20 febrero 2015

Una decisión incierta


La toma de decisiones es uno de los procesos más comunes en nuestra vida, tomamos cientos de miles de decisiones desde pequeñas cosas, como la hora a que nos vamos a levantar hasta otras importantes como buscar un trabajo o emparejarnos. Todas las decisiones tienen un costo de oportunidad, por un lado ganamos algo y por el otro perdemos, o dejamos de ganar otra cosa. Es el balance neto entre ganancia menos pérdida que nos dice si quedamos o no satisfechos con nuestra decisión.

Porque todas las decisiones se tratan de eso: quedar satisfechos. Muchas veces hacemos trampa, racionalizamos y quedamos aparentemente satisfechos, eso está bien, pero mejor es quedar realmente satisfecho y para eso hay que tomar las decisiones con cuidado.

Comprar el auto me tomó mucho tiempo. Ese fue un típico caso de decisión en condiciones de incertidumbre, con experiencia anterior y restriciones. Todavía no se el resultado de mi decisión porque me fijé un objetivo de cinco años. Creo que es un buen ejemplo de como se pueden usar elementos de la teoría de decisiones y los problemas que tiene. Trataré de mostrar con este ejemplo cinco pasos típicos que se usan para decidir algo.

0. Hacer o no hacer
Este es el paso previo y muy importante. En mi ejemplo del auto la decisión era entre comprar o no comprar. Aquí es donde entran con más fuerza las racionalizaciones y falsos argumentos que disfrazan algún deseo más o menos emocional. Cinco años atrás yo había decidido no seguir arreglando mi auto y andar a pie, mantuve mi decisión por todo ese tiempo ¿por que comprar un auto ahora?

Bueno, yo tuve autos durante muchos años, me gusta manejar y me gusta la mecánica. Comprar un auto sería una gran satisfacción personal y si lo usábamos con moderación hasta podría ahorrar algo de los gastos en transporte. Claro que para eso también se necesitaba suerte. Había ahorrado dos mil dólares y no tenía en que gastarlos, pensé que la compra de un auto sería plata bien gastada. Todas las decisiones importantes son inciertas y en este paso creo que hay que escuchar a la parte del cerebro que se localiza en el estómago. Por eso me decidí a comprar.

1. Objetivo
Primero hay que fijarse un objetivo. En mi caso era que durante cinco años no tenga que hacer grandes gastos para sacar el permiso de circulación, es decir que no tenga problema con emisiones que me obliguen a destapar el motor o cosas por el estilo. Si durante los próximos cinco años de uso paso la revisión técnica sin problemas la compra fue buena, aunque en el día 1 después del año 5 el auto se funda, ya estará pagado. Lo que dure después de eso será ganancia neta. O sea si el auto dura 5 años me costará una inversión de unos US$ 34 mensuales.

2. Restricciones
Luego está mi restricción presupuestaria, el auto no debería valer más de dos mil dólares, todo incluído, gastos legales de transferencia, ajustes menores, etc. Otra restricción es que entren cinco personas que somos todos en la casa. Una máxima eficiencia en consumo y la disponibilidad de repuestos baratos completaban mi lista de restricciones. Las restricciones sirven para descartar algunos modelos y perfilar la clase de auto que debería buscar.

3. Experiencia de otros
La experiencia de otros o reputación de un modelo puede ayudar a una elección, así es que me dediqué a buscar por Internet y con amigos mecánicos sobre distintas marcas y modelos, en mi caso particular la elección quedó acotada a un Toyota Vitz de año 1999 al 2001, u otro muy parecido.

4. Elegir uno específico
Teniendo el perfil del auto que deseaba me puse a la tarea de encontrar uno que tuviese buenas probabilidades de cumplir el objetivo. Esta parte es la más difícil, estuve aproximadamente dos meses viendo modelos en venta y revisé casi diez autos que estaban dentro del perfil.

Hay muchas cosas que pueden salir mal aquí. Se necesita la expertise de un mecánico y aunque yo entiendo bastante del asunto soy distraído y descuidado para revisar. Me ayuda mi experiencia anterior, he tenido cinco autos antes y algo debo haber aprendido, pero uno siempre se encuentra con sorpresas.

Algo muy importante para mi es el estado de las latas, pintura, puertas, plásticos y tapices, que por lo general son cosas caras de reparar. Otro defecto grave es si la dirección del auto tira fuertemente hacia un lado y gasta los neumáticos de manera excesiva y dispareja. Todos esos son problemas caros de solucionar. El ideal es que tenga la pintura de fábrica al menos en el techo, aunque no esté en estado óptimo, una vez que el auto se repinta ya nada vuelve a ser igual y hay que gastar en pintura a lo menos cada cinco o siete años. La pintura de fábrica de un auto razonablemente cuidado puede durar veinte años.

¿Y como me fue con la compra? todavía no lo se, en cinco años les cuento. Por mientras les puedo decir que en la inspección no me di cuenta de varios detalles como que el auto había tenido un choque frontal (no muy serio menos mal), están malos los amortiguadores, los caliper de frenos están sueltos y sale un poco de aceite por un retén del cigueñal. También otros detalles menores que no cuesta nada arreglarlos pero con mi flojera tomarán años. Nada grave por el momento, pero si me hubiese dado cuenta al comprarlo habría podido bajar bastante el precio. Fallé en el paso 4.

Anoche anduvimos en la Isla con mi amigo el mouse, conversando, escuchando música y tratando de jotear -como siempre sin resultados- la noche anterior estuvimos con el Tomás Jr. Es cuestión de tiempo que volvamos con la Pilar a la sana costumbre de tomarnos unas cervezas y decirnos unas cuantas verdades. Me imagino que con eso el auto se estaría pagando solo.

5 comentarios:

  1. En verdad las grandes decisiones son muy difíciles de tomar no sólo por la cantidad de aspectos a considerar, también porque dependiendo del caso, uno no siempre podrá tener real certeza del asunto, pues siempre se escapa un detalle.

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  2. Solo en las decisiones triviales uno tiene seguridad, en las importantes siempre hay incertidumbre. Este ejemplo del auto es solo un entremés para poner mis ideas sobre la teoría de decisiones en la entrada de mañana :D

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  3. Lo del caliper lo puedes hacer tu mismo, no hay mayor ciencia sacas la rueda y ajustas.

    Lo del retén, bueno nadie se muere por perder un poco de aceite, salvo que se vaya hacia la caja y moje embrague jejeje

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  4. Estuve mirando lo de los caliper pero me quedó grande. Me da la impresión que le falta un par de tornillos, mejor lo llevaré a un servicio de frenos cuando tenga plata.

    El reten que pierde está para el otro lado, no para la caja menos mal así es que no parece gran problema. Igual para cuando tenga $$

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