Pavos, ratones y normales

Pavos, ratones y normales
Un amigo que estudió en la Escuela de Oficiales de Carabineros, me contaba que desde el principio de los estudios se formaban tres grupos, curiosamente segmentados por la altura.

Entonces tenían una especie de leyenda urbana o teoría pop, que clasificaba a los seres humanos en tres categorías: los pavos, los ratones y los normales.

Los pavos eran obviamente los más altos, cercanos a un metro noventa o más, y debido a su altura, teorizaban que la sangre tenía que recorrer un camino más largo y se demoraba más para llegar al cerebro. Por eso eran algo más tontos, más lentos pero en general bonachones.

Los ratones medían menos de un metro setenta y eran agrandados, fanfarrones, buscapleitos y rápidos para arrancar cuando la cosa se ponía fea. 

La rapidez era su característica pero además se juntaban y actuaban en piño. Andaban conspirando de manera permanente y armando cambullones para progresar y perjudicar a los demás.

Los que medían entre un metro setenta y uno ochenta y cinco, más o menos, eran los normales, muy apagados y que siempre trataban de pasar desapercibidos: nunca primeros, nunca últimos, siempre al medio porque sin destacar por bueno ni por malo se puede ir adelantando calladito.

Me hizo mucha gracia esa tipología por altura y creo que algo de razón tiene. Nunca he conocido un chico que no sea agrandado y cambullero, también he conocido a muchos grandotes bonachones y medio tontos, o por lo menos lentos ¿será cierto eso aue la sangre se demora más en llegar? Es una idea divertida por lo menos.

Yo por ejemplo, estoy en la zona limítrofe de los ratones, siempre que me midieron daba 1.72 m pero, curioso, me acabo de medir y ahora me da solo 1,70 m ¿me estaré encogiendo? Eso es algo común cuando se envejece. Mientras sea solo la altura, no tengo problemas con eso.

Claro que también hay un asunto de épocas. Cuando yo era un jovencito estaba prácticamente en la media común de lo chilenos, con 1.70 nadie me consideraba petiso. Pero es que nos críabamos con puro té y pan: solo "caldo de tetera".

Nada que ver con los muchachones de hoy, criados con yogurt, churrascos, papas fritas y cuanta cosa hace crecer. El Tomás Jr. mide sobre 1.80 y sus amigos son todos de la misma altura. Esa raro ver a padre e hijo de la misma altura hoy en día, eso antes era natural.

Curioso, me puse a averiguar la altura de algunos políticos famosos y me encuentro con esto:

Mussolini 1.69 m; Hitler 1.75 m; Churchill 1.69 m; Putin 1.70 m; Zelensky 1.70 m; Macron 1.68 m; Trump 1.90 m. ¡Parece que los petizos la llevamos! En fin, el prototipo de chico y agrandado tiene varios ejemplos en la política.

Pero siguiendo con mi ociosa curiosidad, me puse a buscar la altura de Gabriel Boric, la primera respuesta que obtuve fue de la IA de Gemini que decía "La estatura de Gabriel Boric es de 1,83 metros, lo que equivale a 6 pies." 

¡No way! yo me crucé con él hace años acá en Arica y era un gordito de mi misma altura más o menos. A otro perro con ese hueso.

Seguí buscando y encontré en La Tercera un registro sobre su altura de 1,71 m, por ahí si que le creo. ¿habrá usado zapatos elevadores cuando Gemini registró 1.83 m? Capaz.

Recuerdo la historia de un amigo muy bajito, debe haber andado por uno cincuenta y tantos, que cuando empezó a ganar plata supo de los zapatos elevadores y de la noche a la mañana subió como 10 centímetros de estatura.

Me contó que se sentía el rey del mundo con su nueva altura, hasta que fue al control médico anual que se tenía que hacer en la empresa. El doctor le pegó con el martillito en la rodilla y nada, una y otra vez. Curioso lo pinchó con una aguja y el chico tampoco sintió nada.

Alarmado se mandó a hacer un montón de exámenes y nadie encontraba por que tenía las piernas muertas, totalmente insensibles. Hasta que le vieron los zapatos elevadores: resulta que con eso de andar con "taco alto" le desarrolló una severa neuropatía.

"Prefiero volver a ser chico a que me corten las patas" decía riéndose. Dicho y hecho, volvió a ser chico y volvió a sentir las patadas en las canillas, santo remedio.

En el dentista
¿Quien dijo que es malo ser viejo? El McDonnell se quejaba a cada rato de eso, "Tomás, nunca llegues a viejo, muérete jóven mejor" me decía. Pero he estado descubriendo que en Chile -con el estado de bienestar que nos dejó la soa Michelét, ser viejo es una delicia.

Siempre he tenido problemas en los dientes y el estómago, ambas cosas por mis pésimos hábitos y cero interés por cuidarme durante toda la vida. Y ahora empiezo a pagar la factura, en fin, a pagar callado nomás.

La cosa es que un diente de adelante me empezó a dar problemas y la dentista me dijo que necesitaba ir donde una endodoncista, porque la cosa se veía muy fea. Yo estaba pensando ir a Tacna pero cambié de idea y me puse a averiguar acá en Arica.

Resulta que la poderosa Cámara Chilena de la Construcción, dueña de la Caja de Compensación Los Andes y muchas otras grandes empresas, trabaja acá con Fonasa, que es el seguro estatal que tenemos lo veteranos indigentes. Saqué hora y me fuí para allá hoy en la tarde.

La clínica se llama Redsalud, está en todo Chile y es espectacular: moderna y con dentistas para escoger. Como yo he adquirido un post doctorado en parasitar del estado de bienestar, averigué que hay un programa llamado GES Dental que a los mayores de 60 nos hacen todo casi gratis. Bueno, pagado por los impuestos al alcohol en mi caso.

Llegué y me atendieron como príncipe, me sacaron tres radiografías, me evaluó una dentista general que me derivó a una endodoncista ¿Saben cuanto salió todo eso? Menos de doce dólares.

Gran noticia. Pero la mala noticia es que tengo el diente perdido, sin arreglo, así es que lo tendría que integrar a una prótesis o hacer un implante. Unos cuantos años atrás eso me habria desanimado un poco, ahora no me hace ni cosquillas.

El diente no me lo voy a sacar, lo dejaré hasta que se caiga solo y cuando eso pase ya veremos. Total, puede que me muera en unas semanas más y afortunadamente no botaré mi plata en el arreglo.

Y si se cae antes de morirme ahí veré como lo arreglo, porque si algo he aprendido a mi avanzada edad es que todo tiene arreglo menos la muerte, que es el arreglo de todos los problemas.

En todo caso ya saben, Redsalud se llama la clínica, es buenísima, la recomiendo totalmente.