Los Sheriff de Nothingam

Estaba pensando en el suicidio de Alan Garcia y se me ocurrió algo que venía dándome vueltas en la cabeza desde hace tiempo y es la deformación que están sufriendo los sistemas de justicia, en Perú y en Chile que son los países que más conozco donde, bajo una apariencia moralizadora todo se está transformando en una manipulación de masas a favor de algunos intereses políticos.

Siempre que aparecen esas histerias populares, como ocurrió en Perú desde que Toledo se arrancó para Estados Unidos, las protestas al principio son muy legítimas y bien intencionadas, pero al poco tiempo aparecen los oportunistas a sacar provecho. En el caso del Perú, igual que en Chile, los oportunistas vienen del lugar más peligroso de todos: las fiscalías y tribunales. Son jueces y fiscales que con buena o mala intención deciden ponerse "creativos" inventando sus propias formas de hacer justicia.

Años atrás, antes que aparecieran las malditas reformas al proceso penal,también había corrupción en los tribunales, pero era de otra clase, una especie de corrupción pasiva que consistía en beneficiar a los amigos con absolución o sentencias de mano blanda llegando hasta darles cierta impunidad. Bueno esa corrupción todavía existe y ha escalado, pero además se ha agregado una nueva que es la prevaricación, es decir la aplicación torcida de la ley para beneficiar a amigos y perseguir a enemigos políticos.

La prevaricación judicial apareció primero en las causas por derechos humanos, pero con el tiempo ha ido ganando nuevos espacios y hoy tiene un campo amplio que se presta para los peores abusos e injusticias. Voy a pensar bien y supondré que algunos jueces, pensando que si actuaban de acuerdo a la ley iban a quedar muchos crímenes políticos en la impunidad, decidieron saltarse la ley, bien sea inventando nuevos delitos por medio de una re interpretación conveniente de delitos antiguos -el mejor ejemplo de esto es la figura del "secuestro permanente" o simplemente saltarse o ignorar procedimientos indispensables para la administración justa de la ley, como la prescipción, la presunción de inocencia, el principio pro reo, la jurisdicción incorrecta y muchos otro que son esenciales para que cualquier juicio se pueda considerar mínimamente "justo",

Los jueces y fiscales prevaricadores con el tiempo fueron ampliando el alcance de sus actuaciones, porque empezaron a trabajar al servicio de sus padrinos políticos, hoy, cualquier cusa en que un político importante tenga intereses es muy probable que sea objeto de prevaricato y con total impunidad, porque se ha formado una alianza político-judicial muy estrecha donde se intercambian favores y sobre todo se prestan protección mutua.

Lo que tal vez empezó como una indignación moral o ideológica, causada por causas de derechos humanos, pasó a todo tipo de juicios durante el segundo gobierno de Bachelet, como la protección por delitos de financiamiento ilegal de las campañas políticas, delitos tributarios e incluso delitos relacionados con el terrorismo donde fiscales y políticos tienen sus intereses involucrados. Como resultado hoy vivimos en Chie en un país donde no existe el imperio de la ley, sino el imperio de la mafia político-judicial que ha armado una verdadera dictadura, donde ya casi no se molestan ni en cubrir las apariencias.

El Perú y Chile sufren procesos similares de descomposición institucional y la opinión pública es manipulada por sectores políticos que -como no tienen votos- tratan de alcanzar el poder por secretaría, encarcelando a sus enemigos.

En Tacna, para las elecciones pasadas a presidente regional, el candidato favorito er Lucho Torres Robledo, pocas semanas antes de las elecciones, la fiscalía lo detuvo junto con un grupo de otras personalidades en un aparatoso operativo. La fiscalía creo que pidió algo así como dos años de prisión preventiva para poder investigar.

Por cierto que la candidatura se fue al diablo y la mayoría de los votntes se abstuvieron (en Perú el voto es obligatorio), el nuevo presidente regional fue electo con un número vergonzoso de votos, pero los políticos cumplieron su propósito de colocar al candidato con menos apoyo. Torres salió libre pero después de las elecciones, cuando ya no había nada que hacer.

Todos están muy admirados que en el Perú de los cinco ex presidentes cuatro están presos y uno prófugo, dicen que el poder judicial está haciendo un gran trabajo moralizador y mucha gente está encantada. Idiotas, los están haciendo cholitos como quieren, se trata simplemente de maniobras para manipular y llegar al poder por secretaría, sin tener los votos, con el simple expediente de meter presos a sus enemigos. La gente común y corriente todavía no se da cuenta de lo que está pasando y no le llama la atención que Keiko Fujimori, jefa del partido más votado y con amplia mayoría parlamentaria, la hayan metido a la cárcel para "investigar".

Para los que no saben, a Alan García le emitieron una orden de arresto y la fiscalía iba a pedir treinta y seis meses de prisión preventiva "para investigarlo". Esa es una barbaridad que no tiene nombre, pedir tres años de prisión preventiva "por si acaso" es la negación de justicia más grosera que puede existir y la gent, que es estúpida y manipulable, lo encuentra muy bien y muy normal.

En Chile vamos a llegar a lo mismo uy pronto. Tenemos a la fiscalía más corrupta desde que se implementó la reforma, la Fiscalía sin moral, escrúpulos ni vergüenza, han terminado de hundirse en el barro del desprestigio. Amigos incondicionales del poder y los políticamente fuertes, de manera transversal. Persecutores implacable de los débiles. El Ministerio Público es el primer prevaricador de la República.

Tal como en la Edad Media, nos estamos acercando a un estado de cosas donde las mafias y camarillas toman el poder ayudados por fiscales y jueces, que son los nuevos Sheriff de Nothingam, no les vayan a aparecer algunos Robin Hood nomas.