09 enero 2018

No vendo el CRX

Mi vecino Arturo me preguntó si vendía el CRX. El vende autos, tiene cuatro BMW, un Range Rover y varios autos más, mi calle parece Rodeo Drive. La cosa es que lo quería para restaurarlo, que es exactamente la razón por la que lo tengo oxidándose, sin ruedas, hace más de 10 años. Creo que con un millón y medio lo restauraría, incluyendo un motor nuevo, el que me pintó la casa rodante me ofreció pintarlo por unos 550 dólares, todo incluido. Siempre me preguntan si lo vendo y hay un tipo que lleva años preguntándome lo mismo, cada año viene a la casa o me manda un mail para saber si lo vendo: Ruperto no se rinde.

El modelo CRX HF 1988 debe ser el auto más lindo que ha fabricado Honda, esa carrocería se produjo solo cuatro años, entre 1988 y 1992 si no me equivoco, el auto tiene hoy 29 años, le falta un poco para ser un clásico pero en unos 10 años más lo podría inscribir en el Club de Autos  Antiguos, por ahora es un minor classic nomás, pero con buen futuro porque al menos en Chile van quedando muy pocos y en Estados Unidos ya se están empezando a vender como autos de colección. Ya tendré plata para dejarlo así de nuevo

Una de las razones por que quiero tanto este auto es que el motor lo he desarmado completo como cinco veces, hasta el último tornillo, como pueden ver aquí, el auto ha sido mi profesor de mecánica, es increíble lo que he aprendido. Bueno, en realidad los desarmó mi otro vecino que es mecánico, yo solo ayudé a mirar. Le hemos hecho ajuste completo varias veces, cambiado pistones y la culata la he rebajado tantas veces que ya no aguanta más reparaciones, con dolor de mi alma tendré que cambiar ese motor, uno de los más fieles que he tenido.

Recuerdo haber subido la empinada cuesta de Camarones, de 21 kilometros y luego la cuesta de Chaca, de 5 kilómetros sin una gota de agua en el radiador (roto), en primera y segunda con el indicador de temperatura pegado en rojo y el auto siguió funcionando. Muchos problemas en mitad del desierto, donde no pasa ni un alma y nunca me dejó botado. Vender ese auto sería una traición, ni pensarlo, me prestó más de 10 años de fieles servicios.

Años atrás escribí Automanía, las aventuras de un seudo mecánico, donde contaba la historia de cada uno de mis autos, me falta agregar el Toyota Vitz, que todavía lo tengo en observación. En fin, mañana empiezo a sacal el oxido con WD-40 de la carroceería y luego la voy a engrasar entera para que no siga la corrosión, algún día lo voy a restaurar y si me muero antes, en lugar de comprar ataud que me entierren adentro del auto, así paramos las chalas juntos.

En fin, me estoy acostumbrando a la flojera de publicar entradas cortas e irrelevantes, que diablos. Hasta mañana.

9 comentarios:

  1. Estaba viendo el link del proceso de reparacion del motor y me acordé cuando tuve la pesadilla de reparar el de mi Alto 2008 (800)que sufrio un calenton y estuve 2 meses de para.

    de a poco, le he estado haciendo mantenciones dependiendo de lo que haya que hacerle... pero ver esa belleza restaurada... y funcionando... es como sentirse en la gloria.

    ResponderBorrar
  2. Si José, no hay nada más bonito que ver como queda un motor recién ajustado

    ResponderBorrar
  3. Ofrezco 3 Glenfiddich , 3 Packs de Torobayo...aunque pierda XD

    ResponderBorrar
  4. Yo creo que muchos nos apegamos a un auto, no solo porque (como en mi caso) no podemos cambiarlo año a año, sino que con el paso del tiempo y al ver que ha soportado tanto castigo, le hemos metido tanta plata en reparaciones y, como en mi caso, hemos aprendido de mecanica con él, practicamente es nuestra "extension" del cuerpo humano. Incluso es nuestro "sello característico" (en mi grupo de amigos, muchos me conocen o me ubican por el auto). Es una especie de agradecimiento por las millas recorridas, lugares conocidos, historias (algunas turbias, jejejeje).

    Es ese "lazo irrompible" que se crea y nos impide desligarnos de nuestras cabalgaduras. Mi alto ya va a cumplir 10 años conmigo, mi madre en ese lapso ya lo cambió 4 veces, partiendo por un Maruti, y ahora tiene un S-Cross armado en Hungria por la Magyar Suzuki.

    ResponderBorrar
  5. Rodrigo jaja, venga ese copete

    José, efectivamente encariñarse con un auto sale caro en reparaciones, pero cambiarlo cada pocos años creo que sale todavía más caro. Además que uno se encariña con los cacharros que ni te cuento...

    ResponderBorrar
  6. .. Hay un momento en que la derivada de la curva de depreciación con respecto al tiempo es superada por la derivada de la curva de costos de reparación, en ese justo momento, si Ud. se imagina ambas curvas mientras está conduciendo y pensando en cambiar el auto, puede distraerse y chocar. Entonces va a tener que cambiarlo sí o sí. Uls

    ResponderBorrar
  7. Ulschmidt, creo que este es un típico ejemplo de decisión financiera que no tiene una "solución correcta" y por lo tanto no tiene mucho sentido decidir en base a un cálculo de costos y beneficios. Entran muchas variables aleatorias en el costo y la depreciación, no son curvas simples y como en toda deciión financiera que se respete, el futuro introduce incertidumbre.

    Por eso en lugar de hacer cálculos falsamente seguros, en este caso yo creo que lo mejor es tomar la decisión por cuestiones "de principio" (por ejemplo: me entretiene reparar los autos viejos o me gusta ir a la segura y cambiar a 0 Km cada año, etc.), creo que el riesgo es practicamente el mismo

    ResponderBorrar
  8. Respetuosamente discrepo. EL decisor mas potente es: ¿me miran las minas en este auto? :-)

    ResponderBorrar
  9. jajaja, me acorde de una historia real como la vida misma. Un compañero de la U que era como piedra de curanto pero feo como el cuco, estaba convencido que para conseguir minas había que tener un rico auto, entonce cada vez que andabamos por la playa y pasaba una mina rica en rico auto decía "¿viste? rico auto, rica mina". Tan obsesionado etaba con el asunto que convenció a su papá que le comprara una camioneta 0 Km y aldaba por todos lados dando vueltas.... solo.

    Entonces reconoció que se había equivocado, que la regla en realidad era "rica moto, rica mina". Trabajó y trabajó hasta que se compró una moto y todos le decían cuando lo veían solo "Hey, rica moto ¿y la rica mina?" No diré su nombre para proteger a los inocentes...

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"