"Un Mundo Feliz" es uno de los pocos libros de Aldous Huxley que me ha gustado (el otro es "Contrapunto"). En un apretado resumen les puedo contar que se trata de una novela de ciencia ficción que describe una sociedad futura donde las personas desde su nacimiento son genétcamente modificadas para cumplir distintas tareas en la sociedad.
No recuerdo exactamente como era, pero habían alfas que eran los dirigentes políticos y científicos, betas que eran como los burócratas y técnicos y gamas que eran los trabajadores.
Una sociedad perfecta donde nadie era peor que otro por su clase, al contrario, todos tenían sus privlegios y obligaciones bien definidas así como todo lo necesario para vivir felices.
Me recordaba el sistema educativo alemán, donde los niños se van seleccionando desde una edad muy temprana por "capacidades" y nadie se siente menos por ser obrero, al contrario, un buen obrero alemán sentía tanto orgullo como un buen neurocirujano.
En teoría era la sociedad ideal, de allí el título de un mundo feliz, nadie estaba disconforme con su lugar en la sociedad, nadie se angustiaba por las enfermedades, porque la tecnología las había erradicado y la muerte a cierta edad -por eutanasia- se celebraba como una fiesta. El sufrimiento se había eliminado completamente.
Más todavía, existía una droga llamada el "soma" que producían un bienestar exquisito sin ningún efecto secundario, y era distribuída a todos desde la más tierna infancia. Si te sentías mal o tenías un problema, tomas un soma y chao al sufrimiento.
Es una novela interesante porque muchas de estas cosas ocurren de manera natural en nuestras sociedades, por ejemplo esa división entre alfas, betas y gamas. Es obvio que son tres categorís indispensables en cualquier sociedad, un mundo con puros alfas o puros gamas no duraría un año.
Lo antinatural es que unos se sientan superiores y otros inferiores, siendo que simplemente son distinta clase de personas, igualmente necesarias para la sociedad. Pero sigamos con la novela.
Resulta que esa sociedad feliz tenía una especie de reserva natural donde había gente que vivía más o menos como en la época de las cavernas y se organizaban visitas tal como se hacen las visitas a la selva tratando de no tocar nada.
Por qlgún accidente que ya no recuerdo -leí ese libro hace unos 40 años atrás y nunca me apeteció releerlo- uno de esos humanos primitivos llegó a vivir en el mundo feliz.
Al principio estaba maravillado con las comodidades y la ausencia de sufrimiento, pero de a poco empezó a encontrarse vacío y angustiado. No quería tomar soma, se encontró un libro de Shakespeare que lo volvió loco. Quería sufrir porque eso era algo necesario para su vida.
Inevitablemente se empezó a poner violento y tuvieron que aislarlo en un islote, donde se organizaban excursiones para ir a ver a "mister salvaje" tal como se va a ver a los animales al zoologico, se convirtió en una gran atracción. Al final del libro se suicida.
Como dije hace muchos años que leí ese libro y tal vez me equivoque en muchos detalles, se aceptan correcciones porque -aunque lo tengo en mi disco duro, no me da maldita gana releerlo. Creo que no es de las cosas para leer dos veces.
¿Y a qué viene todo esto? Resulta que cuando me compré la casa rodante y me fui a vivir solo a la playa todos iban a verme, como si fuese un animal del zoologico. Escribí una entrada en mi antiguo blog de Blurty que se llamaba El síndrome de Mr. Salvaje, contando que habían ido del diario local a entrevistarme como una rareza.
Bueno, todo este preámbulo interminable era para contarles que me estoy poniendo cada día más ermitaño. Mi amigo Waldo me escribe a cada rato quejándose porque no nos juntamos, pero yo le digo que no tengo tiempo. Y es verdad,
Seguro qur debe pensar ¿Cómo que no tienes tiempo si no haces nada y pasas todo el día en la casa? Pero veamos:
Como me acuesto tarde, me levanto como a las 10 y media a 11. Hago la cama, me voy a revisar el correo, los comentarios y analíticas del blog. Entre contestar y todo eso, se me va la mañana y a las 13:30 llega el Tomás Jr a dejar el almuerzo. Al poco rato llega la Pilar del trabajo.
Después de almuerzo me voy al patio de atrás, me saco la camisa y me pongo a leer sentado a pleno sol, estoy releyendo la Trilogía sucia de la Habana, una novela bien entretenida que he leído como 4 o 5 veces, ahora la estoy saboreando de a poco, dos o tres capítulos al día. La Pilar ya se fue de vuelta al trabajo hace rato.
Cuando termine con ese libro, me está esperando La historia de Roma de Montanelli así es que tengo para rato. Como a las cuatro de la tarde termino con eso y me preparo un pocillo con kefir, avena y plátano, todos los santos días como lo mismo viendo Youtube.
Eso me tiene ocupado como hasta las 5 o 6 de la tarde, cuando veo con alarma que ya es hora de hacer mis ejercicios. Dependiendo como esté el ánimo hago los 2000 pasos sin salir de casa, la rutina de cuerpo completo con una mancuerna y el fortalecimento de tobillos.
Si el ánimo está bueno hago algo más y si no lo dejo para dormir una pequeña siesta. A todo eso ya son las 8 de la tarde y me preparo un café o algo así, se me está pasando la hora rapidamente y tengo que cumplir con mi deber de Nulla dies Sine Linea en el blog.
Eso me toma como tres horas entre pitos y flautas, porque mientras escribo lo que se me va ocurriendo tengo que ir buscando antecedentes y datos en Internet y todo eso. No me doy ni cuenta y ya son las 11 de la noche. Al revisar lo que escribí y publicar, ya son como las 12 de la noche.
Normalmente a esa hora ya quedaba desocupado, mi calle en silencio total, todos durmiendo y era el mejor momento para ponerme a buscar libros y leer algo, así a veces me quedaba hasta altas horas de la madrugada.
Y cuando me iba a acostar no tenía sueño por lo que había leído, así es que estuve mucho tiempo con esa costumbre malsana durmiendo tarde, mal y nunca.
Últimamente -hace un par de días en realidad- he empezado a irme temprano a dormir, es decir a la 1 AM como máximo.
Entonces cuando mis amigos me preguntan que cómo es que no tengo tiempo, yo pienso "¡hombre, claro que me falta tiempo!" y es completamente cierto. Para mi, esos hábitos son mucho más importantes y me interesan más que salir o juntarme con amigos. Total, para vida social tengo la web y puedo conversar con ellos por Internet.
Hace un par de días, otro amigo me propuso una aventura para la Patagonia Argentina, le dije que ni muerto. La sola idea de viajar, levantarme temprano, andar ajustándome a horarios de salida y actividades programadas me da nauseas. No lo soportaría, antes si pero ahora nica.
Hablaba recién de esto con otro buen amigo y me decía "Pero vas seleccionando lo que te gusta hacer: y ya no puedes comer y chupar como antes, las minas ya no son primera necesidad... ¡Ya salimos del mercado! Y la vida social (o antisocial) también es más selectiva: antes íbamos a todas; perderse un Jueves Cultural era para pasar una semana amargado.
Cuanta verdad, revisando mi antiguo blog de Blurty me encuentro esto, que escribí en 2003:
Hoy es noche de sábado y sin nada que hacer, la Pilar viajará a Iquique más rato, pues mañana será el funeral de una compañera de trabajo y yo, animal de costumbres que siempre reservo el sábado para que salgamos juntos, me quedé sin ningún panorama. Todos mis amigos casados o con compromiso tienen el sábado ocupado, esta noche tendré que hacer el papel de Robinson Crusoe, no queda otra
¡Eran los tiempos en que si no salía una noche de sábado me deprimía! Como cambian las cosas, es increíble. Lo curioso es que ahora como ermitaño vivo más contento que nunca antes.
Creo que dependiendo de la situación y sobre todo del interés que uno tenga, se vuelve más sociable o más ermitaño. Conozco de cerca ambos casos. Recuerdo a muchos familiares que esperaban llegar pronto al día de su jubilación para dejar de trabajar y por fin disfrutar y hacer las actividades que tanto querían; hasta que llegó el día y pues, dormían casi todo el día. Existe cierto goce en el quedarte en casa sin hacer nada. Creo que nunca hemos tenido tanto entretenimiento a la mano. El internet es maravilloso y puede mantenerte ocupado por un buen rato. Por otro lado, creo que las más grandes aventuras que tuve no fueron excesivamente planeadas. Recuerdo algunos viajes hechos con amigos donde la pasé bastante bien y salieron de forma muy orgánica. Nadie sabe bien qué cosas le pueden esperar a uno. Anticaviar
ResponderBorrarEs raro como sin darme cuenta me he estado poniendo cada vez mas ermitaño, debe tener que ver con eso que dices de la cantidad de entretenccion que hay disponible en Internrt, debo tener unosv50 librod en lista de espera en el disco duro, no es raro que no tenga tiempo ni ganas de salir
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