Puede que algunos regulares lo conozcan, pero deben haber muchos otros que no han escuchado nunca de él ni de su extraordinaria historia, que merece ser enseñada en las escuelas de todo el mundo.
Su nombre es Timothy Dexter, que nació en 1747 en un pueblito de Massachusets.
Hijo de inmigrantes irlandeses muy pobres, prácticamente no tuvo educación. A duras penas llegó a leer y escribir, a los 8 años lo echaron de la escuela y a los 16 empezó a trabajar como aprendiz de curtidor.
A los 22 años se mudó a Newburyport, una ciudad más próspera y se casó con una viuda diez años mayor, que estaba adornada por una respetable fortuna.
Ese fue su primer golpe de suerte de los muchos que tendría en su afortunada vida.
Se compró una mansión y en el sótano estableció una pequeña fábrica de productos de cuero, especialmente guantes y cosas por el estilo.
Nuestro héroe Tim era increíblemente arribista, y su ambición siempre fue encajar en la pequeña aristocracia de Newburyport. Pero sea por su falta de simpatía, por sus modales groseros o por su origen pobre, los ricachones lo despreciaban y se reían de él en su cara.
Justo en esos años terminó la Revolución de la Independencia y el naciente gobierno, que no tenía como financiarse, empezó a emitir los "Continentales", que eran una especie de billetes artesanales con los que pagaban los gastos de la guerra.
Entonces se puso de moda entre los ricachones comprar o aceptar en pago Continentales, como una muestra de patriotismo. Pero como estos seudo billetes eran papeles comunes y corrientes que cualquiera podía imprimir, se produjo una de las falsificaciones masivas más grandes de la historia.
Tim Dexter no quería ser menos, si los ricachones compraban Continentales, él entonces iba a comprar más que todos los demás para destacarse.
Claro que los que tenían plata de verdad -old money- ostentaban mucho pero compraban poco, así es que se aprovecharon para venderle los suyos en masa al nuevo rico.
Así fue como se gastó toda la fortuna de su mujer en la mansión y una montaña de papeles que al poco tiempo no valían nada.
Entonces llegó su segundo golpe de suerte porque el Gobierno de Massachusets recobró los continentales pagándolos a la par, con lo que nuestro Dexter quedó más millonario que antes.
Con eso armó dos barcos para dedicarse al comercio con Europa y las Indias Occidentales, es decir a las islas del Caribe. Pero Tim soñaba con un alto puesto en el gobierno, soñaba con ser autoridad y mandó multitud de cartas solicitando un cargo.
Para que no siguiera molestando -y de paso burlarse de él- lo nombraron "inspector de ciervos", en una ciudad donde no había ni un ciervo. Sin darse por enterado de la burla, siguió muy satisfecho de si mismo.
Sabiendo que era un idiota que no tenía idea de negocios, algunos ricachones le recomendaron mandar al trópico un barco con botellas de agua para calentar la cama, .
Dexter ni imaginaba el calor que hacía en el trópico pero igual se entusiasmó, llenó el barco y lo mandó. Al llegar el capitán encontró que podían ser usados en las fabricas de melaza, vendió todo con buena ganancia. Otro golpe de suerte.
Después lo entusiasmaron para que mandara guantes de lana al trópico, esperando ver su fracaso, pero la suerte lo golpeó de nuevo, porque al recalar coincidió con un barco que iba en ruta a Siberia y le compró toda la carga a muy buen precios.
En esos años Newcastle -en Inglaterra- era la capital mundial de la minería del carbón y se decía "vender carbón a Newcastle" como hoy se dice "vender refrigeradores a los esquimales"...
Bueno, a nuestro héroe también lo convencieron de mandar un barco a Newcastle con carbón ¡y coincidió justo con una larga huelga de las minas! Parece chiste pero todo esto es históricamente cierto.
Su sentido del negocio era nulo, pero vendió biblias en inglés y un cargamento de gatos callejeros en el Caribe, compró por error un enorme cargamento de huesos de ballena y también los vendió. Parecía tener el toque del Rey Midas,
Nunca dejó de ser objeto del ridículo y de la antipatía de la clase a la que él ambicionaba pertenecer y cada vez que un negocio absurdo lo llenaba de plata subía la antipatía y el desprecio hacia su persona.
Pero no le entraban balas, construyó una estrafalaria mansión copiada de la de de Nathaniel Tracy, un famoso aristócrata de Neuva Inglaterra.
No contento con eso le puso la nota de kitsh de levantar en el frente grandes columnas coronadas con estatuas de madera coloreadas de Washington, Napoleon, Jefferson y otras, hasta completar 40 estatuas.
Enmedio de todas y sobre la entrada principal puso una estatua de si mismo que decía "¡Soy el primero en oriente y occidente, el más grande filósofo del mundo occidental!".
Como la modestia no era una de sus virtudes, recomendó a la gente que lo llamaran "conde de Chester", le daba un penique a los niños para que lo llamaran "conde" o "lord" y a los adultos les daba para comida o bebida por lo mismo.
Pero también tenía ambiciones intelectuales y escribió un libro llamado "Un pickle para los que saben: la verdad desnuda en un vestido casero", pagó por su publicación y la distribuyó regalada.
Estaba horrorosamente escrito el contenido era pueril, repleto de faltas de ortografía y sintaxis. Sin embargo... el libro fue un éxito y vendió varias ediciones.
Como si fuera poco, contrató a un poeta amateur para que le hicera el siguiente poema:
Lord Dexter is a man of fame;
Most celebrated is his name;
More precious far than gold that's pure,
Lord Dexter shines forevermore.
Con los años las relaciones con su mujer se fueron avinagrando, así es que hizo correr el rumor que ella había muerto y que las mujeres que entraba a escondidas a su casa eran el fantasma de su esposa.
También se le ocurrió fingir su propia muerte para ver como reaccionarían los demás a su partida. Así lo hizo y se puso furioso al ver que ni siquiera su mujer lo lloró como él creía merecerlo. Al final su mujer lo sobrevivió,
Esta historia está llena de moralejas y .como dije al principio- debería ser enseñada en las escuelas.
Tim Dexter fue un tipo con mucha suerte sin duda, pero no es un caso único, está lleno de idiotas con suerte que se han hecho millonarios y se han cegado de egolatría, Así y todo nuna consiguieron el reconocimiento social que ambicionaban, Hay montobes, no fué el único
En la jerga actual, diríamos que Tim Dexter tuvo el poder del guion de su lado. Por otro lado, es interesante conocer un caso de alguien que fingió su muerte, pues siempre que fallece un famoso se teoriza al respecto, pero nunca se dan casos concretos donde eso sí haya ocurrido.
ResponderBorrarEso de fingir su muerte es bastante común. Un rápido paseo por la web me da algunos ejemplos contemporáneos:
BorrarRyan Borgwardt se escapó de su matrimonio en USA finguiendo su muerte en un kayak, lo encontraron viviendo con su amante en Uzbekistan
Adamo Guerra ta,bién fingió un suicidio para arrancar de su familia, después de 10 años lo encontraron viviendo en Grecia
Davis Baerten, "un tiktoker" belga fingió su muerte y le familia avisó a todos sus conoscidos, luego llegó en un helicóptero a su funeral... todo fue convertido en un viral obviamente
Nicolas Rossi también fingií un suicidio para escapar de la policía en Estados Unidos, después de un tiempo lo pillaron igual
etc.
no vayamos tan lejos, cientos de compatriotas fingieron la muerte, cobran pensión mensual del negocio de los DDHH, siguen respirando y viviendo en chile o en europa
Borrarhttps://www.youtube.com/watch?v=_VSTueroEKA
ResponderBorrarMas datos en este entretenido canal
Marcelo
¡Excelente canal y buena historia!
BorrarYa me dio ganas de ver la película, Tomás! Espero que la pasen en Netflix. Los episodios finales de esta vida me recordaron el Wakefield de Nathaniel Hawthorne, un personaje que elige salir de su vida para ver qué les pasa a los otros sin él.
ResponderBorrarUna vez encontré un aviso raro en internet. Unos abogados, de una familia de abogados de cierto prestigio, de una localidad a unos cincuenta kilómetros de acá, ofrecían la obra de su padre. Este había sido un abogado, pero sobre todo un historiador aficionado - uno que sólo pudo publicar pagando las ediciones, y tenía cientos de esos ejemplares llenando su casa y el estudio de abogados.
Se nota que no podían tirarlo así como así. Les escribí y mandaron una caja con un ejemplar de cada uno, todo a su costo. El viejo historiador se especializaba en el descubrimiento y conquista de la provincia, en especial en el poblado de "Sancti Spiritu" fundado por el navegante Gaboto en los 1500 y arrasado por los indios un par de años luego. Tengo todo lo que hay que saber sobre el tema, que probablemente no le interese a nadie. Uls
Esa si que es una historia buena ¡como tener una pequeña colección de incunables! Así más o menos se rescataron del olvido los libros de Kafka y otros. Eso de fingir la muerte para ver como reaccionan los demás me parece el colmo del narcisismo jaja.
BorrarSorprendente suerte, me recuerda el cercano caso de como un enfermo mental logro la presidencia de un pais, pequeño aunque presumido. A proposito del paisito, vamos al menos, en el tercer embarazo publicitario...
ResponderBorrarEstá lleno de tontos con suerte que después se crteen genios, muchos merluzos, Sebastián Piñera, en fin, entre los políticos y millonarios hay muchísimos
BorrarCreo que esto no hace más que confirmar que la suerte es un factor muy importante que tiende a ser minimizado o hasta negado por muchos. Hay orgullosos que se atreven a decir que "la suerte la hace uno mismo" que terminan siendo tan giles como los que dicen que el "pobre es pobre porque quiere". Y es que más allá de tantas teoría sociológicas y demás, es la suerte la que juega un papel mucho más importante en nuestra vida. Aquellos que buscan "recetas mágicas" para el éxito son como alquimistas buscando el elixir de la eterna juventud.
ResponderBorrarAnticaviar
Claro que si, la suerte es fundamental y muy mal entendida por la mayoría de las personas.
BorrarLos que tienen golpes de buena suerte simplemente la ignoran y creen que todo lo bueno les pasa por su talento y carácter.
Los que son golpeados por la mala suerte dicen que no pueden hacer nada, que nos es su culpa que les vaya tan mal. Aunque eso no es totalmente cierto, están m´s cerca de la realidad que los que han sido tocados por la varita mágica o el toque de Midas.
Estamos sujetos al azar, hay muchísimas cosas que no podemos controlar, por eso los resultados no son tan importantes, lo que importa es como nos enfrentamos a las cosas buena y las cosas malas que nos pasan.
A algunos cuando les va bien se hinchan de egolatría, a otros cuando les va mal se derrumban, cuando habría que mantener el equilibrio nomás y pensar que todo es un juego, o una especie de broma.