23 marzo 2012

El profe de pregrado


Las cosas no podrían estar peor. Mi gran amigo Nelson Navarro está gravísimo en el hospital después de un infarto que le dió el lunes pasado, sumamente complicado, en la Unidad de Tratamiento Intensivo solo dicen que está "grave" y "estable", son bien conservadores para dar pronósticos. Dicen que si lo estabilizan lo pueden mandar a Santiago a que le hagan una limpieza de cañerías y se salva, así es que hay que cruzar los dedos nomás.

Nelson tiene el típico perfil del millonario y cuando quiero sacar de quicio a mis amigos que siendo conservadores y prudentes han conseguido un buen pasar, yo les digo que el es el único de nuestro grupo que puede hacerse rico, los demás somos todos ratones de cola pelada.

Ultimamente estaba de empresario minero y por fin le empezaba a ir bien, el jueves pasado nos pasó a buscar en la Hummer H-3 que se había comprado recién y nos fuimos a comer comida china, justo cuatro días antes del infarto. Quien se lo iba a imaginar. En fin, que se mejore nomás compadre, todos los amigos estamos tirando rayos de buena suerte. Además solo los buenos se mueren, los mala hierba somos duros de matar.

En fin, hay que seguir caminando nomás, como si no pasara nada, ponerse triste no arregla las cosas ni un milímetro, además las enfermedades y la parca nos esperan a todos así es que mejor no hacer ni caso, ya me va a tocar a mi, y a cada uno de los que leen muy contentos estas negras reflexiones. Que tanto, que sea lo que sea.

Pasando a otra cosa ya terminé de revisar dos tésis que estaba guiando, muy buenas ambas, da gusto trabajar con gente que se esfuerza por sacar las cosas bien así como da rabia cuando salen alumnos aprovechadores y flojos.

Si alguien que lee esto está estudiando le doy un consejo que vale plata: todo lo que enseñan sirve, todo, si lo estudian con la disposición de aprovecharlo. Yo me acuerdo como nos quejábamos por la inutilidad y a veces por el bajo nivel de algunos profesores en la carrera, eso porque éramos ignorantes y además tontos, estábamos comprando educación y no la aprovechábamos.

En la universidad, al contrario de lo que la gente piensa, los mejores profesores son normalmente los de pregrado, de los primeros años. Recuerdo que hace unos dos años atrás me ofrecieron hacer clases de pregrado en Preparación y Evaluación de Proyectos.

Ni muerto, pese a que trabajé como 20 años en esa área y que he hecho clases de postgrado de lo mismo. En pregrado solo enseño las pocas cosas que domino muy, muy bien, generalmente cursos de especialidad como talleres y cosas así.

Los profesores de postgrado son más fantoches y cuenteros, enseñan sobre asuntos prácticos y su aporte es la experiencia real más que asuntos teóricos, esto en los postgardos profesionales al menos. En pregrado en cambio, el profe no llega imponiendo respeto como en un magister, los alumnos son puntudos y siempre hay dos o tres que tienen como deporte buscar las equivocaciones y decir que "este profe no sabe donde está parado".

Cuando yo estudiaba esa era mi actividad favorita, siempre me sentaba en el primer asiento, justo al frente del profesor, al lado se sentaba el Dietram Eitner que andaba en las mismas que yo, atentos buscando la equivocación para reirnos del profesor o dejarlo en ridículo. Algunos compañeros todavía se acuerdan cuando -siendo un mocoso- le dije a un profesor que "su ignorancia es supina".

Yo que no estudié formalmente matemáticas financieras, habría hecho el ridículo enseñando proyectos en pregrado, no me iba a exponer a que un mocoso insolente me corrigiera, ni muerto. En postgrado en cambio podía pasearme enseñando como se hacen y como se evalúan los proyectos en la vida real, donde la experiencia vale y sirve.

Ahora escucho al Tomás Jr. y habla las mismas tonteras de las que yo estaba convencido 40 años atrás, en fin, ya le tocará ver la luz, ojalá no sea de la manera difícil.

En todo caso mis respetos para los profes de álgebra, cálculo, física, del ciclo básico, que en cada clase hacen trapecismo sin red. Pueden llevar décadas haciendo el mismo curso pero siempre va a salir algún puntudo diciendo "disculpe profe, pero se equivocó en el signo"

4 comentarios:

  1. Suerte con su amigo.
    Yo recuerdo un profesor de matemáticas bastante riguroso pero enemigo feroz del tabaco. Eso lo sacaba un poco, un día afirmó en clases que, además de ser malo siempre, el centímetro final del cigarrillo equivalía a fumarse todo un cigarrillo. Quiso decir, claro, que los contaminantes se concentraban ahí mientras el humo pasaba y luego al fumarse esa última parte uno respiraba los condensados del tabaco antes quemado.
    Pero como lo enunció decía que el último tramo del cigarrillo equivalía a todo un cigarrillo - que debía ser un cigarrillo completo con su tramo final que equivalía a todo otro cigarrillo y así infinitamente "donde una parte no es inferior al todo". Mas o menos no me contuve de decírselo y no me miró con cariño. Creo que me costó un par de reprobados.

    ResponderBorrar
  2. ¡Sin darse cuenta había caído en la paradoja de Aquiles y la tortuga! Al fumar un cigarillo te fumabas infinitos. Ese es el riesgo del profesor de pregrado, siempre sale un alumno que en cuentra como ponerlo en ridículo.

    ResponderBorrar
  3. A mi me pasa harto lo de los signos... profe se equivoco... probablemente hijo, para eso esta el libro y la clase solo es una referencia, ademas es buen ejercicio que nunca le crean a nadie sin corroborar la fuente, ... mandeme el desarrollo por correo y si esta bien lo cambia por 3 decimas en una prueba... y sigo la clase.

    XD

    ResponderBorrar
  4. Nervio, lo peor es cuando el profesor empieza a desarrollar un ejercicio y se queda`pillo, obligado a dejarlo para la próxima clase. Recuerdo a un profesor de física que le pasaba siempre y nosotros lo teníamos de material. Bueno, pasaron los años, el hombre sacó su doctorado y hoy es un físico importante en Santiago.

    En algunos ejercicios uno se equivoca en el signo a la mitad y todo el desarrollo se va por otro lado, especialmente en física.

    Recuerdo solo un profesor que nunca se equivocó, le decíamos "Pluto" (era igual al perro de Mickey) y desarrollaba los teoremas como si estuviera escribiendo poesía, era impresionante, iba conversando y escribiendo con una letra meticulosa y ordenada, un crack, de la Santa María.

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"