01 abril 2016

Los sueños y el miedo


La primera novela del Boom  Latinoamericano que leí fue Rayuela, que por esos años estaba muy de moda y algo que nunca se me olvidó es el personaje Traveler, amigo del protagonista, que había soñado toda su vida con viajar por el mundo, pero nunca pudo salir de Buenos Aires. Cuando leí eso -debo haber tenido unos 16 años- me desanimé mucho porque pensé que me iba a pasar lo mismo, había leído muchísimas cosas de otros países pero no había la más remota posibilidad que yo algún día llegase a viajar.

Era a comienzos de los años setenta, cuando solo los millonarios podían salir del país y la gente se ponía su mejor ropa antes de subirse a un avión. Viajar era un gran acontecimiento en la vida de cualquiera, mi papá ya estaba quebrado y era imposible que yo pudiese conocer algún día otro país. En 1969 había vivido en Arica pero ni siquiera entonces llegué a conocer Tacna. En fin, ese era el gran sueño y la frustración de mi vida.

Llegó 1981, yo era todavía más pobre que antes y un día conversaba con otros dos compañeros sobre nuestros sueños en la vida -esto ya lo he contado antes acá mismo- entonces yo dije "a mi lo que realmente me gustaría es viajar: conocer Oriente, Europa, después de eso me moriría tranquilo". Era como decir quiero ser astronauta y viajar a la Luna. En menos de un año yo estaba trabajando y Casio Computer decidió regalar un viaje a Japón para alguien de la empresa cada año, porque éramos uno de sus principales clientes en el mundo. La cosa es que mi jefe y el dueño de la empresa decidieron mandarme a mi, porque yo negociaba los pedidos y me había hecho bien amigo -por fax- con los japoneses. De un día para otro me pasaron una escueta carta con el membrete de Casio que decía algo así como: "We are pleased to invite to Mr. Tomas Bradanovic, who is one of our best salesman to Tokyo".   .

Así fue como de la noche a la mañana, pase de los buses Ramos Cholele en que viajaba cada semana entre Arica e Iquique a subirme por primera vez en mi vida a un avión. Los siguientes sesenta días los pasé en lujosos hoteles, aviones, restaurantes de lujo y uno que otro lugar indecente que nunca había soñado conocer.

Estaba revisando fotos de ese viaje y dando un vistazo a la crónica de viaje que escribí y si algo recuerdo muy claro es que el momento más feliz del viaje -lejos- fue cuando venía de vuelta y el pequeño avión Ladeco empezó a dar la vuelta para tomar tierra en Arica. Estaba convencido que todo el mundo iba a querer escuchar mis historias y que me podría engrupir a todas las minas, porque en 1983 todavía era muy raro que un chileno viajara a Oriente, pero -oh desilusión- me dí cuenta que apenas empezaba a contar mis interesantes aventuras todos empezaban a bostezar y se arrancaban disimuladamente apenas podían ¡no le interesaban a nadie!.

Cuando uno desea algo con mucha fuerza, una vez que lo consigue siempre se desilusiona, eso lo he podido comprobar muchas veces, por algo Truman Capote escribió “Más lágrimas se derraman por las plegarias respondidas que por las no respondidas”, en realidad la frase es de Santa Teresa y encierra una verdad del porte de una catedral: la maldición más grande que le puede pasar a alguien es que se le cumplan todos sus sueños, porque entonces se da cuenta que no eran tan maravillosos como se los había imaginado. Lo mejor de los sueños es cuando nunca se alcanzan.

Con los miedos pasa lo mismo, cuando se cumplen rara vez son tan horribles como los imaginamos. Mi amigo Pepe Drago que le tenía un terror enorme a las inyecciones igual que yo, un año antes de morirse le vino el primer patatus fuerte y estuvo casi un més en la Unidad de Tratamiento Intensivo del hospital, me contaba que después de las primeras inyecciones les perdió todo el miedo, incluso se acostumbró a tratamientos tan dolorosos y molestos que nunca se imaginó que podría soportar. Como todos los enfermos estaba ansioso de contar su experiencia en detalle, pero -igual que a mi- a nadie le interesaba escucharlo, por amistad yo lo escuchaba y simulaba interés, pero algo de lo que me dijo me quedó grabado: "nunca pensé que era capaz de soportar tanto, al final me di cuenta que no era tan horrible la cosa".

Es extraño como vivimos casi todo el tiempo en un mundo imaginario. Imaginando lo bueno y lo malo que nos va a pasar en el futuro, rara vez paramos un momento a ver lo que está pasando ahora. Y en nuestra imaginación lo bueno parece siempre mucho más bueno que la realidad así como lo malo lo imaginamos mucho más malo, todo exagerado.

Yo por ejemplo tengo miedo a quedarme pelado y cada día me veo el cráneo más clarito, entre los escasos pelos que me quedan en el casco. Lo único que me consuela es que en muy poco tiempo más, cuando me quede definitivamente pelado no va a ser tan horrible como lo imagino, si el Pepe le perdió el miedo a las inyecciones entonces no hay ningún miedo que sobreviva a la realidad. Ánimo Tomasito, pensar que todos estos lúgubres pensamientos me vinieron hoy en la mañana cuando me estaba peinando, que diablos.

30 comentarios:

  1. Me acordé de una frase que dice la mamá del protagonista de El Extranjero: Uno se acostumbra a todo.

    ResponderBorrar
  2. Amigo Tomás, si te sirve de consuelo, no te estás volviendo pelado, estás pelado hace rato. Así que un miedo menos en la lista.

    ResponderBorrar
  3. Frx, habrá que acostubrarse entonces

    Leus, no te deseo mal pero ojalá te contraten en ua empresa y el primer día de trabajo te encuentres que Rodrigo Peñailillo es tu jefe. Corta.

    ResponderBorrar
  4. mi mayor deseo era ser amo del mundo, y regir a todos con mi cruel pero justa mano de hierro...

    Asi que no tendré ese problema de desencantarme de mis deseos.

    ResponderBorrar
  5. Esclavizar al mundo, ese es un sueño noble y valioso

    ResponderBorrar
  6. Esclavizar al mundo: sueño de oficinista amargado, acomplejado y frustrado.

    ResponderBorrar
  7. Ten cuidado de no irritar al Dr. Nervio, mira que apunta su Rayo de la Muerte y chao Baltimore, los vaporiza a todos. No quiero que mi buena amiga Lilian muera por tu culpa

    ResponderBorrar
  8. ¿Tienes mas de un anonimo, o es uno solo? Tiene, o tienen, ese curioso perfil de "intelectual" semisociologo de la N.M.

    ResponderBorrar
  9. Ese anónimo me siguió de un foro.

    Cada cierto tiempo clona a TB en los foros, pone alguna columna y mira como el resto ataca los argumentos

    Si le llevas la contra te acusa de pobre, negro, indio, gay y pedofilo.

    Es como era la AB VR en CSP.

    Mismo perfil.

    no vale la pena ni calentarse la cabeza.


    Es rarito.

    ResponderBorrar
  10. 60 días a Oriente, qué buenos tiempos. A mi señora la enviaron 14 días a China únicamente porque había un incendio medio complicado. La internet y la tecnología hacen cada vez más innecesarios los viajes de negocios.

    ResponderBorrar
  11. Ah, si me clona merece ser nombrado troll oficial y embajador de este Templo del Ocio. Total, al servicio exterior siempre van los más inútiles jaja.

    No Nervio, no le llega a los talones a la cos@ androgina esa cuyo nobre no podeos encionar pero los CSP ya saben... este es loco pacífico, tiene el síndroe de Savant eso si, es enferito. Hay que tenerle paciencia.

    ¡Es una especei de Justo, jajaja! debe ser hijo del viejo Justo con Valentín Marchant. No es broma, si Valentín me cae bien...

    ResponderBorrar
  12. Anónimo fui en la mejor época: los años de oro de Japón y para que decir Honk Kong, ¡era igualito a la Zofri pero con edificios! Iquique en su tiempo era el Hong Kong de los pobres.
    Me habría encantado haber conocido China pero en ese tiempo era tipo MAo y andaban todos con mameluco azul, ni soñar con ir allá

    ResponderBorrar
  13. Yo lo más afuera que he estado de Chile ha sido en Mendoza y Bariloche.

    ResponderBorrar
  14. el proverbial malhumor de los oficinistas acomplejados

    ResponderBorrar
  15. Frx, las dos ciudades lindísimas, están entre mis favoritas

    ResponderBorrar
  16. Los mejores recuerdos son de Bariloche :D.

    ResponderBorrar
  17. Quiero un link con alguna copia que haya hecho de TB el otro anonimo y ver que le responden

    ResponderBorrar
  18. En el proceso de la calvicie, cada pelo va ganando la individualidad que antes no tenía, mera parte infinitesimal de la pelambre. A medida que el proceso avanza, en cambio, se lo distingue y merece atención, llegando al extremo que el futuro calvo lo observa y peina casi exclusivamente a él y a un puñado de afortunados sobrevivientes.

    ResponderBorrar

  19. Ah Ulschmidt, así como voy terminaré poniéndole nombre a acada pelo que me queda. Y cada vez que se me caiga uno tendré que hacer un funeral. Ya se acerca el momento en que tendré que decidir si raparme o dejarme la frente hasta la espalda más o menos

    ResponderBorrar
  20. Eso del rapado merece todo un tratamiento, ahora que lo menciona ! - Antes el calvo defendía hasta la última corola que le quedaba en la nuca. Ahora, llega un momento en que hacen la catarsis y se rapan como diciendo: y qué, soy calvo porque yo quiero.
    No sé qué es lo moralmente más aceptable.

    ResponderBorrar
  21. A mi más que la moral me preocupa con cual de las dos me veré MÁS ridículo, bah, me da lo mismo, si me preguntan or qué me pelé les digo que me dió cancer y chao.

    Igual es carta dejar el pelo que queda, yo creo que es lo "moralmente" correcto y además mucho más cómodo porque no hay que andar afeitándose la cabeza a lo koyak, pensándolo bien es medio afeminado -o vanidoso- eso de raparse, lo mismo que tratar de esconder los espacios donde no sale el pasto. Bah, tanto preocuparse por nada

    ResponderBorrar
  22. A unos se les caen. A otros no nos dejan de crecer más y más cada día que pasa. A este paso moriré como algo parecido a un ratón. La peluqueada mensual ahora debe ser quincenal. La afeitada matinal a las 3 de la tarde comienza a esfumarse aceleradamente. A veces quisiera ser calvo.

    ResponderBorrar
  23. No entiendo ese miedo casi patológico a la calvicie y a las canas de alguna gente. Algunos viejos (no quise decir que TB estuviese viejo, sólo dije que parece viejo) se echan tintura negra para ocultar las canas y el resultado es más decadente.

    ResponderBorrar
  24. Parrafaseando a San Agustín: Señor, hazme pelado... pero no todavía

    ResponderBorrar
  25. Sigfridus, vieja será tu abuela

    Una amiga me dijo hsce años por que no me teñia, eso si que es gay! jaja

    ResponderBorrar
  26. No solo gay, es decadente que es peor!!!

    ResponderBorrar
  27. HAblando de gays...
    Ah eue me perdonen los gay y los amigos que se tiñen pero estaba pensando en una escala de mariconetria, que marcaría más o menos así:
    Macho probado: 0
    Normal, machito: 0.1-0.3 (a veces se afeita las axilas, usa colores raritos, aro y cosas así, bordea el 0.3)
    Limítrofe:0.31.0.5 se rapa la cabeza es limítrofe bajo, se tiñe el pelo o usa sunga anda por el 0.4999
    Amariconado 0.5-0.7 habla como señorita, gesticula, se arregla demasiado, es bailarín, "sensible", etc.
    Hasta 0.71 les doy el beneficio de la duda, de ahí para arriba son yeguas sueltas en sus distintos grados (van desde maricon discreto hasta las yeguas escandalosas)

    Otra más, estaba pensando que son raros los gay que se dejan la pelada natural tipo
    Tony Caluga, el único que se me ocurre es Passalaqua que para mi es un respetable maricón discreto

    ResponderBorrar
  28. https://m.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=CrmFU4oGSdM

    ResponderBorrar
  29. shu... pero el "macho probado" debiera estar bajo el "normal machito", no?

    ResponderBorrar
  30. No pues, el macho probado es el nivel más alto porque lo probó y no le gustó. Yo prefiero quedarme con la duda, déjenme machito nomás jaja

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"