La noche de un día agitado

Ah que día de perros, le tenía miedo a esas clases intensivas de cinco horas seguidas: hablar, hablar y hablar, que tortura, no entiendo como hay profesores que se dedican a eso regularmente, en especial cuando son los fines de semana. Claro que se gana buena plata pero ¿a que costo? ¿cuanta plata compensa tener que levantarse a las 7:30 de la mañana?. Ayer empece a las 6:30 PM hasta las 10, con un café a las 8 PM, al terminar la clase me fui a juntar con mis compañeros del MBA, mi amigo Pablo, el Roca, Hombre Ardiente, Alexis y las chicas que se habían juntado en el Mojito, en la playa Chinchorro. Me tomé un solo J Walker y me fui a dormir para estar en clases al otro día a las 8:30 AM, y bla, bla, yaba-daba, hasta la 1:30 PM.

En fin, lo bueno es que me tocó un curso despierto y puntudo, participaron harto lo que ayudó a mantenerme alerta. Después de terminar pensé aliviado que correspondía irme a dormir por el resto del día, pero me acordé que tenía que tomar un examen de grado a las 5 PM ¡maldición! recién pasadas las 7 PM quedé desocupado y listo para venirme a dormir, pero ahora se me pasó el sueño. Para remate me acaba de llamar Daniel porque mañana inauguraremos la temporada de asados del bicentenario en la Parcela del Pueblo. Después de un largo receso invernal vamos a atracarnos de colesterol y etileno. Para sufrir nacimos.

Menos mal que este semestre no tengo que hacer clases, bendito sea el decano, parece que me leyó el pensamiento. En fin, tal como decía Sergio todo va caminando muy bien, cuando los astros se alinean las cosas salen, es pura suerte nomás, vamos a ver cuanto me dura.

Mi comentario obligado sobre el Premio Nacional de Literatura para Isabel Allende, creo que es muy injusto que reciba plata siendo milonaria y con tanto escritor medio muerto de hambre dando vuelta, el resto me parece bien. Copio mi opinión textual, tal como puse en el FB de Tercera Cultura:

Solo hablando de gustos, creo que Isabel Allende siempre ha tenido una habilidad endiablada para redactar, la leía con mucho gusto cuando escribía "Los Impertinentes" en la revista Paula, pero leer sus libros es algo que no soporto.

Lo que no me gusta de ella: superficial, chamullenta, reina del lugar común, medio tonta.

Lo que me gusta: simpática, chispeante, excelente redacción, escritora millonaria (sería un gran partido si no estuviese casada), medio inteligente (ahi se completan los dos medios).

Bien por el Premio Nacional, si hubiesen otros escritores chilenos extraordinarios, vivos, se podría reclamar. Isabel Allende no es extraordinaria pero ha tenido mucho éxito popular y eso vale.

En fin, no creo que la calidad literaria o la calidad del arte pueda existir aparte de nuestro gusto, me da lata hablar de buena o mala calidad y prefiero decir que algo me gusta o no me gusta, los libros de Isabel Allende no me gustan pero la escritora me cae bien, incluso su cursilería me parece simpática, que diablos, tengo cierta simpatía instintiva a pesar de las muchas estupideces que a veces habla o escribe. Bien por ella.

Hablando de Artistas Ingrid Wildi inauguró hace pocos días en el Museo Salvador Allende de Santiago su película-instalación sobre Arica donde aparezco yo en algún lado ¡que verguenza! es lo mismo que cuando estoy bailando, me aterroriza la idea de verme haciendo el ridículo en una entrevista, espero no ver eso jamás. Bah, igual la voy a ver alguna vez escondido, muerto de verguenza y arrepentido por haber aceptado hacer el loco. ¡Felicitaciones Ingrid!, a todo esto su proyecto Dislocación debe ser la actividad artística más importante y masiva del bicentenario.

Ah ¡que viva el arte! como me habría gustado ser artista popular, músico para ser más exactos, y amanecerme tocando en una orquesta tropical. Soñar no cuesta nada, lo otro es lo difícil. Así es que mejor me voy a dormir y soñar con los angelitos. Hasta mañana.