Refrito del sábado: Las preocupaciones me matan

Las preocupaciones me matan (publicado el 22 de enero de 2011)
Antes me gustaban mucho las Selecciones del Reader´s Digest, debo haber leído cientos de esas revistas desde los años 40 hasta 1970, después las dejé y solo hojeaba alguna cuando se trataba de ún número antiguo. Ahora me trajeron de regalo varios ejemplares de fines de los 90 y a medida que las iba leyendo me asustaba más y más.

Resulta que el dolor de estómago -que a veces siento- puede ser un cálculo renal, o un cáncer al estómago, las molestias en el ojo izquierdo pueden ser un tumor cerebral, el granito que me salió dentro de la boca probablemente sea otro cáncer ¡que manera de meter miedo!. Sin contar con que bebo alcohol, me empacho con comidas grasas, no hago el más mínimo ejercicio y me lavo los dientes cuando me acuerdo. Estoy frito.

Con razón nuestro ministro de salud quiere poner impuesto a los pecados tales como fumar, beber, engordar ¿que vendrá después? ¿un impuesto a la flojera, por no hacer ejercicio? Váyanse al diablo, yo me quiero morir rápido y en lo posible bien borracho. No me anden asustando de antemano, porque para preocupaciones ya tengo bastante con las cuentas del maldito triple pack, cada fin de mes.

Anoche estábamos en la casa de Oscar tomando unas mentiritas -cubas libres- y conversando muy entretenidos cuando mi amigo se acordó que Claudio estaba inaugurando su nueva camioneta con una mini fiesta, así es que nos fuimos para allá a ayudarle a tomar. Comí picante de guatas, patas y charqui, papas a la huancaína y torta, ah, también masqué unas hojas de coca, todo muy rico. Estuvimos pateando hasta altas horas de la madrugada y yo llegué a la casa como a las 4:30 AM. No se ganará mucho pero se pasa bastante bien. Si no fuera por el maldito dolor de cabeza, que podría ser un enfisema...

Hasta que terminé la maldita tesis, el borrador lo dejé AQUI, mis compañeros me apoyaron con la investigación, recopilación, encuestas y todo eso pero la redacté yo solito en un par de días. La investigación fue un festín, me leí unos 100 o más libros y artículos -leo muy rápido- de la manera más desordenada. Partí a tientas mientras estaba estudiando, leyendo cualquier cosa que me llamara la atención, después dediqué un buen tiempo a buscar en Internet y leer cualquier cosa que me tincara, fue entretenidísimo.

Con eso fui haciendo los primeros borradores, en agosto del año pasado ya tenía una idea general de como tendría que ser. El Frankestein empezó a crecer mucho y tuve que podarlo varias veces. Mi idea fue siempre hacer 150 páginas exactas, tengo 151 y ya veré como elimino la maldita página que sobra. El orden de la bibliografía fue un trabajo de chinos que me tomó dos días completos: ayer y anteayer, pero al fin lo terminé.

Ahora lo más difícil: leerla completa para encontrar los errores. Me resulta casi imposible leer algo que yo mismo he escrito, al poco rato me aburro y lo dejo. Ah, como lo voy a hacer. A lo mejor la presento así nomás y que el profesor guía encuentre los errores y horrores. En fin, ya es un problema menos, ahora falta que la aprueben y nos den fecha para defender. Ojalá sea pronto.

En verdad me dejó preocupado leer las Selecciones del Reader´s. Me acabo de enterar que como mi mamá fumaba mucho, cuando chico yo fui un fumador pasivo, así es que mis pulmones deben estar llenos de alquitrán, que anoche debo haber matado millones de neuronas mientras mi hígado acumula grasa y para colmo, cada vez que voy a hacer pipí en la noche puede ser culpa de un tumor en la próstata. Lo peor de todo son las malditas preocupaciones que me están matando. ¡Que me lleve el chanfle! Hasta mañana.