Guerra electrónica y guerra económica

 Guerra electrónica
Estoy leyendo un entretenido panfleto llamado The U.S. Army concept for Cyberspace and electronic warfare operations 2025-2040. Uno de los conceptos más repetidos es el de "integración", señalan que el Ejército de los Estados Unidos es la fuerza militar terrestre más poderosa y compleja que existe actualmente, lo que presenta enormes problemas de integración y coordinación de sus capacidades.

Las operaciones en el cyberespacio, es decir en Internet, están creciendo en complejidad e importancia y afectan los dominios políticos, económicos, de información, cultural, etc. y afectan tanto a usuarios militares como civiles. Muchas tecnologías de las que están apareciendo son de uso dual, el GPS por ejemplo tiene amplias aplicaciones militares pero también civiles así es que son tecnologías que se congestionan rápidamente.

Estos aumentos de alcance y congestión hacen crecer las amenazas y vulnerabilidades de los sistemas frente a armas, pulsos digitales, laser, microondas, etc. destinadas a destruir por alcance o proximidad los chips electrónicos o incluso software de intrusión que permita alterar el funcionamiento lógico de los programas. Mientras más aumenta la complejidad, más vulnerables se hacen los sistemas.  Actores estatales y no estatales, hasta particulares solo por divertirse, dedican tiempo y recursos a tratar de intervenir los sistemas.

La guerra electrónica está tomando cada vez más importancia en las operaciones con armas combinadas por el poder integrador de muchas de sus herramientas, por ejemplo las comunicaciones, pero la cosa va mucho más allá de comunicarse de manera segura e intentar penetrar las comunicaciones enemigas, también existe multitud de señales de control de armas y herramientas de inteligencia y guerra psicológica.

El objetivo de las operaciones en el ciberespacio y guerra electrónica es apoyar la operación de equipos combinados, multifuncionales, para detectar, acercarse y destruir medios del enemigo, influenciar a la población y asegurar los territorios ocupados.

Uno de los mayores desafíos de estas operaciones es la disponibilidad de gente entrenada para apoyar y conducir operaciones en que intervenga la guerra electrónica, porque la naturaleza de estas es mucho más complicada que las operaciones militares normales y requiere de un espectro de capacidades que van más allá de lo meramente técnico-militar.

 Guerra económica
Al leer este panfleto me acordé de una idea que tengo desde hace bastante tiempo y que a veces he comentado acá mismo sobre las guerras del futuro. Hace algunos años a alguien se le ocurrió que las guerras del futuro no serían para disputarse territorios, espacio vital ni minerales estratégicos, debe haber sido en los años noventa que leí por primera vez eso que "la Tercera Guerra Mundial será por disputarse el agua dulce", una idea que encendió la imaginación de mucha gente, pero pensándolo bien era una completa estupidez.

Resulta que el agua dulce es infinita para todos los efectos prácticos, se recicla de manera natural y continua y su disponibilidad depende de factores que el hombre está muy lejos depoder controlar, en particular del clima y otros fenómenos geológicos, así, cualquier supuesta "guerra por el agua" se convierte en una guerra por territorio, común y corriente, como han existido desde que se empezó a escribir la historia.

En verdad las antiguas guerras por territorio -anexión de provincias o países enteros al estilo Hitler- parecen pasadas de moda, porque el costo de ocupar y mantener un territorio puede resultar ruinoso y difícilmente se recupera por la explotación de recursos naturales. Recursos como el guano, antes bastaba con agacharse y recogerlos pero hoy, con muy pocas excepciones requieren de una inversión de muchas cosas diferentes: capitales enormes, alta tecnología, estabilidad política, etc. Además la explotación por parte del estado ya está prácticamente muerta en el mundo, la división del trabajo ha llevado a que sean multinacionales especializadas las que hacen la operación, al menos en los países más civilizados.

Por eso yo creo que el foco de las guerras, al menos entre países modernos, que tienen controlados a fanáticos religiosos o bien confinados a guerrillas terroristas,  es la guerra económica. Yo creo que esa si que es la guerra del futuro y las fuerzas armadas de los países deben ir preparando recursos físicos y humanos de guerra económica.

Una guerra económica puede debilitar hasta poner de rodillas a un gobierno hostil. Solo piensen en como eran los gobiernos de Cuba, Venezuela o Brasil antes del desplome del precio del crudo: fuertes, con cohesión interna y con áreas de influencia coimeando al resto de América Latina. Miren como está hoy Venezuela o Cuba. Y eso que nadie le ha disparado un solo cañonazo a sus fuerzas armadas de opereta, no ha sido necesario.

El poder de la economía puede ser un arma tanto o más poderosa que submarinos y tanques. Eso Chile debería tenerlo en cuenta -por ejemplo- con el gobierno permanentemente hostil de Evo Morales. Una división, departamento o lo que sea de guerra económica no nos vendría nada de mal, porque si la tenemos, no se nota mucho.