11 abril 2018

Jueces y política

"Si ustedes miran y analizan la estructura de los jueces se van a dar cuenta de que la mayoría de los jueces son de izquierda", planteó este sábado el ministro de Justicia, Hernán Larraín, durante un congreso programático que realizó la Unión Demócrata Independiente.
El jefe de la cartera indicó que quiere hacer "algunas modificaciones" al Poder Judicial, planteando que "la mayoría de los jueces son de izquierda" porque "en los últimos 28 años hemos tenido cuatro años de Gobierno de derecha y 24 de izquierda".
El ministro agregó que "lo que hay que hacer es tener un mecanismo de designación de jueces público, transparente, fundado en los méritos y no en el amiguismo".
Todas sus declaraciones fueron durante el congreso "La UDI por un mejor Chile del futuro".
(24 horas, política)

Cuando leí esta declaración de Larraín me acordé de inmediato de don Jorge Quiñonez Garat, el mejor juez que ha pasado por los tribunales de Arica, hombre de izquierda convencido y que nunca metió en sus fallos sus convicciones políticas. Conversábamos mucho con don Jorge en los casi diez años, cuando yo hacía como que trabajaba en los Tribunales de Arica y discutíamos a veces de política, donde teníamos ideas exactamente opuestas. Pero si me hubiese ido preso, siempre pensaba que ojala me tocara un juez como él. Esa corrección hasta la médula fue la razón por la que nunca fue ascendido.

Lo que dijo Larraín es 50% cierto. No es cierto que la mayoría de los jueces sean de izquierda, lo que pasa es que los que son ascendidos a ministros de corte y supremos acomodan sus fallos para complacer al gobierno de turno. Yo pienso que no es asunto de ideología porque más de un juez apodado "el milico" durante los militares, ascendió rápidamente apenas se alineó con la izquierda en sus fallos. Más bien muchos se las arreglan para mantenerse donde calienta el sol, sin importar que eso signifique torcer la ley para dejar sueltos a los culpables y encarcelar a los inocentes -a sabiendas- de acuerdo al poder político de turno.

La Reforma Procesal Penal algo tuvo que ver con todo esto,porque se concibió como parte de un proyecto para purgar el Poder Judicial -por distintos medios- de los jueces que no simpatizaban con la Concertación que no eran pocos. Parte de la estrategia de diseño consistió en disolver el poder de los jueces, multiplicando su número, entre 1990 y 2000 la planta de jueces y tribunales se multiplicó y los gobiernos no tuvieron contrapeso para nombrarlos.

Otra estrategia usada para el genocidio judicial de los noventas, fue la creación de la Academia Judicial, un botín de guerra para el entonces poderoso Partido Demócrata Cristiano y su brazo financiero, la Corporación de Promoción Universitaria, donde aprovecharon de poner a los suyos con el flujo de millones de dólares que llegaron desde el Departamento de Estado, la Fundación Konrad Adenauer, Fundación Ford, Open Society y otros filántropos por el estilo.

Finalmente aplicaron el congelador a todo juez que no se sometiera al diktact de los nuevos tiempos de alegría, todos los jueces tiesos de mechas que no se avinieron a dar el juramento de rigor durante los tradicionales besa-manos, instancias claves para decidir las ternas, fueron puestos en el congelador, como le ocurrió a mi entrañable amigo el juez Quiñones, que jubiló como juez de garantía.

Hasta allí todo iba más o menos normal. Desde siempre los gobiernos han usado su poder para nombrar jueces afines, aunque con la reforma se les anduvo pasando la mano, los jueces prevaricadores -prevaricar es la aplicación torcida de la ley a sabiendas, para propósitos diferentes de hacer justicia- no hacían carrera muy brillante, como le pasó al recordado Juez Guzmán..

En mi opinión hubo un cambio importante con la llegada al poder de Ricardo Lagos, justo cuando empezó la corrupción del estado en gran escala y aparecieron casos como MOP-GATE, sobresueldos, Corfo y otros que pudieron haber mandado a la cárcel al presidente tal como le ocurrió hace poco a Lula en Brasil.

Los escándalos del período de Lagos deben haber provocado advertencias y un nuevo enfoque de los gobiernos socialistas que vinieron, seguramente se dieron cuenta cuan vulnerables eran ante los jueces, lo que los decidió a acelerar la toma del Poder Judicial con una politización mucho más fuerte. Algún día escribiré sobre la curiosa "transición chilena 1990-2018" entre la Democracia Cristiana y el Socialismo donde, en mi opinión, ambos terminaron heridos de muerte, sobre todo la Democracia Cristiana.

La corrupción económica se extendió entonces a la judicial, manejando de manera muy hábil las mayorías parlamentarias y la manipulación de los procesos de promoción mucho más dura y dirigida, que aprovecharon abogados simpatizantes de los partidos comunista, socialista y PPD para ascender a cortes de apelaciones. Y no solo fueron jueces de izquierda los ascendidos sino los con menos escrúpulos, dispuestos a todo para hacer carrera. Muchos de los llamados "jueces de izquierda" no son de ningún partido político, simplemente son oportunistas que hacen lo que sea necesario con tal de ser ascendidos.

Desgraciadamente la idea de corregir el sistema de nombramientos para colocar "jueces justos, sin importar su ideología" es conmovedoramente ingenua, por no decir tonta. Las cortes de apelaciones y suprema hoy están copadas con jueces corruptos y oprtinistas, profundamente involucrados con los políticos que los nombraron y a quienes le deben lealtad perruna. Se podría pensar que este es un problema sin solución, pero claro que tiene una solución y es muy simple.

La situación hoy es muy parecida a la de 1990, cuando prácticamente todo el Poder Judicial estaba a favor de los militares, por convicción o conveniencia (muchos más de estos últimos), los jueces son empleados fiscales como cualquier otro y obedecen de manera casi mecánica a las señales que les mandan desde arriba. Basta con moverles un poquito la jaula a los ministros de apelaciones para que vean como viene la mano, apuesto que se aterrorizan, van a ver la luz y de un día para otro volverán a fallar en derecho.

Durante este gobierno me parece que cambian como 11 supremos, las personas que se nombren son clave porque serán la más potente de las señales, nada de jueces justos, eso no funciona en un nido de culebras como es hoy la Corte Suprema, cada nuevo supremo deberá estar bien alineado a la derecha, juramentados en el besa-manos tal como hizo la izquierda, para que la señal sea clara. Estos nombramientos tienen el efecto en cadena porque abren el paso para que jueces pasen a ministros de apelaciones, es el momento justo para empezar a limpiar la descomposición que tenemos en las cortes. Claro que para eso se necesitan pantalones y decisión, tal como los tuvo la izquierda en 1990 ahora le toca a la derecha, y si no le toca ahora puede ser para el próximo, la cosa es darse cuenta de la oportunidad que hay abierta.

Bottom line

-El Poder Judicial, desde el principio de los tiempos ha estado,está y estará influido por los políticos
-En 1990 la Concertación inició una operación para limpiarlo de los jueces que simpatizaban con los militares
-A partir del 2000 empezó un proceso activo de politización de ministros de corte y supremos, fieles a los partidps comunista y socialista
-En este período empezará la vuelta de tortilla, tímidamente con Piñera y -si Dios quiere y el diablo se hace el sordo- será con tutti en caso que Juan Antonio Kast llegue al poder. Sin complejos ni vacilaciones.

Así es más o menos, como veo yo la cosa.

P.D. Acaba de llegar a la casa el Tomás Jr. vestido con su terno de pompas fúnebres: dio la defensa oral del examen de grado y ya es otro cesante ilustrado de la patria: diseñador comunicacional multimedia. Tiene un trabajo a medio tiempo igual que yo cuando me titulé, pero el mío era más bacán, ni aunque viva mil años me podrá alcanzar. Nunca.

11 comentarios:

  1. Congratulations ! Lo felicito. Cuando se recibe un hijo, se reciben también un poco los padres. Como ahora tiene otro profesional en casa, tendrá que cederle la mitad de la cerveza y ese tipo de cosas. Nobleza obliga.

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  2. jaja curiosamente justo la Pilar compró unos sandwiches y un 12 pack de cerveza para celebrar el fausto acontecimiento, yo accedí de mala gana a sumarme al jolgorio y me tomé un par de cervezas. Nobleza obliga, claro que si.

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  3. Siempre en chilito, los jueces son progobierno, con la excepcion de durante la UP, y en los asuntos politicos fallan, aun torciendo la ley a favor, de sus mentores.
    Creo, como dices, que la mayoria no son de izquierda, sino buenos cateadores y saben lo que les conviene, incluso los nombrados por los gobiernos concertados, se daran vuelta la chaqueta si ven disposicion y ejercicio del poder en Tatan. Pero ahi justamente esta el problema, yo dudo de esa disposicion, el probablemente tratara de no hacerse mucho lio y baypasear el asunto, nombrando algunos por ahi y negociando con la oposicion otros por alla.
    Los juicios a los milicos, precondenados con o sin pruebas, y con o sin ley, son un ejemplo de lo lejos que puede llegar la captura del poder judicial y lo esencial de rebarajar el naipe ahi.
    Espero que mi mantra lo tenga considerado :-)

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  4. Primero que todo, le doy la Bienvenida a Tomas Jr. al club de los cesantes ilustrados y de los que jamas trabajamos en lo que estudiamos!

    Segundo, nuestro poder judicial bien podria equipararse con el de cualquier republica bananera de africa central, en cuanto a corrupcion e inoperancia.

    Ojala Dios nos escuche y que se venga la purga!

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  5. Se me chispoteo: felicitaciones por el retoño.
    Hay que recordar el dicho antiquisimo: hay que superar al padre . Versiones menos amables dicen ...matar al padre... :-)

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  6. Wilson, como dice la canción "Cuándo querrá el Dios del cielo
    Que la tortilla se vuelva". La tortilla siempre se da vuelta, tarde o temprano. Nunca se quema por un solo lado indefinidamente, ni siquiera en la URSS ni en Cuba. Menos en Chile.

    En mi caso haré lo necesario para que el hijo no supere al padre, menos que lo mate jaja

    José, uno más para las huestes de los alienados por la explotación capitalista de los dueños de los medios de producción jaja

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  7. Los militares son juzgados por el sistema antiguo no por el nuevo.
    No existe la figura legal 'jueces de derechos humanos'.

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  8. Los juicios a militares por DDHH a partir del año 2000 son una completa farsa, sostenida por el "invento creativo" del juez Guzmán en la figura de "secuestro permanente". Esa ficción se va a volver en contra de la propia Corte Suprema, los ministros lo saben y uno al menos lo dijo claramente, es cuestión de tiempo que se empiece a seguir la prevaricación en la mayoría de estos juicios.

    La figura de "ministro en visita" es otra aberración que supone la aplicación retroactiva de las leyes, es todo parte de una distorsión política del proceso judicial, está lleno de abusos flagrantes que, llegado el momento, van a ser castigados. Solo se han podido sostener por la protección política que han gozado estos jueces, cuando se queden sin padrinos... hasta la vista baby, incluso pueden ser enjuiciados ellos mismos.

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  9. Bueno, la corrupción de los jueces viene desde los griegos y dudo que vaya a desaparecer pese a que lo desearía pero hoy se ha llegado a un nivel de descaro realmente nauseabundo.

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  10. Si FRX, más que la corrupción el problema hoy es el descaro jaja

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  11. Hay 2 categorías de jueces: Los que hacen carrera paso a paso y los que hacen el atajo como relatores y se ahorran 20 años en el escalafón judicial. Casi por la ventana llegan a los tribunales superiores.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"