31 octubre 2015

Shylock


Me escribe una amiga contándome que su pequeño negocio está haciendo agua. No sabe que hacer porque lleva varios meses acumulando deudas y lo que vende apenas le alcanza para ir tapando los agujeros urgentes que aparecen todos los días, al final está trabajando para nada. Todo iba muy bien, hasta que una enfermedad de su marido los dejó sin un peso, con sensación de impotencia me pregunta si conozco algún prestamista o que  creo yo que podría hacer.

Conozco la situación perfectamente porque yo viví algo muy parecido. Pasé todo el año 1991 perdiendo plata, trabajando para pagar el IVA, imposiciones y sueldos, hasta que en febrero o marzo de 1992 reventé y me quedé sin un peso en el bolsillo. En fin, creo que es algo que ya he contado antes. Esos años fueron de muchas quiebras en Arica y antes de irme a pique yo, mi vecino de negocio recién había quebrado. Un día fue desesperado a conversar conmigo, porque se quería pegar un tiro y chao problemas.

Bueno, yo pensé si me podría dejar algo de herencia pero no tenía nada así es que estuvimos pensando alguna otra salida. A esas alturas yo tenía claro que en unos meses más iba a pasar por lo mismo a mí, pero a diferencia de mi amigo ni siquiera tenía pistola para suicidarme, externamente conservaba el buen humor y la sangre fría, pero la cosa iba por dentro. Y ya que nos íbamos a ir a pique, destapamos una botella de buen vino, porque borrachos se aclaran las ideas, después creo que seguimos con una de pisco y Coca Cola. Efectivamente, el alcohol obró milagros, activó las neuronas que tenía que activar y le hice a mi amigo la pregunta del millón ¿que pasaría si te fundes y no le pagas a nadie? ¿que perderías?

Mi amigo se quedó pensando y en realidad no había nada muy grave que perder. Tenía deudas de IVA, sueldos, leyes sociales, teléfonos etc. pero ninguna como para llevarlo a la cárcel. "¡Eureka!" le dije "¡Ahí está la solución! te fundes y no le pagas un peso a nadie, después -si quieres- vas pagando las deudas pero cuando el buque se hunde todos saltan, la supervivencia está primero". Mi amigo, que era un tipo de grandes valores se espantó con mi propuesta. No podía traicionar a tanta gente, el nunca había hecho nada incorrecto en su vida, le dije "entonces este es el momento justo para empezar", dicutimos toda la botella y al final ya lo tenía convencido.

Es muy fácil decirlo desde afuera, como comprobé más adelante cuando tuve que decidir exactamente lo mismo en mi propio negocio, otra cosa es hacerlo. ¿Saben que es lo peor? La verguenza: tener que admitir el fracaso después de haber sido arrogante y echado para atrás durante varios años. Tener que decir "no puedo pagarte, lo siento" después de acostumbrarme a que todos me trataran de "don" Tomás. Ese es un salto muy difícil, y en mi caso era peor porque me quedaban cuatro vendedoras -a las que quería mucho- y una montaña de deudas.

Bueno, la cosa es que muchos años después me encontré por casualidad  con el mismo amigo en el Café del Mar, se paró de la mesa, me abrazaba, y no me quería soltar. Me dijo "me diste el mejor consejo de mi vida en el momento justo". Ahora era gerente regional norte de una gran empresa, estaba forrado de nuevo y poco a poco fue pagando hasta el último peso. Pasó por el infierno, pero estaba orgulloso de haber sobrevivido. Lo entendí perfectamente y bromeamos acordándonos de nuestros años en la pitilla..

Cuando uno se siente acorralado, desesperado y se asusta, queda incapaz de tomr decisiones. Normalmente somos un poco irracionales pero en esos casos reccionamos de la manera más estúpida posible, no hay nada peor que actuar asustado. Mi papá una vez me contó de sus años de oro, cuando fue corredor de la Bolsa de Comercio de Valparaíso, decía que la única manera de funcionar bajo mucha presión era vivir con miedo pero nunca asustarse, claro, eso también es fácil decirlo, él mismo perdió hasta la camisa en la bolsa.

Asustado se toman las decisiones más estúpidas, no se puede pensar y se actúa por instinto, mirando el cortísimo plazo y esperando que ocurra algún milagro. Bueno, ya sabemos que los milagros no son muy frecuentes que digamos. Si mi amigo se hubiese despachao un tiro o mi amiga va donde un prestamista son decisiones parecidas, dos maneras de suicidarse una física y la otra económica.

Primero que nada los prestamistas viven del negocio de prestar informalmente cobrando intereses muy altos. No es un negocio fácil, porque si no son capaces de cobrar lo prestado se irían a la ruina en un par de meses, es decir ellos tienen un sistema de cobranza mucho más eficaz que cualquier institución formal, bien por amenazas, golpizas, despojo, como sea ellos se aseguran de recuperar lo que prestaron con buenos intereses. El hecho de ser informales les oblig a tener una cobranza extremadamente eficaz y el que no puede pagar está frito, siempre será despojado de una u otra manera.

Ahora supongamos un negocio pequeño, como una venta de anticuchos o sandwiches al paso por ejemplo, son típicamente negocios de superviviencia, con ventas diarias muy bajas que no dependen del capital. Supongamos que se le inyecta un pequeño capital a un negocio de supervivencia ¿subirán las ventas lo suficiente como para sobrevivir y pagar el préstamo de vuelta? Con lo que yo sé de finanzas y negocios pequeños, la teoría y la práctica permiten asegurar con bastante certidumbre que en un par de meses estará mucho peor que antes. Ir a un prestamista en ese caso es garantía de fracaso.

¿Entonces nunca conviene ir a un prestamista? Claro que no, si tenemos un negocio fabuloso y muy seguro, o si estamos por morirnos y no tenemos quien herede nuestras obligaciones, ir a un prestamista puede ser buen negocio. Incluso así es riesgoso, solo recuerden al Mercader de Venecia. El que va cuando está en un apuro económico y no tiene certeza de ingresos futuros, comete la tontera más grande que puede hacer un ser humano: está apostando contra si mismo. En este caso la salida es una sola: tragarse la verguenza, fundirse con las deudas y empezar de nuevo en otra cosa más rentable, porque está claro que el negocio no da para vivir con la seguridad requerida.

8 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo y la verdad es que por lo menos en este país, declararse en quiebra ante el IRS -equivalente al FISCO en Chile- es la salida d3 los millonarios. Hasta que George W. Bush no le puso mas trabas a este trámite hace unos años atrás, era la solución de todo el mundo, ahora solo de los millonarios.

    ResponderBorrar
  2. Claro Lilian, el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en USA, está más pensado en dar continuidad a empresas con grandes problemas financieros, seguramente pensado para proteger puestos de trabajo. Creo que para particulares no tenía mucho sentido porque los blanqueaba (especialmente los antecedentes financieros) y eso no es una señal muy buena. Creo que todavía pueden aplicar individuos pero solo cuando la quiebra es muy grande y conviene más mantener la cosa funcionando que repartir los activos.

    También en USA hay una Ley de Quiebras (creo que es el cap. 7 o 13, no recuerdo bien) es similar a la de Chile.

    Los pequeños negocios quiebran de hecho, no legalmente porque la responsabilidad no está limitada, entonces simplemente se funden y no pagan cuando se les acaba la plata. Si hay garantías involucradas se va todo para adentro.

    ResponderBorrar
  3. La ley reciente, debe tener par de años, permite la quiebra personal y el quebrado puede hacer abandono de los bienes que tenga aun, y los acreedores se pagan hasta donde alcance; entonces el compadre puede empezar de nuevo cero kms.
    Creo que hay un lapso minimo entre quiebra y quiebra, tratando de evitar que se suban por el chorro.
    El efecto practico, creo yo, es que los acreedores deberan ser mas cuidadosos, y los quebrado no estaran de por vida obligados a algo imposible

    ResponderBorrar
  4. Con los años de prescripción de las deudas creo que basta y sobra (5 años sin ejercer acción útil creo). Además en las quiebras chicas la mayor parte de las deudas son indocumentadas o no exigibles

    ResponderBorrar
  5. Yo hago asesoramiento impositivo y administrativo, básicamente, y me canso con los años de recomendar al cliente que no tome crédito caro, del tipo del prestamista privado o de ciertas financieras. Increíblemente, hay crédito más barato en ciertos bancos, pero las formalidades y lentitudes y trámites fastidian a muchos.
    Una falsa creencia con respecto al crédito rápido pero caro es que "pronto voy a cubrir" la deuda y que no vale la pena tomar un crédito largo, de años, a tasa moderada, cuando se puede pagar rápido y fácil por unas pocas semanas o meses un crédito de contingencia. La mayoría se va hundiendo así en un crédito que no puede levantar nunca. Hacen un montón de "trucos": piden crédito comercial (pero los comercios te ponen precios a plazo que implican intereses altos también), emiten cheques y los venden (pero allí te descuentan enormemente), venden cheques de terceros hoy que debieran cobrar a futuro (pero ahí te descuentan otra vez) y un etcétera de autoengaños. La mayoría tiene una mala contabilidad y una falsa idea de lo que de verdad deben.

    ResponderBorrar
  6. Muy cierto, muchas cosas son más fáciles decirlas que hacerlas. Yo creo que en la misma situación estaría igual de acomplejado como su amigo, debatiéndome entre la moral y mi pellejo, aunque por otro lado uno nunca sabe cómo reaccionará realmente a la hora de los que hubo.

    ResponderBorrar
  7. Ulschmidt, ese es un gran negocio para los bancos y demás que prestan plata. LA "línea de sobregiro" de la cuenta corriente, los "créditos de consumo" y para que hablar de los prestamistas privados, que dan plata sin ningún trámite siempre y cuando les fiormes un contrato de compraventa de la casa de tu mamá o tu tía. Esos son créditos muy tóxicos y a nadie les conviene tomarlos. Cundo alguien toma un préstamo de esos movido por el miedo es la peor decisión que puede haber hecho.

    Frx, claro, otra cosa es con guitarra, como decía el huaso :D

    ResponderBorrar
  8. En la Revista Sábado del el Mercurio de hoy, sale un reportaje a prestamistas colombianos que operan en Santiago. Leí solo las primeras líneas, lo termino a la noche, pero lo que decía, era que operaba como bicicleta. Igualito a lo que planteas hoy. Me imagino que en internet se puede leer.

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"