Que foto más buena, debe ser de 1979 más o menos, la encontré zappiando las fotos de Tito en Facebook, aparecen los tres hermanos Macana: Tito, Mario y Manuel Espinoza Álvarez (primero, tercero y séptimo de izquierda a derecha). La dejaré como portada del blog por unos días.
El cuarto con una cerveza en la mano es Mario Ernesto Ramón Sanhueza Valdebenito "el Matute", al lado nuestro líder y guía espiritual el Pepe Drago Muñoz junto con Jorge Villaroel Madresic "el Bambino". A la chica no la recuerdo, debe haber sido parvularia porque ahi iban todas las minas ricardas.
En esa época yo no me juntaba con el grupo, aunque si con Pepe Drago y el Matute. que fueron de mis primeros amigos en la U, estos eran del jetset local y creo que me empecé a juntar con ellos como uno o dos años después.
Puede que sea la foto de una fiesta mechona, o de una Noche de Aficionados en el Infiernillo "¿Aficionados?... ¡Profesionales querrán decir! comentaba el papá de los Macanas.
Que bonita familia era esa, vivían en los departamentos de la Ex Estadio y cuando íbamos a estudiar allá su mamá preparana unos sandwices exquisitos, todavía los recuerdo.
No sabíamos lo felices que éramos, ni siquiera nos imaginábamos. Estaba pensando el otro día por qué desaparecieron las grandes fiestas de la universidad: las fiestas mechonas con sus bárbaros bautizos, las fiestas de aniversario y todo eso. Son cosas que desaparecieron hace décadas.
La explicación que se me ocurrió no es obvia. Resulta que en los años ochenta ser admitido en la universidad era una hazaña, debe haber sido uno de cada diez que quedaba adentro y los demás todos rechazados, entonces la alegría de haber sido aceptado, el orgullo y todo eso eran indescriptibles.
Estudiar ingeniería era motivo de gran orgullo, ostentábamos en la calle la Tabla Larsen o si éramos más hipócritas el Reitz-Millford-Christy, un libro chiquito del que jamás pude entender ni una palabra pese a las horas que pasé tratando de descifrarlo.
Otros más burdos andaban con libros enormes con títulos como "Magnetohydrodinamics" para impresionar a las minas. A esos les decíamos los sobacos ilustrados.
Creo que por eso las universidades tenían más mística: eran mucho más selectivas y más de la mitad se iba para afuera en el primer semestre, no eran para todos.
Eso explica -creo yo- el gran ambiente de esos años. Hoy las universidades son como los colegios municipalizados, llenas de flaites, tontos y profesores desmoralizados. Ya nada es como antes hijitos.
Pero bueno, para celebrar el hallazgo de esa foto me hice un vaso de Nescafé y lo rellené de una generosa cantidad de ron que había quedado del cumpleaños del Tomás Jr. Brindo por mis amigos de esos buenos viejos tiempos, tal como escribió Neruda:
El vino
ESTA es mi copa, ves
brillar la sangre
detrás del filo del cristal?
Esta es mi copa, brindo
por la unidad
del vino,
por la luz desgranada,
por mi destino y por otros destinos,
por lo que tuve y por lo que no tuve,
y por la espada de color de sangre
que canta con la copa transparente.
Creo que esto es algo a nivel mundial. La masificación de la educación superior iba a llegar tarde o temprano a Latinoamérica y con esta, la paulatina pérdida de selectividad que antes caracterizaba a la universidad. Acá a partir de los 90s empezaron a surgir también las "universidades de garaje"; esas que funcionaban en azoteas y que te ofrecían todo tipo de cosas para embaucar a despistados. Pensaba que era un asunto nacional, pero me doy cuenta que hasta en los EEUU y Canadá pasa, donde les llaman burlonamente los "grados Mickey Mouse". Por mi parte, estudié una carrera sin mucha competencia, por lo que fui admitido rápidamente. No llegué a tener grandes experiencias dentro de la universidad, pero igualmente tengo recuerdos agradables dentro de ella.
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