Páginas

13 junio 2025

Refrito: En Chile los ingenieros somos malos

(Publicado originalmente el 3 febrero 2017)
La educación online es algo que me atrajo desde el primer momento y he seguido más de 40 cursos. Terminé 22 cursos con todos los exámenes y requisitos pero desde el año pasado Coursera y otras plataformas han empezado a cobrar por los certificados, desde entonces solo los tomo como "oyente", sin dar las pruebas, además me parece un poco ridículo seguir acumulando certificados, esa es la verdad.

El último en que me inscribí se llama Quantum Mechanics for Scientists and Engineers, dictado por David Miller de la universidad de Stanford. He leído muchas explicaciones del tipo "mecánica cuántica desde cero" y algo he conversado con mi buen amigo Tito Torres, que es muy experimentado en el tema, pero nunca me había animado a ver un curso formal sobre el asunto, considerando mi poca habilidad matemática, problemas de concentración y todo eso. Bueno, ahora me animé y empecé por un repaso de la base matemática necesaria para seguir el curso.

Me llevé la sorpresa que en 13 videos, entre 8 y 20 minutos cada uno se cubrían todos los tópicos de matemáticas básicas que vi en la universidad -todos- partiendo por lo más básico de las operaciones aritméticas hasta llegar a los operadores de álgebra lineal. Lo que me tomó tres dolorosos años de clases presenciales lo pude repasar en tres días de videos muy intensos. Acabo de terminar esa parte.

Es increíble el poder de entregar conocimientos de manera compacta que tienen las clases online, creo que esos once videos son, en esencia, toda la matemática básica que necesita saber un ingeniero. Siento una especie de impotencia al ver como en la universidad se sigue enseñando Álgebra, Trigonometría, Geometría Analítica, Cálculo 1, Cálculo 2 y Ecuaciones Diferenciales, Matrices y Álgebra Lineal ¡6 cursos de a lo menos un semestre cada uno! donde profesores y alumnos pierden el tiempo por meses, haciendo artificiosas demostraciones, llenando cuadernos y cuadernos con inútiles ejercicios de álgebra que a lo más podrían ayudarlos a entrenar la memoria.

Y lo peor es que después de años de ejercitación mecánica y repetición, en lugar de ponerse más inteligentes los ingenieros se ponen más brutos, en lugar de entender los principios generales y los grandes problemas subyacentes tienen llena la cabeza de humo, creyendo que saben mucho por su habilidad -hoy inútil- de hacer manipulaciones algebraicas y memorizar fórmulas.

Claro que unos pocos genios, tal vez un 1%, -aparte de Tito yo no he conocido ningún otro- llegan a dominar la parte mecánica y ven con claridad los problemas subyacentes, pero esos son muy pocos y generalmente no sirven como ingenieros.

Es una tragedia como nuestras universidades están engañando a los alumnos, enseñando cosas que eran útiles hace 20 años atrás y haciéndoles creer que el diploma con ribetes dorados les abrirá las puertas a la prosperidad, les están vendiendo humo.

Y el problema son los profesores, viejos o con alma de viejos que es lo mismo, ni les interesa si lo que enseñan servirá de algo, solo quieren cobrar el sueldo con el menor esfuerzo para enseñar a patanes que solo quieren tener el diploma con el menor esfuerzo, la complementación perfecta. Otros son peores, convirtiendo sus inútiles clases en competencias de ingenio, creyendo que con eso los alumnos van a salir "más inteligentes".

Desde hace cinco años más o menos, Google abre postulaciones en universidades chilenas para reclutar ingenieros jóvenes, los resultados son microscópicos, muy pocos o ninguno queda aceptado, porque son malos, su formación no sirve. Pero eso no le dice nada a los viejos profesores y decanos, es como si escucharan llover ¿qué les importa? Ellos igual van a cobrar su sueldo a fin de mes.

Cuando yo entré a la Universidad Católica del Norte en 1978, había una especie de fiebre por la innovación y por experimentar con nuevos métodos de enseñanza. Alcancé a sufrir los efectos de un método muy revolucionario, el Plan Keller, que en una época de hojas mimeografiadas, cuando ni siquiera existían las fotocopias, fue un desastre. Hoy se debería reflotar ese método, con las computadoras y la educación online sería un golazo.

El modelo de universidad a la que yo entré en 1978 ya no existe en ninguna parte de Chile, era experimental y vibrante, los profesores se quebraban la cabeza buscando incorporar las últimas teorías educativas y a veces cometían errores enormes -como fue el Plan Keller- pero también había tremendos aciertos. No existía esa estúpida fiebre por los doctorados de hoy, la mitad de los profesores eran teóricos y la otra mitad prácticos, mis mejores profesores de telecomunicaciones fueron ingenieros de ejecución y técnicos, muchos trabajaban en la industria.

Pero la principal diferencia era que cada día del año se repensaba y se cuestionaba lo que se estaba haciendo: el currículum, los métodos de enseñanza, todo. Cuando llegaron los profesores de la Universidad Santa María hacían voluntariamente coloquios matemáticos, físicos, solo para divulgar y conversar a quien quisiera ir.

En algún momento todo eso cambió y la universidad que era como un laboratorio, se convirtió en una universidad-museo, donde los viejos profesores empezaron a perder el interés y a dejar de cuestionarse si lo que enseñaban serviría para alguna maldita cosa. Y desde entonces todo ha ido empeorando.

Los profesores flojos han creado una extraña teoría: dicen que ellos reciben a los peores alumnos, así es que creen que lo único que pueden hacer es cuentearlos con propaganda y enseñarles a ser fantoches, tal como ellos mismos. Así es como se cierra el círculo, los alumnos les creen y hacen lo que se espera de ellos, se transforman en mediocres.

Y todos muy felices comiendo perdices, a nadie se le pasa por la mente la desagradable idea que están perdiendo tiempo y plata, porque para convertirse en un fantoche no es necesario ir a ninguna universidad,

15 comentarios:

  1. Creo que a la larga la universidad se va a convertir en una escuela más. Me da bastante gracia cuando veo a algunos exaltados defender a capa y espada la "autonomía" universitaria, pero lo que en realidad defienden es la supeditación universitaria a una agenda política. Las universidades de hoy, tanto públicas como privadas, siguen directrices estatales. Bajo la excusa de "calidad académica" han destruido lo que funcionaba más o menos bien sin necesidad de tener a burócratas molestando. En el área de ciencias de la salud (a lo que me dedico), pasan cosas muy similares. Profesores que llevan años usando los mismos métodos anticuados, una mala administración y mala enseñanza en general. No sé si es el resultado de la masificación universitaria, quizás sí; pero no hay que olvidar el papel nefasto que han cumplido los burócratas y todos esos giles que pretendían controlar el sistema universitario bajo la fachada de "calidad académica" e "investigación". No eran más que puros eufemismos para referirse a un control casi absoluto de la educación superior por parte de políticos.
    Anticaviar

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Claro, es un problema en todas partes. La educación ha sido monopolizada en la historia por distintos grupos: por la Iglesia, el estado, la política y la empresa privada.

      En Chile del Siglo XIX la gran pelea era entre la Iglesia Católica y los masones. A partir del Siglo XX el estado se colocó en el pedestal de Gran Árbitro, Administrador Supremo, bajo la fachada de la "educación laica" y otras fantasías que, bajo pretextos cívicos, le daban el monopolio de la educación a los políticos.

      Los políticos, tal como los religiosos, siempre vieron a escuelas y universidades como instrumentos de adoctrinamiento, a mi me parece OK, siempre que no busquen el monopolio.

      Además que como adoctrinadoras, las universidades y colegios son siempre ineficaces: los peores herejes salen siempre de colegios de curas (como Abimael Guzmán), los derechistas más acérrimos salen de las universidades de izquierda, etc.

      Cuando el estado -que tiene el monopolio de la fuerza- se puso como árbitro, lo primero que hizo fue establecer un monopolio y feudos que le deben rendir tributo.

      Además que a partir del Siglo XXI se estableció esa tonta idea que la educación universitaria masiva iría de la mano con subir el nivel de vida de las personas, Nunca fue, pasó todo lo contrario.

      En fin, es un asunto repleto de fetiches y de lugares comunes. Creo que es un problema que se va a solucionar solo porque llegará el momento en que los títulos universitarios no valgan nada, me parece que estamos cada día más cerca de eso.

      Borrar
    2. Es interesante el concepto del MIT, que nació como un instituto de estudios técnicos con talleres para hacer práctica que a la vez facilitó la investigación. Ahora es una de las "universidades más prestigiosas de USA" y no se llama universidad....Están desarrollando una máquina para la fusión nuclear muy interesante.

      Borrar
    3. un tío, ya viejito, estudió en la universidad de concepción, en un evento que era familiar, aparecieron muchos de esa formación, todos unos comunistas rancios a la elevada potencia, mi tío siempre fue derechista y conservador, sólo criticaba a pinochet por blandito, quizás cómo fue a caer a ese recinto

      Borrar
  2. no conozco ningún ingeniero que trabaje de "ingeniero", todos terminamos de administradores en diferentes áreas, tampoco hay industria para que absorban miles todos los años, no sé si alguna vez esto fue distinto

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Si, es que desapareció la necesidad de los ingenieros. Fuimos entrenados para trabajos inútiles, que ya no existen porque fueron sustituidos por las máquinas hace décadas, solo que nadie parece haberse dado cuenta.

      Cuando yo entré a la U en 1978, un ingeniero era un tipo con tremenda habilidad para hacer cálculos, que eran necesarios para diseñar y reparar máquinas, edificios, aparatos y cosas así.

      Cuando había que diseñar algo o cuando había que reparar lo que no funcionaba, llegaba el ingeniero con su regla de cálculo y su Tabla Larsen y se pasana un buen rato haciendo operaciones matemáticas complicadas y rutinarias. Por eso los ingenieros teníamos fama de "cuadrados".

      Pero todo eso cambió cuando aparecieron las calculadoras (en Chile vi la primera Elecna en 1974 cuando estudiaba para técnico) y para que hablar cuando se difundieron los computadores.

      Hoy en día los ingenieros son cada vez más innecesarios. Las máquinas hacen todo el trabajo sucio que antes tenían que hacer ellos, incluso escribir código para las computadoras.

      Borrar
  3. Yo tampoco trabajo ya de ingeniero, aunque siempre afirmo que la mentalidad ingenieril me acompaña siempre y me agrega eficiencia en todo lo que hago (eso tampoco es original. La mayoría de los ingenieros que conozco y trabajan en otra cosa dicen lo mismo)
    Estudié en una universidad provinciana, la UNL (nacional del litoral). En esos tiempos había un proyecto bien desarrollista: la presa de Paraná Medio. Los brasileños ya estaban culminando Itaupú - que fue la presa más grande del Mundo hasta que los chinos hicieron la de las Tres Gargantas sobre el río Yang Tsé, pero eso ya fue en el siglo XXI,
    Paraná Medio iba a ser la presa mayor del Mundo, superando a Itaupú. Teníamos una empresa estatal tipo soviética en aquel entonces, Agua y Energía, que hacía todo: represas, líneas de alta tensión, termoeléctricas, redes de distribución, etc... . Creraron una "Gerencia Paraná Medio" en la capital provincial y empezaron a acumular profesionales destinados a desarrollar el Proyecto. La Universidad local empezó a celebrar convenio con esta unidad monstruo de ingeniería: laboratorio de agua, de suelos, laboratorios de hidráulica, modelos a escalas, etc... Todas cosas que una vez usadas en el proyecto iba a quedar para la Universidad. Con todos esos profesionales y esa infraestructura parecía lógico fundar una unidad académica específica y lanzar un par de carreras afines. Bueno, me anoté en los últimos años de esa euforia. Mi profesor de Hidráulica Fluvial era la máxima autoridad nacional en eso. Mi profesor de Física electromagnètica era el único tipo en el país autorizado a usar radio-isótopos, a inyectarlos en napas, para mapear corrientes subterráneas o descubrir filtraciones en presas con el contador Geiger.
    Y mucho así. Había un poco de electricidad en el ambiente, éramos la unidad académica que se desarollaba a la par del empendimiendo hidráulico "más grande do mundo" y seguramente todos conseguiríamos trabajo ahí o en otras partes.
    Bueno, por supuesto, el plan se suspendió por falta de plata. Un clásico argentino. La economía no se desarrolló según los planes, no hizo falta tanta energía pero además descubrieron Loma de la Lata, un yacimiento de gas convencional que alimentó ciclos combinados durante décadas en este país (ahora en la misma zona descubrieron Vaca Muerta, gas no-convencional, y es el nuevo boom energético)
    No fuìmos una unidad académica famosa, mas bien nos desparramamos a buscar lo que había. Mi primer trabajo fue en un ingenio azucarero, varios años. Luego en una fàbrica de enfriadores de leche para tambos. Luego me reinserté en un negocio familiar y hasta la fecha ando en eso. En el medio eso sí me hice programador y armé sistemas para varias empresas, eso creo que fue un karma generacional de aquellas décadas cuando faltaban programadores y muchos ingenieros de otras ramas fuímos para ese lado.
    No voy a decir que no me divertí pero contrario a mi idea de esos años ahora soy partidario de formaciones generales, amplias, y de no especializarse en demasía. La especialidad triunfante ayer puede ser una pieza de museo mañana. Vas a tener que cambiar de rubro varias veces si estás en tecnología durante tu vida, eso es seguro. Uls

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Esa historia es análoga a la mía y supongo que a la de millones de ingenieros que estudiamos entre los 70-80: nos pilló la tecnología.

      Esos fueron los años de oro de la ingeniería, yo me acuerdo de los ingenieros electrónicos que se encaramaban en las antenas con un tester, usaban el osciloscopio hasta para ir al baño y eran los más inteligentes y cuadrados. Las mejores minas se acostaban con los deportistas, pero buscaban a un ingeniero para casarse: ingresos sólidos y constantes.

      Era "la profesión del futuro" decían los padres, tal como fue después la programación: los que supiesen programar computadoras serían los dueños del mundo, ja ja.

      He escuchado miles de veces eso de que "no trabajo como ingeniero, pero pienso como ingeniero, eso me lo enseñó la carrera". Yo creo que es un mito, una causalidad inversa.

      Resulta que eso de "pensar como ingeniero" es una forma de pensar metódica y optimizadora que corresponde a cierta mentalidad, no tiene nada que ver con conocimientos o estudios, excepto que los que tienen esa mentalidad son atraídos para estudiar ingeniería.

      No creo que sea algo que se aprende, es una forma de ser, creo que nacimos cuadrados y por eso estudiamos ingeniería, ya que es lo que menos nos costaba.

      Al menos yo desde chico siempre fui así y estudiando para técnico me sentía como pez en el agua, porque iba con mi personalidad, pese a que mis aptitudes eran PÉSIMAS para la profesión.

      Toda la razó en eso que la educación debe ser cada vez más generalista, la especialización debe adquirirse en el trabajo, en la vida real. Especializarse en una sala de clases me parece una monstruosidad.

      Borrar
  4. La ingeniería es la inventiva para maximizar logros con la minimización de recursos. Yo la aplico así en mis proyectos en la empresa que he fundado.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Eso que dices Centurio me hace recordar a mi amigo y profesor Juan Luis Espinoza, cuando me hizo mi primera clase de fundamentos de ingeniería. Contó un chiste muy malo pero decía algo que recuerdo bien hasta hoy: que la palabra "ingeniero" tenía una doble etimología.

      Una presuntamente venía de "ingenio", o sea la capacidad de encontrar soluciones ingeniosas a los problemas.

      La otra -mucho más probable. venía de "engine" o sea el chofer, el conductor que manejaba el vehículo, la locomotora o cualquier máquina a motor.

      Y según esas dos vertientes era como se formaban los ingenieros; como un ingenioso o como un chofer capaz de conducir y reparar.

      Eso fue en 1978, hace 47 años y todavía me acuerdo de ea clase gracias a un mal chiste, de un cavernario que se le derrumbaba la cabaña porque no habían ingenieros.

      Espero que mi amigo y ex profesor -que a veces aparece por este Templo del Ocio- me disculpe por criticarle su chiste, pero ¡puta que salió fome! Gracias a eso me quedó grabada esa frase.

      ¡Saludos GRAN Jota-Ele si llegas a leer esto jaja!

      Borrar
  5. Se supone que los ingenieros tenemos cierta manera de pensar y hacer las cosas que nos caracteriza. Puede que lo desarrollemos durante la carrera o que, como dices, estudiemos eso porque ya lo teníamos, tal como suele haber ratones en torno a los supermercados, pero sea una u otra la causalidad, parece que nadie discute que pensamos “ingenierilmente”, es decir, 1) eso existe, y 2) lo tenemos.

    Y parece que es algo apreciado, porque se pide ingenieros para las más diversas funciones. No pocos discuten que los ingenieros debieran poder ser directores de hospitales (algo que hoy se reserva exclusivamente para médicos), porque es más administrar y optimizar que aplicar ciencia médica. Vaya uno a saber.

    Cuando yo estudiaba, se había puesto de moda la especialización y el foco en lo tecnológico, promoviendo más las especialidades civiles que las industriales, que habían copado el campo en los años previos. Incluso se hablaba de entrar directamente a una especialidad, en lugar de hacerlo al plan común. Yo coincido contigo y con Uls: eso no tiene sentido en un país como el nuestro, donde no tenemos un desarrollo tecnológico propio que haga necesario eso y, con lo cambiante que es todo, es mejor tener una buena base pero especializarse después.

    Cuando ya había egresado, se puso de moda la innovación. Incluso aparecieron “expertos en innovación”, postítulos y -era que no- hasta magísters en innovación, lo que siempre me ha parecido una ridiculez porque la innovación no es más que hacer las cosas distinto, tener mentalidad lo suficientemente abierta como para no cerrarse en hacer las cosas como siempre se han hecho, pero ¿cómo diablos te “especializas” en eso?

    También cuando estudiaba, varias veces me dijeron eso de “siendo ingeniero tienes la vida asegurada”. Estaba claro que no, y que, por mucho que les duela a los woke, el trabajo se transa como cualquier mercancía, lo que ha quedado en absoluta evidencia tras la masiva apertura de universidades y carreras. Más claro dónde.

    Saludos,
    El Triministro.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ojo, no todos los ingenieros "piensan como ingenieros", muchos piensan como boludos jaja, se me viene a la mente alguno que otro amigo.

      Creo que todos pasamos por ese ciclo de falsas expectativas, engrupimiento, delislusión, etc. etc. Hay ingenieros que son muy buenos administrando, innovando, emprendiendo, etc. otros son como la esferas en lo mismo.

      Si, existe esa mentalidad que se asimila a "pensar como ingeniero" yo la puse cuando copié la página de un escocés muy simpático que la escribió cuando estudiaba ingenería eléctrica. Se llama "Los ingenieros explicadosE es muy buena
      https://bradanovic.blogspot.com/2016/01/refrito-del-domingo-los-ingenieros.htmlhttps://bradanovic.blogspot.com/2016/01/refrito-del-domingo-los-ingenieros.html

      Criosamente, hace un par de años me dió curiosidad saber qué habría sido de ese divertido estudiante, y tuvo un ciclo muy parecido al de la mayoría de los que estudiamos ingenería: terminó como burócrata en el departamento de estadísticas en el Civil Service de UK.

      Ahora es un tipo apagado y parece que solo le nteresan las maratones, es un karma

      Borrar
  6. UN ingeniero intenta entrar al Cielo pero San Pedro, que no lo encuentra en la lista, lo manda al Infierno.
    El Diablo lo acepta sin hacer papeleo. El ingeniero, a poco de ver todo lo que funcionaba mal, empieza a instalar aire acondicionado y otras mejoras.
    En eso entra una llamada telefónica del Cielo. Habla Dios.
    - Ese ingeniero que te mandamos - dice Dios - fue error. Mandalo de vuelta.
    - De ninguna manera. Hizo un trabajo de primera, no lo vamos a largar
    - Si no lo devuelves voy a llevarte a Tribunales
    - No vas a tener suerte - dice el Diablo - los abogados están todos acá conmigo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. jaja los chistes sobre los abogados
      ¿Cómo se inventó el alambre de cobre? Cuando dos anogados peleaban por un centavo.

      A un amigo anogado de acá -medio sinverguenzon- yo siempre lo saludaba a viva voz con el soneto de Quevedo:
      "¡Oh tu, de los bachilleres.
      aue siempre en vano has leído
      y más pleitos has perdido
      que una muchacha alfileres!"

      Mi amigo se ponía muy contento, no entendía nada y creía que lo estaba alabando "gracias, fracias" me decía.

      Igual hay abogados buenísimos, yo le debo la casa -o sea el pellejo- al buen abogado Leopoldo Parra, siempre lo vot a recomendar.

      Borrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"