Una buena siesta

Parece que me están mandando una indirecta, mis amigos me invitan a juntarnos justo los días y horas en que hago clases, ni se nota que me están tirando por el desvío. Ah, igual me ire donde Don Floro después de hacer clases hoy, aunque no queden chunchules espero llegar para el bajativo. Las parrilladas son más que buenas y los chunchulines crocantes una maravilla. Comida de negros como decía un amigo gringo, sin imaginarse lo que se estaba perdiendo. McDonnell en cambio conoce lo que es bueno y sabe apreciar los interiores, mucho más sabrosos que el más fino tender loin.

Se me acercan días ocupados, hoy en la noche clases, igual que mañana en la mañana ¡a las 8 de la madrugada! y el sábado al volcán Tacora, diablos, espero que no me pille la máquina y el exceso de adrenalina no me mate esta vez.

Tantas cosas por hacer interrumpen mi atareada rutina diaria: levantarme; tocar un rato el teclado (pobres vecinos); pensar en el futuro de la humanidad y la esencia del alma humana; tomar mi desayuno (té y pan con algo, normalmente una rebanada de queso); corregir alguna tesis y mandarla; almorzar; escribir para el Templo del Ocio y contestar a los amigos; el 5 oclock tea, en fin, una vida ocupadísima.

También leo mucho en Internet, hace años que dejé de comprar libros y solo los pocos libros viejos que me quedan los repaso a veces, la mayor parte de lo que leo viene de Internet. Regularmente visito sitios de mis amigos como el blog de Ulschmidt que es una joya de buena escritura, si escribiera un libro Ulschmidt la rompe,  ¡en una de esas es un escritor profesional que escribe bajo seudónimo!. También leo el blog de Semper Fi, que me enretiene con sus mafiosas aventuras de un colegio secundario en Londres, lo bueno de él es que tiene entradas diarias así es que lo voy siguiendo como novela por entregas. El otro blog que visito periódicamente es el del gran Jerry Pournelle -el inventor de todo esto- que a estas alturas ya lo considero un amigo porque lo vengo siguiendo desde los años ochenta, nunca me ha defraudado.

Y así es como este 2014 se están cumpliendo mis 7 años de vacas flacas. Lo he pasado en medio del más delicioso far niente, con algunas excepciones divertidas -como el tiempo en el Rapa Nui con mi amigo Marcelo o como el año que trabajé en la Municipalidad de Tacna- unas pocas aventuras como el viaje a la Amazonia y un gran susto cuando vinieron a rematar mi casa. Todo está en calma por ahora y de acuerdo a la historia de mis ciclos a partir del año que viene me debería empezar a ir bien nuevamente. quien lo sabe.

 Ah, nada interesante para colocar hoy, en realidad tenía un tema interesante pero me dio flojera desarrollarlo. Tal vez mañana. Ahora a una buena siesta para que se me olvide todo antes de ir a hacer clases.