02 marzo 2015

Ahora nos toca comer a nosotros

No es un problema nuevo
En el año 1990 yo tenía grandes esperanzas en el gobierno de Patricio Aylwin, igual que el resto de los 55.2% que habíamos votado por él, pensaba que venían años de prosperidad y buena vida para todos, se terminarían muchos abusos que nos tenían aburridos y todos íbamos a vivir felices como buenos hermanitos.

El mismo día de la posesión, o pocos días después, no recuerdo bien, se me prendieron las alarmas cuando vi en el palacio de Cerro Castillo a los miembros del flamante gabinete -Enrique Krauss a la cabeza- jugando como niños a dar vueltas en los Mercedes Benz blindados que en ese tiempo tenía la presidencia, me chocó ver como disfrutaban lo que pocas semanas atrás estaban criticando con furiosa indignación moral. Pensé que algo estaba funcionando mal y la idea se confirmó al destaparse un contrato por "desmalezamiento" por un millón de dólares que había contratado Enap, con Juan Hamilton de gerente, nunca se supo quien se embuchó esa plata.

Ese fue solo el comienzo, despacio al principio, después fue una acelerada seguidilla. Cuando estalló el escándalo de Juan Pablo Dávila en Codelco metieron preso -en Capuchinos entonces, la cárcel VIP- a un pariente cercano de Aylwin, un par de días antes que la Corte Suprema se pronunciara, el mismísimo presidente de la repúbliqueta fue a visitar a su sobrino a la cárcel. Ni que decir que a la excarcelación fue express y los delitos se fueron derecho al baúl de los recuerdos.

Pasa en todas partes
Siempre en Chile -como en todo el mundo supongo- los políticos han sido corruptos o han abusado de su poder, en mayor o menor medida esa es una de nuestras tradiciones más rancias. Existe una especie de Ley de Hierro o Regla de Oro que dice que cada vez que una facción política llega al poder aplica el principio "ahora nos toca comer a nosotros" y se dedican -primero- a llenarse de privilegios y asegurar a sus familias, para luego aferrarse al poder con dientes y muelas. Eso es algo que se cumple casi sin excepciones "hagan espacio, que ahora nos toca comer a nosotros".

Más que ponerse a moralizar, es interesante pensar en este asunto con la cabeza fria y darse cuenta que la corrupción y el abuso están dentro de la naturaleza del juego político en democracia y la razón es simple.

La suma cero y la otra
Resulta que hay dos clases de problemas públicos: primero los problemas de suma cero, donde lo que unos ganan lo pierden otros, esas son todas las decisiones políticas donde hay ganadores y perdedores. Un ejemplo de problema de suma cero son todas las ayudas sociales del estado, bonos, subsidios y todos eso donde algunos se financian de lo que se les quita a otros, directa o indirectamente.

Una segunda clase de problemas no son de suma cero y en estos algunos pueden ganar sin que pierda nadie, por ejemplo cualquier modernización que evite el derroche y haga más eficiente la administración del estado le quita un peso financiero a todos los ciudadanos.

La suma cero manda en democracia
Como en democracia gobiernan los más populares -esa es la definición más exacta de la democracia en el mundo real- los problemas de suma cero pasan a ser los únicos relevantes porque su efecto es mucho más fácil de publicitar. Nadie -o casi nadie- votará por los que proponen políticas que beneficien a todos, indistintamente, lo normal es que las personas voten por quienes les ofrezcan beneficios personalmente especiales, en desmedro de cualquier otro. Esa es la idea detrás del mito de "quitarle a los pobres para dar a los ricos".

Una vez arriba los votantes importan menos
Así es como empieza la corrupción en una democracia -es necesario engañar para llegar o mantenerse en el poder- como los beneficios de la redistribución son un engaño, mentir es necesidad. Así es como el sistema va seleccionando a los mejores mentirosos, los más capaces y convincentes para contar cuentos. Además se necesita cierta habilidad social para ascender y mantenerse en el poder, el político exitoso en democracia debe ser hipócrita y hábil, una combinación peligrosa, pero si llega a convencer a las personas que está más interesado por el bien ajeno que por beneficio propio, podrá subir muy rapidamente en democracia. Una vez que adquiere poder y se consolida, ya no necesita la careta y puede ser mucho más desfachatado.

Con la "bancada estudiantil" de dirigentes que llegaron al parlamento en menos de dos años, tuvimos la oportunidad de ver este proceso de manera acelerada. Al principio una simpática hipocresía para obtener el impulso, una vez consolidados viene el descaro, ya no les importan las apariencias porque se dedican a mantener su posición en las escalas dirigentes, aquí solo dependen de su habilidad para moverse en las cúpulas.

Tal como los genetistas pueden estudiar varias generaciones de moscas en unos cuantos meses, nosotros pudimos ver la creación y consolidación de los políticos como Vallejo, Boric, Cariola y Ballesteros, gracias a las huelgas estudiantiles durante el gobierno de Piñera. ¿Podrán repetirse esos procesos de ascenso acelerado? Espero que no.

Lo caro es reelegirse
Alguien puede llegar a la política sin un peso, por un golpe de fortuna o cosas por el estilo. Pero mantenerse cuesta plata, hay que armar maquinarias con piquetes, agitadores, matones estrategas, por eso las campañas cuestan tantos millones. La primera eleción puede ser muy barata, pero a partir de la segunda hay que meterse la mano al bolsillo y allí es donde nacen los actuales escándalos de corrupción.

Por eso todo político que va a reelección debe salir a pasar el platillo. Por eso la relación casi carnal de Bachelet con Banco de Chile, con Agrosuper y tantas otras empresas. Por eso Vial, Larraín, probablemente Piñera y Ossandón usan sus empresas para financiar. Tengan en cuenta que además de presidente hay que financiar las reelecciones eternas en el parlamento, toda la gente bien se pone incómoda cuando llega un outsider. Nadie podría reelegirse hoy sin una maquinaria con los enormes costos que esto tiene. Allí está la base de la corrupción.

Estúpidamente la ley electoral trató de "corregir" esto pagando por cada voto después de las elecciones. Apagaron el fuego con bencina y crearon más corrupción, hoy se puede enfrentar una campaña política como negocio especulativo generando gastos que luego reembolsa el fisco.

El caso CAVAL no es el primero
El año 2013, el BancoEstado otorgó un préstamo por $ 2.506.000.000 a la entonces candidata presidencial Michelle Bachelet, al cambio de entonces eran unos 5 millones de dólares. "la entidad financiera no exigió aval, pues consideró como garantía el dinero que el Estado les devuelve a los candidatos para financiar sus campaña políticas, en base a la votación obtenida en la elección de noviembre próximo".

Si se fijan bien, fue un préstamo a sola firma sin garantías, basado en la ganancia especulativa de un negocio que parecía seguro ¿que diferencia hay entre este préstamo y el otorgado a CAVAL? tal vez que era más segura la devolución por el Servicio Electoral que la venta del terreno, pero básicamente la operación fue igual: dos grandes préstamos, sin garantías, otorgados el primero a Bachelet y el segundo a la empresa de su nuera, ambos se cancelaban en un solo pago y ambos se basaban en el peso político-social de los solicitantes. ¿Le habrían pasado 5 millones de dólares a Parisi o a Marco Enriquez? lo dudo ¿puede un banco usar las encuestas como garantía? también lo dudo.

Una solución
Pero nada más inútil que quejarse, o moralizar, que es lo peor porque caemos en maniqueismo hipócrita. Al final en democracia, la política se reduce a una lucha de poderes entre grupos de interés y el poder está siempre asociado con el dinero, eso lo sabe hasta un niño, es estúpido desconocerlo. La única solución real que se me ocurre es prohibir las reelecciones, de allí es donde nace la corrupción. Girardi, Navarro y otros iconos de la sinverguenzura serían inviables si tuviesen prohibición de ser reelegidos.

¿Perderían calidad las leyes? en absoluto, los parlamentarios que se reeligen solo se especializan en las mañas y cambulleos, como legisladores siguen tan tontos e ignorantes como cuando entraron ¿que incentivo tienen para mejorar? Ni uno solo.

Prohiban las reelecciones y se termina buena parte de la corrupción, apuesto las cinco lucas que no tengo, pero algún banco me las podría prestar basado en la seguridad del negocio, como se usa ahora.

8 comentarios:

  1. eso mismo digo yo... segundas partes jamás fueron buenas, así que no a la reelección.

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  2. Yo creo que prohibiendo las reelecciones se solucionaría parte del problema, pero por otro lado se compensaría con que los ladrones tratarían de robar con mayor intensidad porque tendrían menos tiempo para robar.

    Lo que omites en el blog y que me intriga profundamente es como el arte del engaño a las masas es tan efectivo. Podrían estarles robando a mano armada delante de sus narices y aun así seguirían creyendo los cuentos de los políticos. Es un fenómeno inquietante. En un país puritano como Estados Unidos donde mentir es casi un pecado capital, un Presidente como Nixon que fue descubierto terminó liquidado en su carrera política. Pero apuesto que si hubiera sucedido lo mismo en Chile el Presidente no solo habría zafado del juicio político sin tener que renunciar, sino que además se habría vuelto a reelegir sin ningún problema y habría manipulado a la opinión pública a su favor. Es un fenómeno extraño. Parece que a nivel de masas hay un agrado por el engaño. De alguna forma a nivel colectivo a la gente le gusta que la engañen una y otra vez, tal como a la mina fea le gusta que le digan que es rica.

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  3. José, completamente de acuerdo.

    Hola Renzo, pero fíjate que por más que roben tienen que empezar de cero, nunca alcanzarán la perfección de las actuales máquinas bien aceitadas.

    El engaño siempre es efectivo porque a muchas personas les gusta que le mientan (tal como dices, como a la fea que le gusta que le digan que es rica). Yo creo que USA y otros países del norte de Europa son sumamente hipócritas, a Nixon lo tumbaron porque era antipático, mira JFK que tenía asociación con la mafia y mentía la mitad de lo que hablaba pero lo adoraban. En Chile hasta cierto punto somos parecidos, nos escandalizamos de manera muy selectiva contra los que nos caen mal moralizamos, con los que nos caen bien somos benevolentes en extremo.

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  4. Me parece justo, aunque ahí ya estaríamos hablando de una facción tratando de aferrarse pero creo que aún así cambia la cosa.

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  5. LAs reelecciones son fuente de las máquinas personales, en lugar de partidistas

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  6. Aca en Viña del Mar tambien se come de lo mas bien.

    http://www.granvalparaiso.cl/reportajes/vina-del-mar-el-patrimonio-de-la-jefa-de-gabinete/

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  7. Que tonteria el "reportaje" de Gran Valparaiso. Dice que una mina y su familia tienen plata. Ok ¿Y?
    De las leseras que se alimentan los popularicos.

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  8. yo creo que la gente elige finalmente al menos malo..

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"Send me a postcard, drop me a line
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Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
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Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"