¿Y viene El Grandazo?

Por lo menos están todas las señales, un enjambre sísmico bien localizado en la zona de encuentro de placas más un silencio sísmico de 140 años que, según los sismólogos, debe haber creado una brecha de 9.5 metros que debe ser llenada, probablemente con un fuerte terremoto alrededor de grado 9.

Hoy estaba en un desayuno con los demás profesores en el edificio de la ESUN y se empezó a mover todo. Ese edificio en particular es una ratonera con peligrosos defectos de diseño y cosntrucción, pienso que para un temblor grande se derrumbará como un castillo de naipes y es el peor lugar donde podría estar. Tanto así que para mis clases decidí no usar el laboratorio de computación que está en el edificio sino una sala común y corriente del aulario de enfrente, pero que es sólido y bien construido. Prefiero hacer clases tranquilo y no quiero correr riesgos tontos.

Yo no le tengo miedo a los terremotos siempre y cuando no esté en construcciones de altura, porque sufro de vértigo y la sola idea de caerme me marea. El terremoto más fuerte que recuerdo fue en Santiago en 1965, es la única vez que vi saltar los autos del suelo y mientras arrancábamos por el pasillo de nuestra casa de adobe en calle Juarez iban cayendo grandes pastelones del techo, nos salvamos de milagro porque la casa se derrumbó completamente y los muros de más de medio metro de espesor colapsaron hacia adentro, al final todo quedó como una tumba egipcia, ese barrio desapareció completo.

Las viejas gritaban en la calle como locas y le pedían perdón a Dios a gritos, convencidas que se estaba terminando el mundo, un vecino al que le decíamos "Charles Atlas" tuvo que salir arrancando en cueros, atrasito salió la señora Eliana, una vecina casada envuelta solo en un cubrecama. Nos reimos del asunto durante años porque además Charles Atlas no tenía "tudo grande" como muchas vecinas suponían.

Al frente de mi casa estaban las cocheras de la funeraria Forlivesi y los caballos salieron espantados a la calle causando una tremenda confusión, mi cuñado, que andaba haciendo no se que cosa, llegó corriendo sin zapatos, venía de la Plaza de Armas.

Hoy el tipo que nos trae el agua envasada en bidones de 20 litros nos contaba que con la sicosis han comprado toda la producción de agua e incluso las reservas, no hay como conseguir agua envasada. Que estúpida puede ser la gente, el agua que hay que guardar es simplemente agua de la llave.

Mis queridos suegros duermen el el lugar más peligroso de la casa, porque esos departamentos los hice cuando se me estaba terminando la plata y no hice un muro de contención decente. Al primer temblor eso quedará sepultado por el cerro si no arrancan a tiempo, en cualquier caso todos conocemos el lugar seguro que es una escala que hay en la parte trasera de la casa.

En el garage donde tengo mi estudio de filmación, es donde gasté más plata en concreto y fierro, así es que allí tengo guardados mis 50 litros de agua (10 por persona) en botellas de 3 litros, una batería de auto, linterna, encendedor, luz de emergencia, radio a pilas, un extintor que tenía por ahí (se ve bien, espero que funcione), herramientas y cortaplumas. Creo que con eso estamos listos.

Creo que el único inconveniente importante que tendríamos con un mega-terremoto es la salida del mar. Las construcciones antiguas del centro que han quedado en pie son de barro y caña, una combinación excelente para los terremotos, otras casas como la mía son de ladrillos o concreto, fuertes pero ligeras. También el suelo es un punto a favor nuestro porque es salino y elástico, la combinación de rocas y sal amortigua perfectamente las ondas sísmicas.

En fin, que venga nomás, no le tengo ni pizca de miedo siempre y cuando no me pille en un edificio de gran altura, bajando en vehículo por alguna quebrada o en el maldito edificio de la Escuela de Negocios, ahí si que estaría frito.