriminar, la etimología de la palabra inteligencia es esa: "escoger entre".

Desde este viernes se elimina la visa para los chilenos que deseen viajar a Estados Unidos. Un poquito tarde, porque el año 2006 o 2007 -no recuerdo bien- Stephen y Tristan, que vivieron acá, nos invitaron a mi, Pilar y Tomás Jr. a pasar el año nuevo en Las Vegas. No fue tanto por lo que cobraban por la visa (130 dolares cada uno) sino además teníamos que viajar a Santiago para la "entrevista" trámite que siempre consideré un poco humillante, así es que al final pasamos el año nuevo -bastante bien- en Arica e hicimos un brindis por nuestros amigos allá lejos. Yo hice varios brindis en realidad.

Desde hace varias décadas no han habido muchos chilenos interesados por emigrar a Estados Unidos ni a otros países. A diferencia de los años sesenta o setenta, los que van a estudiar allá generalmente se vuelven a Chile apenas reciben el grado y los que se quedan afuera son excepciones, así es que el asunto de la visa no tenía mucho sentido, en los ochentas los chilenos podíamos viajar por todo Europa sin visa -excepto a Francia según recuerdo- y aparte de alguna emigración que hubo a España era raro que alguien saliera a "buscar mejores horizontes" como es tan común en el resto de América Latina. Yo no me movería de Arica, o tal vez si ante la posibilidad de una buena aventura, pero por razones económicas o de trabajo ni loco.

6 comentarios:

  1. Lo interesante es cuando eres bien aparente, como dicen alla en Chile, "agradable a la vista" o con "Buena precencia" (jaja muy gracioso eso) , adinerado, bien conectado, qualificado, y despues de un chequeo muy facil, ......fallas! o no te dejan entrar! o no eres parte del club !
    abrazos
    Semper Fi desde London.

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  2. Bien eso, cada cualidad tiene su lado B, su defecto asociado. Toda moneda tiene dos caras, así, los que aparentemente tienen puras cualidades también tienen sus defectos al ladito. Saluti compadre!.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"