Desigualdad y política

La teoría de moda dice algo más o menos así:

En Chile, a pesar de la buena situación macroeconómica la prosperidad no está llegando a la gente, esto es porque existe una desigualdad enorme, una de las mayores del mundo, donde la gente más pobre vive al nivel de los países africanos. La gente entonces se rebela al ver tanta desigualdad y sale a protestar, la marginación es la causa de las protestas.

Lo escuché casi textual a Marcel Claude en televisión el otro día y desde hace años es un cliché del pensamiento políticamente correcto, o sea progresista. Esa corta frase contiene tres afirmaciones y las tres son falsas:

Primero, la prosperidad si está llegando a la gente ¿como puedo afirmar eso? basado en un solo dato que es el test ácido que muestra el efecto de la economía sobre las personas: el desempleo. El índice de desempleo en Chile alcanzó 8,1% en 2010, descendiendo 1,6 puntos con relación a 2009, cuando llegó a 9,7%, según un informe presentado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Un 1,6 podría parecer poquito, pero si consideramos que la fuerza laboral en Chile creció 7,9% y este 1,6 es adicional, llegamos a que se crearon 428.280 nuevos puestos de trabajo, cosa considerada imposible por todos los economistas de la concertación solo un año antes.

Claro que nadie se siente -jamás- satisfecho con lo que tiene, como dijo Monty Burns "daría todo lo que tengo por tener un poquito más", pero 428.280 personas más con un ingreso es -desde cualquier punto de vista- una mejora muy importante. Todas las demás estadísticas pueden ser discutibles, pero un aumento en el empleo es un signo definitivo de que la prosperidad está llegando a las personas.

Segundo, que en Chile la gente más pobre vive al nivel de los países africanos es una mentira muy grosera, que promocionó Andrés Zahler en un artículo que se llamaba ¿En que país vivimos los chilenos? . Yo mismo hice notar por twitter que en Angola, país con que nos comparaba, "más de dos tercios de los 16 millones de habitantes de ese país (Angola) viven con US$ 2 diarios, y 4 millones sobreviven con US$ 0,75 o menos al día". Sus explicaciones fueron muy pobres y aproveché de escribir una entrada comentando eso mismo en este Club de Ociosos, se llamaba Miente, Miente que Algo Queda.

La tercera mentira es la más venenosa de todas, porque hace creer que la mayoría del país está furiosa por el estado de desigualdad en que vivimos. La verdad es que al país -o al menos a la mayoría de sus habitantes- la desigualdad les importa un pepino y esto no es una simple opinión mía, sino un hecho, que se demuestra en que el 51,6% de los chilenos votaron para elegir presidente de la república a uno de los tipos más ricos del país.

Es ridículo pensar que en un país furioso por las desigualdades la verdadera izquierda no alcanza ni de lejos el 10% de los votos mientras que el partido político más votado es el que representa a la extrema derecha.

Para entender por que se han ido colocando estas tres ideas y por que se han establecido tan fácilmente en la opinión pública hay que conocer la idea de la Vanguardia Organizada, que fue la aportación más importante de Lenin a la teoría marxista.. La idea de Lenin era que la revolución no puede surgir de manera espontánea del proletariado, sino que debería haber una vanguardia revolucionaria, un grupo minoritario y ágil que condujera el proceso.

Lo que vemos hoy de Camila Vallejo y Jorge Gajardo es la vanguardia, saliendo a la calle, haciendo alianza con tontos útiles (concepto atribuido a Lenin) y con lumpen proletariat (concepto de Marx). La vanguardia en la calle debe causar conmoción, para eso sirve el lumpen proletariat, pero a la vez debe tener buena prensa, rol que deben cumplir los tontos útiles.

El objetivo es hacer aparecer sus intereses como los anhelos de toda la sociedad, que, cansados de soportar el sistema de elecciones salen a la calle a tomar acción directa. No se necesitan muchos para dar la impresión que es "toda la ciudadanía" y la exigencia de "llamar a plebiscito" esconde un pequeño truco: el plebiscito debe ser bajo sus términos, intereses y ellos ponen las preguntas. Así cualquiera.

En todo caso no tiene nada de raro, el partido comunista se va a quedar sin representación en las elecciones que vienen, porque la concertación ni muerta les va a regalar cupos como lo había hecho cuando estaba en el gobierno, ya no son moneda de cambio. Entonces tienen que tomar la calle, era lo lógico y lo extraño es que el gobierno no haya estado preparado para algo tan obvio.

Como buenos chilenos todo es improvisado, el gobierno no tiene idea como enfrentar algo que hasta un niño habría podido vaticinar, no estaba preparado y ahora actúan como bomberos locos tratando de apagar los incendios y haciendo inútiles llamados a la unidad nacional. Si hay una ley de hierro en la política es que la cosa es sin llorar, el gobierno no gana nada llorando y quejándose, debe enfrentar y solucionar las cosas con decisión y dispuesto a afrontar los costos.

Lamentablemente no parece tener mucha decisión, ni mucho menos dispuesto a soportar costos, así no es raro que esté tan complicado. Hasta mañana.