16 agosto 2024

Diego Portales, el joven

Los que leen regularmente este Templo del Ocio conocen mi admiración por don Diego Portales, creo que es uno de los muy pocos chilenos que para mi entran en la categoría de genios y me parece que él fue el verdadero padre de nuestra patria. Supo leer como nadie el carácter y la realidad nacional.

Esa comprensión tan profunda de lo que somos los chilenos no es solo de la época en que le tocó vivir, porque su visión sigue vigente y se extiende hasta hoy, a casi 200 años de su muerte. Es impresionante leer sus cartas con ideas que son tan claras y acertadas hoy como cuando él vivía.

Pero no me gustam las hagiografías. esas que escribían los curas sobre la vida de los santos representándolos como seres perfectos y sin una sola mancha. 

A Portales -además de admiración- le tengo una tremenda simpatía personal: me hubiese encantado ser su amigo y compartir en algunas las fiestas y tomateras que él tanto disfrutaba.

Portales no fue perfecto, estaba lleno de contradicciones y en algunas cosas tenía su lado B donde se comportó bien canalla. 

Otra cosa interesante es que en parte de su vida fue un perdedor, fracasó en negocios que emprendió, el periodismo y la política fue lo último -y tal vez lo único- que le salió bien en su vida.

Sus padres, José Santiago Portales Larraín y de María Encarnación Fernández de Palazuelos Acevedo, debieron tener mucha plata con tan sonoros apellidos. 

Pero no fue así, porque tuvieron veiticuatro hijos y a don José Santiago, con su modesto sueldo de jefe de la Casa de Moneda, apenas le alcanzaba para alimentar a tamaña tribu.

Desde chico Portales se enfrentó a un futuro muy incierto, su padre esperaba que fuera cura, que era una profesión rentable en esos años pero don Diego -hijo de tigre- era califa como piedra de curanto y no le hacía maldita gracia la idea del celibato.

Los estudios primarios los hizo en el Colegio Carolino de los curas, donde lo único que aprendió perfectamente fue a leer y escribir en latín. En esos años se contagió con el vicio de la lectura y devoraba textos romanos en su idioma original y después toda clase de libros.

Estudió un año de secundaria en el Instituto Nacional -fue uno de los alumnos fundadores en 1813- pero en 1814 los españoles reconquistaron el gobierno y tuvo que salir a trabajar. Se empleó como ensayador de metales en la Casa de Moneda donde trabajaba su padre.

Y aquí viene la primera muestra interesante de su carácter: en 1810 se forma la Primera Junta de Gobierno, que daría paso a los gobiernos de la Patria Vieja. Y mientras la mayoría de los jóvenes de su época se convirtieron en fervientes patriotas o realistas, él permaneció completamente indiferente a las peleas contra España. 

No se dejó impresionar por Ohiggins, Carrera ni por los realistas adictos a España. Nunca tomó partido en la pelea por la independencia de Chile.

Nunca fue un seguidor y seguramente notó desde un principio las miserias de nuestros próceres patriotas así como las de los realistas. Eso casi no se menciona en la historia oficial, pero creo que fue la primera señal del genio que llegaría a ser años más tarde. 

Siempre se negó a meterse en las peleas mezquinas por el poder personal en las que estaban enfrascados los distintos bandos, mucho menos estuvo dispuesto a mezclarse con las logias masónicas que eran los imanes para la juventud ambiciosa en esos años.

Se casó a los 26 años con su prima Josefa Portales y Larraín, quien murió de parto a los dos años. La muerte de su mujer lo transtonó tanto que cayó en una crisis mística y pasó un buen tiempo metido en las iglesias como penitente. Prometió que nunca volvería a casarse y curiosamente lo cumplió.

De esa experiencia salió con un saludable cinismo religioso -"no creo en Dios pero creo en los curas"- diría después. Al casarse el abuelo de su mujer les había regalado una dote de $ 4.000 -unos 5.200 dólares actuales si el cálculo no me falla-  con lo que importó telas y casimires que vendía desde su casa. 

En el negocio de las tela hizo algunas ganancias que le permitieron irse a vivir a Lima, para establecerse con un negocio de exportaciones hacia Chile en sociedad con su amigo Manuel Cea. 

Vivió dos años en Lima donde le fue muy bien en los negocios y en la vida en general, se dejó de beaterías y volvió a ser el fiestero y califa de antes de su matrimonio. 

Antes de volver a Chile Portales viajaba frecuentemente a Santiago, ya era un petimetre, galán. mujeriego y bastante acaudalado. 

Aquí viene la segunda parte interesante que casi no aparece en los libros de historia. En uno de esos viajes conoció a Constanza de Nodenfitch, huérfana de 15 años nacida en Perú, sobrina de la marquesa de Cañada Hermosa, educada para casarse con algún ricachón noble como correspondía a su belleza y apellidos. 

Pero Constanza conoció a Portales -que la doblaba en edad- y se enamoró a la primera, incondicionalmente. Don Diego, ni corto ni perezoso, la invitó a una cita "a solas", es decir a hacer el delicioso en una humilde casa en La Chimba. 

Parece que quedaron contentos porque siguieron con eso cada vez que Portales venía a Chile. Tuvieron tres hijos y Constanza fue su compañera incondicional pese a que Portales siguió mujeriego, putero y fiestero hasta el día de su muerte. 

Nunca le dió el apellido a sus hijos, a quienes inscribieron como "ija de don Diego Portales y C. N, solteros, nacida bajo palabra de matrimonio". Díganme si lo de Constanza no fue amor incondicional. 

El año 1824, la próspera sociedad Portales Cea  obtuvo del gobierno los derechos a cobrar el estanco (impuestos) del tabaco, que los obligaban a hacerse cargo de la deuda pública de Chile con Inglaterra. El negocio fue un desastre.

Quebró porque no pudo ganarle al contrabando, el gobierno de la época caducó el contrato con gran escándalo y se quedó con lo poco que quedaba. Después se hizo una investigación y resultó que efectivamente habían quebrado y perdieron todo. 

Un año antes, en 1823, Ohiggins había abdicado y se fue a vivir al Perú, a lo que siguió una anarquía espantosa, creo que ya he escrito sobre eso. 

Portales, sin mucho que hacer y perdida casi toda su fortuna, se juntaba todos los días a conversar con sus amigos en una banca de piedra de la Alameda de las Delicias.

Nunca se había interesado en la política y no tenía ambiciones, pero estaba furioso con lo que estaba pasando en el país, el grupo de los que lo iban a escuchar fue creciendo. Fundó el diario El Vigía en Valparaíso y después El Hambriento en Santiago, que hasta el día de hoy es una delicia para leer.

En el primer número Portales colocaba su editorial:

"Señor Público
Casi muerto de hambre y sin hallar en qué gastar el tiempo, mi única propiedad, paso una vida tan mortificada que ya no tengo fuerzas para soportarla. Conozco a algunos que hallándose en situación tan perversa como la mía, han llegado a mejorarla, y yo voy a seguir sus huellas adoptando el arbitrio de que se valieron, por ver si consigo lo mismo. Voy á meterme á escritor a troche y moche, para decir verdades á todo el mundo, sin más límites que la desencia, el no tocar a las personas ni verter calumnias. No habrá cosa que se escape de mi pluma con tal de lograr el objeto que me propongo, y emplearé todos los medios que puedan auxiliarme. Contaré pasajes, compondré versos de todas clases, aunque salgan malos, imitaré a Magallanes, metiéndome en el estrecho de las musas, y puede que por casualidad encuentre la salida"

¿Cómo no me va a caer bien este tipo? De lo que vino después ya he escrito bastante, pero quería contarles del Portales jote, fiestero, arruinado y finalmente hambriento, que desde allí se levantó a las alturas de padre de la patria y el mejor de los ciudadanos chilenos que han existido.

13 comentarios:

  1. Me encantó su nota. Algún día expláyese en todos los chilenismo y modismo de la frase "califa como piedra de curanto", por favor. Uls

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    1. jaja! un curanto es una de esas preparaciones que se hacen en un hoyo en el suelo, calentando piedras al rojo vivo. A los tipos que andan persiguiendo mujeres en Chile le dicen califas (por clientes) "como piedras de curanto", o sea tipos muy "ardientes". Don Diego era uno de esos...

      Ah, tengo un blog lleno de chilenismos en "Español para gringos"
      https://espanolparagringos.blogspot.com

      Me faltó agregar califa y piedra de curanto!

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  2. De las tantas contradicciones de Don Diego, a pesar de ser un conservador sus críticos y sobre todo sus críticos actuales como G. Salazar, F. Paulsen, Jocelyn-Holt....etc.etc., le tildan de beato hipócrita, asesino, dictador, etc. etc....un Pre-Pinochet.
    Pero olvidan que era un defensor de la libertad de expresión de los periódicos y no tenia ningún reparo en compartir fiestas con la gente humilde vs el clasista de S. Allende

    Marcelo

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    1. No hay uno solo en Chile actualmente con ropa para ser reconocido como historiador, son puros chantas que apenas leen y publican libracos de opinología sin investigación ni fuentes: son chantas y flojos.

      Encina, Vial el viejo o Eyzaguirre , con todos su prejuicios,al menos eran unas enciclopedias con patas que investigaban décadas antes de publicar, lo que dicen los pelmazos actuales tiene más o menos la calidad intelectual de un panelista de matinal.

      La personalidad de Portales es increíble: le propusieron cien veces que fuera presidente y nunca aceptó, diciendo que estaba moralmente incapacitado para el cargo, háganme esa.

      Fue ministro ad honorem de lo que fuera, menos de hacienda, porque dijo que ese no era el cargo para un ignorante como él.

      Tuvo su época de beato pero le duró muy poco. Portales jamás fue conservador, detestaba a los conservadores y a los curas, pero tenía la inteligencia para darse cuenta que solo con ellos el país se podía llevar en orden.

      A la clase alta los llamaba "los cojudos y las putas... beatos y malos". El legado político de Portales fue el del sentido común de los comerciantes y gente que solo quería que los dejaran trabajar en paz.

      En fin, una figura políticamente fulgurante y poco entendida hasta el día de hoy.

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  3. Portales fue un Underdog, en mi opinion. Se habla mucho de O'higgins y Carrera, Prat, Carrera Pinto y otros, pero nunca se le ha dado el enfasis y la notoriedad que corresponde a don Diego, un chileno como usted... o como yo.

    El tiempo es el mejor juez y sabe darle su lugar a quien se lo merece y aunque no haya una estatua que lo homenajee y el billete de $100 en el que aparecía su figura (si mal no recuerdo) ya lo sacaron de circulación para reemplazarlo por una moneda más ordaca que la chucha, a modo de homenaje a los pueblos originarios, una mala copia de la moneda de 2 euros, su legado es más que irrefutable, solo imitado por la Junta de Gobierno del 73.

    Salud por Don Diego!

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    1. Las ideas de Portales han inspirado a movimientos , partidos políticos, gobiernos y creo que somos muchos los chilenos que nos sentimos identificados con esas ideas y con su personalidad.

      No me gustaría para nada que tuviésemos un presidente como Carrera u Ohiggins, pero si me encantaría otro gobierno protaliano como muchos que hemos tenido, desde Montt y aras hasta el Gobierno Militar de 1973-1989.

      Dejémos las monedas y homenajes para los otros porque Portales no las necesita, él transformó al país de manera permanente y muy pocos consiguen algo así. Brindo por eso...

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  4. Está para una charla motivacional la historia y viene bien cuando uno se ve jodido saber de gente que pudo sobreponerse a esas cosas y peores.

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    1. Si, Portales se interesó por la política de pura rabia al ver como los políticos imbéciles de su época estuvieron 7 años jugando a ser presidentes y haciendo puras cagadas. Después de irse a pique en su empresa fue cuando empezó a brillar, haciendo lo que menos quería: meterse en la política

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  5. Ja,ja,ja, Bradanovic el Portaliano!. No sabía que Portales había estudiado más de un siglo en el Instituto Nacional...

    O'Higgins...


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    1. Fue de los alumos fundadores, pero duró solo un año, porque leí que al año siguiente lo cerraron. O sea su educación formal fue solo hasta el equivalente de 1ro de humanidades

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    2. ¿Y donde dice 1914? 1814 hombre ¡dice CLARITO 1814!
      Que rabia me da cuando no leen con atención lo que escribo ¡es el colmo! ¡hasta cuando!

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    3. No se me enoje usía...Ja,ja,ja,ja,ja.

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Indicate precisely what you mean to say
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