04 febrero 2018

El legado



La lista de fracasos del gobierno de Bachelet es larga y conocida por todos, no vale la pena pasarse el tiempo refregándoselos en la cara y diciendo "yo te dije que esto iba a pasar" ¿para qué? La señora ha recibido bastante castigo y hoy vive refugiada en el imaginario mundo de "su legado", el refugio natural de los que fracasan "el mundo no me comprende hoy, pero la historia me redimirá". El legado de la Unión Soviética, de la Unidad Popular,el legado de la Concertación, está lleno de legados por el estilo.

Bueno, uno de estos legados que viven en la imaginación de Bachelet y sus adictos es la gratuidad de la educación superior, basada en la idea que la educación universitaria debe ser un derecho proveído por el estado, pagado por los impuestos, para todo el que quiera estudiar. La idea suena maravillosa para la mentalidad básica del populacho, ¿quien no quiere ser cirujano o físico nuclear? Pero esta linda idea tiene consecuencias inmediatas y claras como el vodka (usando la hermosa metáfora de José Cornejo). En efecto, algunas de estas consecuencias inesperadas están apareciendo desde el minuto cero de la implementación, otras más complejas y duraderas irán surgiendo con el tiempo.

La primera consecuencia es económica. Años atrás comenté sobre  el interesante trabajo del profesor Horacio Piffano, de la Universidad Nacional de la Plata en la entrada Aspectos económicos de la gratuidad universitaria,  se trata de un análisis sin ideología ni juicios de valor, que simplemente anticipa las consecuencias de dar gratuidad y sobre todo los problemas de selección. No puede existir gratuidad sin una afinada selección. Un mal sistema de selección implica botar a la basura miles de millones de dólares además de mucho tiempo y esfuerzo de alumnos que, después de años, se dan cuenta que no sirven para lo que querían estudiar.

También hay problemas sociales de mayor alcance, como la inevitable pérdida de valor individual de cada diploma al masificar su entrega y la  -también inevitable- pérdida de "calidad" -ese concepto tan elusivo y abusado- que implica entregar el mismo producto a mucha más gente gastando más o menos la misma cantidad de plata.

Porque si la educación universitaria se va a pagar con impuestos y no va a ser estrictamente meritocrática, existe un techo inamovible en la cantidad de recursos que puede gastar el fisco en ella. Desde hace años debimos haber aprendido que "el estado" no tiene ninguna fórmula mágica para crear riqueza y como el presupuesto de educación ya es desmesuradamente grande, será muy difícil que se puedan agregar más fantastillones ordeñando mayores impuestos. Conclusión: se pretende financiar a muchos miles más, a riesgo de malgastar la mayor parte y sin tener los millones necesarios.

La ministro de Educación lo dijo de manera casi festiva "el próximo gobierno tendrá que ver de donde salen los recursos, nosotros establecimos el derecho", que mejor muestra de la incompetencia  Pero también ha sido una buena demostración que el mercado y los incentivos económicos siempre se imponen frente a la retórica, eso es lo que ocurre con la fallida gratuidad.

En su ignorancia los que diseñaron el sistema tuvieron que recurrir a la fijación de precios, porque las universidades chilenas están entre las más caras del mundo y nuestros profesores pehuenches, flojos y obsoletos cobran como si estuviesen haciendo clases en Oxford, Princeton o Cambrigde, especialmente en las tradicionales, que funcionan como "mingas cooperativas", donde ellos mismos se fijan el sueldo. ¿Que pasa si el estado los obliga a cobrar menos y no cubren sus gastos? Tendrán que echar gente y bajar costos, pero la Ley de Hierro de las burocracias dice que lo último que se corta son los gastos abusivos o innecesarios. Entonces diseñarán nuevos currículum de mentira, bajando las horas de clase al mínimo.

Y así tendremos a ingenieros con menos matemáticas, médicos con menos anatomía, arquitectos con menos talleres, etc. etc. tendremos muchos más profesionales que sabrán mucho menos, es decir el valor individual del diploma perderá su valor. ¿Perderá? Que digo, lo está perdiendo hoy mismo. Cada día nos acercamos a la situación de Cuba donde ingenieros nucleares manejan taxis, porque no saben otra cosa que operar centrales atómicas rusas que dejaron de existir hace décadas. Y ni eso lo saben muy bien que digamos.

Este legado tan altruista, de dar educación superior gratis para todos, incluso a los tontos e indolentes, nos lleva a la actual cesantía estructural, sistémica, que será cada día peor. Miles de millones de dólares se están botando a la basura en "educar" a personas que no tienen las capacidades, la voluntad ni el interés por desarrollarse en su profesión. Mientras no exista un colador académico y meritocrático estricto, este legado está incubando otro fiasco, de la larga lista que han dejado la sucesión de gobiernos de incapaces, que llegó a su culminación con Bachelet y su legado.

Ustedes estarán pensando que esto ya lo he escrito antes, que estoy gaga y me estoy repitiendo. ¡No señores! es solo el antipasto algo que se nos viene encima muy pronto: la cesantía estructural, permanente, cientos de miles de personas sin las habilidades mínimas para ganarse la visa, esto puede durar por lo menos un par de generaciones.

Y no es por culpa de la tecnología, ni el capitalismo, es consecuencia de las de 20 años de política educacional desastrosa, una permanente destrucción de valor y derroche, en beneficio de un pequeño grupo de políticos, profesores, directivos, en el parlamento y en los gobiernos. Para todo el resto, la cesantía estructural se nos viene encima y nos veremos obligados a ponernos creativos, acuérdense nomas.

Pero todo se ajusta de manera natural, no se puede torcer al mercado. ¿Saben que va a pasar como resultado de estas políticas estúpidas? La elitización. Viene un auge de universidades privadas carísimas, donde solo entrará el que pueda meterse la mano al bolsillo. Esos serán los únicos diplomas que tendrán algún valor. Es un proceso que ocurrió en Perú, Argentina y otros países, donde tener diploma de alguna universidad nacional (estatal) es un estigma en lugar de un orgullo. A eso vamos.

14 comentarios:

  1. Tomás, en mi opinión el origen de todo este entuerto estuvo en el aumento explosivo de la cobertura de la educación Universitaria. O sea el aumento de la cantidad de alumnos que accedían a la Universidad. Como muchos no tenían el dinero para pagársela y el crédito del fondo solidario (con el que yo estudié) estaba limitado a las Universidades del Cruch solamente (si mal no recuerdo), a Lagos y a los políticos no se les ocurrió nada mejor que inventar el engendro del CAE, cuando podrian haber ampliado el crédito del fondo solidario y complementarlo con algún sistema de becas para los estudiantes más esforzados y meritorios.

    El engendro del CAE fue la antesala del engendro de la gratuidad. Un negocio redondo para los bancos pagados por los giles, por Moya, como siempre, a través de la recompra de las carteras de deudores más riesgosos por parte del Estado. Nunca se debió dejar crecer la cobertura de manera descontrolada sin considerar los efectos de la desvalorización de los diplomas y la falta de financiamiento privado debido a los pocos recursos de los nuevos cohortes que ingresaban a la Universidad. Con una combinación inteligente de créditos blandos (como el fondo solidario) más becas para los que se las merecieran, se podría haber evitado todo este entuerto que tendrá nefastas consecuencias a mediano y largo plazo.

    Lo que percibo es que detrás del aumento indiscriminado y explosivo de la cobertura hay toda una cuestión de propaganda. Recuerdo bien los discursos de Lagos como Presidente ufanándose que "cada vez hay más hijos de primera generación de su familia que ingresan a la Universidad". Y en general si te fijas hay un consenso bastante extendido en que la Universidad es una especie de ascensor para dejar de ser pobre, entonces el aumento explosivo de la cobertura es visto como algo naturalmente positivo, sin pararse ni un momento a analizar los efectos colaterales de desvalorización de los diplomas, cesantía ilustrada y un financiamiento adecuado para los nuevos cohortes más numerosos.

    Y ojo que una de las primeras Universidades más afectadas es el feudo de Carlos Peña. La UDP está en serios aprietos financieros por haber entrado a la gratuidad. Ya tuvieron que cerrar uno de sus institutos y están debatiendo si siguen o no adhiriéndose.

    La cobertura de educación Universitaria debería responder a la realidad del mercado laboral local, no al revés. No se saca nada con tener cientos y miles de "profesionales" para un mercado que no les va a dar cabida.

    ResponderBorrar
  2. Claro, esa es más o menos la historia, fue un continuo de malas políticas a partir de 1990, cuando se cerró la puerta a la creación de nuevas universidades y en la práctica se empezó a regalar plata al oligopolio de las universidades privadas que quedaron por medio de créditos avalados por el estado que casi nadie pagó.

    El diseño original de mediados de los 80 era perfecto: los talentosos estudiaban gratis (becados) o con Crédito avalado por el estado en las universidades tradicionales, el que no le daba el talento simplemente pagaba cash todos los meses e iba a una universidad privada. Estaban los incentivos correctos para estudiar, por un lado no perder la beca o el crédito y por el otro no perder la plata que estaban pagando.

    La extensión del crédito a las privadas fue -además de un negociado- un error inmenso porque creó el incentivo perverso para que los flojos y los tontos entraras a estudiar en carreras para las que no tenían la capacidad. Si les iba mal no pasaba nada, pagaba Moya.

    El verdadero negociado de la educación fue creado por Lagos y llevado a su máxima locura por Bachelet con su idea estúpida e inviable de gratuidad para todos independiente del rendimiento académico. Crearon el incentivo perfecto para que las universidades busquen forrarse con plata fácil desde el fisco, miles de millones que son botados a la basura cada año.

    A la larga vamos a volver de manera natural al diseño original, las universidades privadas se van a dar cuenta que la gratuidad es pésimo negocio y buscarán perfeccionarse como de elite, igual que los colegios pagados caros. Las universidades estatales se irán hundiendo y quedarán de cuarta categoría como ha pasado en muchos otros países, es inevitable, va a pasarles lo mismo que a los liceos y escuelas municipalizados.

    ResponderBorrar
  3. Yo creo que el peor legado de la gorda fue el cagazo economico de su reforma tributaria. Miles de personas con trabajos precarios, cesantia, bajos sueldos y el estado endeudado como nunca. Con solo eso ya hemos bajado bastante en varios rankings de competitividad y economico.

    Respecto de la reforma educacional solo ganaron los que fueron mas vivos (UMAYOR, UAI, etc) y no creyeron en los cantos de sirena del gobierno que hizo una reforma solo para beneficiar a las ues estatales.

    ResponderBorrar
  4. Justo me encontre con una columna que dice lo mismo que este articulo.

    http://www.quepasa.cl/articulo/opinion-posteos/2018/02/muerte-a-la-universidad.shtml/

    Respecto de las ues privadas me acorde de esta joyita que aparecio en los medios hace unos dias.

    http://www.eldinamo.cl/educacion/2018/01/30/admision-2018-solo-266-de-los-seleccionados-en-ues-privadas-superaron-los-600-puntos/

    ResponderBorrar
  5. Como dices es un desperdicio de recurso monstruoso financiar a patanes que se dedican a tomar tirados en el pasto, y profesores que simulan enseñar algo que ya es inutil o lo sera en el corto plazo. No tengo nada contra los que toman en el pasto, siempre que no lo hagan con la plata que me roba el fisco.
    Lo peor es que no habra plata para financiar una educacion razonablemente despertadora de aptitudes en los mas pequeños; que con suerte seguiran engrosando las filas de trabajos basicos que cada año seran menos demandados, salvo que los salarios minimos sean aun mas minimos.
    La proyeccion de la Gordi ha resultado peor que el Chicho...

    ResponderBorrar
  6. Si, pero ojo, esto empezó el año 2000 y tuvo un salto cuántico con la teoría de Brunner (que era un refrito de los socialdemócratas europedos) esa teoría decía que masificando la educación se iba a masificar el ascenso social y la creación de riqueza, fue una chingada ENORME, muestra lo malo que es cualquier gobierno cuando decide "incentivar" algo con políticas públicas. La educación debe estar completamente en manos del mercado sin ningún actor que la distorsione, mucho menos el gobierno.

    Bachelet le puso el último gran clavo al ataud de la creación de capital humano en Chile, un desastre

    ResponderBorrar
  7. Tomás, eso que dices es justamente la misma proyección que he hecho. Es demasiado obvio que la gratuidad está pensada para forrar a las Universidades estatales y un poco menos a las del Cruch, y para forzar a las privadas a depender del fisco o elitizarse. Las universidades que no adhirieron a la gratuidad como la UAI, la UDD, la U Andes etc tienen una oportunidad de oro para captar a los mejores alumnos de entre los que pueden pagar y convertirse en Universidades de excelencia, muy por lejos de las estatales y las tradicionales del Cruch. Tal como pasa con los colegios particulares pagados respecto a los municipales y los subvencionados malos. Los que puedan pagar y sean capaces, eligirán las privadas pagadas para tener un diploma que valga. Y los que puedan pagar pero sean incapaces, eligiran alguna estatal o tradicional del Cruch para no esforzarse tanto y de paso les sale más barato por la fijación del tope de aranceles. Al final los naipes se van a reordenar solos. La única duda que me asalta es cuanto tiempo. Sospecho que no menos de 10 o 15 años de transición para que empiecen a verse los efectos.

    ResponderBorrar
  8. Yo creo que la cosa puede empezar con la Católica, su operación en gratuidad es insostenible y la ingerencia del estado muy pronto se va a poner inaceptable. La PUC y la Santa María pueden convertirse en universidades pagadas con un fuerte componente de becas para captar a los alumnos más brillantes, tienen todo para convertirse en universidades de excelencia sin depender de rankings, acreditaciones, pruebas de ingreso estandarizadas ni nada de eso. Como dices, tienen una oportunidad de oro, si no se los come la flojera y el statu-quo

    ResponderBorrar
  9. En el caso de la PUC estoy completamente de acuerdo. Por lo que vi de los 20.000 alumnos que tienen solo 5.000 dependen de la gratuidad (o sea de los recursos del Estado) para poder estudiar. De las Universidades con déficit la PUC es la que menos tiene, pero por otro lado como dices la injerencia del Estado puede volverse inaceptable para una Universidad como esa. Yo creo que la PUC perfectamente puede salirse de la gratuidad, pero tendrían que acomodar la retórica institucional que tienen de "acogemos a los alumnos vulnerables" y cambiarla por algo como "acogemos a los alumnos vulnerables siempre y cuando sean capaces y se la puedan para obtener becas".

    En el caso de la USM lo veo más complicado por la composición social del estudiantado. Estudié ahi hace poco y el grueso de los alumnos depende de recursos externos como créditos para poder estudiar. No creo que mucho más de la mitad se pague la Universidad del bolsillo de sus familias como la PUC. Es decir dependen mucho más de que el fisco les pase plata. Quizás una forma de arreglar eso es que vuelva a ser la Universidad "cuco" que era en los años 80 y 90 con altísimas tasas de reprobación y deserción, donde solo los MEJORES (así, con mayúscula) podían graduarse, eso los llevaría por una parte a reducir la matrícula total pero al mismo tiempo elitizarse en un sentido académico para captar los mejores, sea que puedan pagarsela el bolsillo de su familia o a través de becas. Estando allí vi como el nivel de exigencia iba bajando sin que se notara demasiado, pero iba bajando. Cada vez era menos "cuco", sobre todo con los famosos ramos "coladores" que cada vez colaban menos y ya dejaban pasar de todo.

    ResponderBorrar
  10. La Católica está en pole position, la Santa María perdió su brújula hace años, de ser la universidad para el "pobre meritorio" con profesores alemanes corta-pescuezo pervirtió en buena parte su identidad y su mística, mi pariente lejano don Federico debe estar pateando el cajón de rabia al ver lo que hicieron con su fortuna.

    La USM siempre debió ser formadora de técnicos, ingenieros de gran competencia práctica y universidad de elite en sus grados superiores, debieron buscar mecenazgos para becas porque esa era su vocación y el mandato que dejó su fundador, pero en algún momento funesto cambió de UTFSM a USM, su diseño era de escalera donde entraba un muerto de hambre, le enseñaban a ser un técnico de primera y si le daba el mate seguía con ingeniería, master y doctorado. La plata debía ser de mecenazgos y tener una matrícula pequeña, muy selecta. Lamentablemente en algún momento perdieron la brújula.

    El modelo que tuvo Alicia Romo con la Universidad Gabriela Mistral fue interesante y visionario: una universidad de nicho, pequeña, 100% privada (en principio no le interesaba ni siquiera acreditarse), pero la presión del ecosistema fue demasiada y terminó vendiendo la universidad ("cartucha con nombre de lesbiana" decían los comunistas) a una congregación religiosa.

    Es una tragedia cuando por culpa de políticas públicas estúpidas se van destruyendo identidades y místicas universitarias, lo mismo le pasó a la Universidad del Norte, donde yo entré a estudiar en 1978, ha pasado a casi todas, ya no son ni la sombra de lo que fueron.

    ResponderBorrar
  11. El verdadero legado de la infame serán los cien mil haitianos que dejó y se sigue dejando entrar...

    ResponderBorrar
  12. De hecho eso de la elitización lo he estado viendo en otros ámbitos, donde ante la aversión a todo con aire progre y postmo se está desarrollando un esnobismo exaltado.

    ResponderBorrar
  13. Y esperate que ahora quieren que la PSU incluya solo materia hasta segundo medio. Es que es muy difícil...

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"