07 enero 2017

Un año más, que más da


Ayer cumplí 62 añitos y como no me gustan los saludos de cumpleaños me lo tuve bien calladito, milagrosamente Facebook tampoco puso una palabra sobre el asunto -gracias a que eliminé la fecha- y así me evité de estar poniendo gracias, gracias, gracias... etc. ad infinitum. El saludo de cumpleaños es una de esas normas sociales absurdas que todos practicamos -de hecho yo saludo a todo el mundo por Facebok para su cumpleaños- pero no tiene ninguna lógica ¿por que nos deben felicitar por ser más viejos? En fin, lo peor es cuando son muchos amigos y hay que dar muchas veces las gracias, es aburridísimo. Yo se que es una muestra de cariño, pero francamente prefiero los regalos o depósitos en efectivo que superen los 200 dólares. Ahí si que da gusto dar las gracias.

Y a propósito de regalos, este año la Pilar por fin le apuntó, en lugar del tradicional desodorante me regaló tres botellas de vino: un Syrah, un Carmenere y un Cabernet Sauvignon, me las voy a tomar en tres días consecutivos a ver si por fin encuentro la diferencia, porque hasta ahora para mi el vino es vino y lo único que me interesa es que contenga alcohol etileno.

Mi buen amigo McDonnell me dijo que teníamos que celebrar por lo alto así es que nos fuéramos donde preparan los mejores martinis de Arica, no me demoré nada, a las 8 estábamos haciendo guardia en la puerta del restaurant Maracuya, donde recuerdo que hace muchos años me había tomado unos buenos martinis con Stephen. Siguen igual de buenos, nos tomamos dos cada uno y quedamos hablando en chino mandarín, fue divertidísimo, el lugar es muy bonito y el precio apropiado para el lugar: alrededor de 30 dólares propina incluida.

En fin, un año más y un año menos. El invierno pasado por primera vez sentí problemas de salud, los que ignoré olímpicamente hasta que desaparecieron. Ya volverán, siempre vuelven y se van acumulando, hasta que la vieja de la guadaña se acuerde de mi y venga a buscarme. Me importa un pepino porque he sido tan bueno en mi vida que si existe el paraíso mi premio me está esperando en el otro mundo, ahora si es el paraíso musulmán con 70 vírgenes para mi solito, tanto mejor. Y si simplemente se apaga la luz y desaparezco sería lo mejor de todo: se terminan todos los malditos problemas. No me explico ese terror a la muerte, que tontera más grande.

La verdad es que los martinis, que terminamos con dos cervezas grandes, a modo de bajativo, me golpearon un poco y hoy tengo una bolsa de gatos dentro de mi estómago, así es que no escribo más por hoy. Será hasta tomorrow.

10 comentarios:

  1. Estimado Tomas

    Aunque no te guste , un saludo a la distancia y fuerza en la resaca .
    Siempre leer tu columna me acerca a Arica ;tengo por dicha ciudad un cariño especial por todo lo que represento para mi en esa época .
    Como te comente en tu columna del Viernes fuimos compañeros de carrera , así muchas de las historias acá leídas me transportan a esos años 80 .....

    Saludos

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  2. ¡No voy a poner gracias, maldita sea, no voy a poner gracias!

    :D ¡Un abrazo compañero!

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  3. Un abrazo a la distancia , desde Curico .
    Notable las historias de los 80 , pero nada supera las del gran Matute .....incluido su bálsamo .

    Saludos

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  4. Jamás tomé un Carmene.
    Yo dejaría el Syrah para el último, a ver si nota diferencia.
    No deje de probar, alguna vez
    el Tempranillo
    el Bonarda
    el Malbec desde luego
    salutti

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  5. Una Pregunta : ¿los Martinis , son mezclados o agitados ? .....jejejeje

    Marcelo

    Pd. Los vinos, a pesar que en casa los fines de semana era sagrado un pescado y su vino blanco, jamás logre acostumbrarme a ese bebestible.....aunque lo bebo en ocasiones especiales

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  6. Las tallas del Matute, eso es para escribir una ENCICLOPEDIA

    Ulschmidt, seguiré el consejo, el Syrah para el final. La verdad es que yo tengo muy poco paladar para el vino, aunque me encanta quedar a medio filo

    Marcelo, mezclados por supuesto, con una varita de vidrio en un jarro grande con hielo. Cinco vueltas para cada lado para que no se vaya a contaminar el menjunje con agua. Ese Ian Fleming era un bruto ¡agitar un martini!

    A mi me costó mucho acostumbrarme al vino, me producía reflujo pero desde que me acostumbré lo tomo como aguita. Nada que contenga alcohol puede ser malo

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  7. Una Pregunta : ¿los Martinis , son mezclados o agitados ? .....jejejeje

    Marcelo

    Pd. Los vinos, a pesar que en casa los fines de semana era sagrado un pescado y su vino blanco, jamás logre acostumbrarme a ese bebestible.....aunque lo bebo en ocasiones especiales

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  8. Parece que estoy con hipo....se repitio la pregunta.

    En lo personal...un buen cartoné, me sirve para un asado, con respecto a bebestibles mas fuertes, después de pasar por varios tipos, me quede con el Havana.....y ahí me quede.

    Tragos combinados, termino mareado muy rápido y termino agarrado en el manubrio de loza, con la típica promesa de nunca mas.

    saludos Marcelo

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  9. En Mendoza vi como le agregaban agua mineral o hielo al Malbec, realmente terminé espantado por esa aberración. Ahora bien, no entiendo por qué se hace.

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  10. No tiene nada raro agregarle agua al vino, los franceses le echan agua de la llave a su finísimo cognac (fine al eau o como se escriba). En realidad creo que todos los licores se pueden mezclar como uno los prefiera, aunque a mi nunca me ha gustado la idea del "jote" (vino con cocacola) no le veo nada malo en principio, los clery son más o menos la misma cosa.

    De acuerdo a las instrucciones de Uslchmidt, le estoy dando el bajo al cabernet ahora mismo ¡salud!

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"