Cosas de Arica

Bien ahí Ovapi
Vi hace poco una conferencia de prensa de nuestro flamante alcalde Osvaldo Vargas Pizarro, junto con Jorge Guillén, mi amigo de los años de universidad, anunciando que la Municipalidad daría las facilidades para que un grupo de gente acampe en la Playa Arenillas Negras. Llevarán agua potable, recogerán la basura y al parecer llegaron un acuerdo con la Armada para que permitan un lugar donde la gente pueda acampar ordenadamente.

Existe en Chile una ley que lo prohibe. Según la Ley número 1200/1615, están estrictamente prohibidas las siguientes acciones:

"Acampar en las playas. La ingesta de bebidas alcohólicas. Consumir sustancias psicotrópicas. Ingresar animales a las playas". 

Muchas municipalidades han emitido ordenanzas con muchas más prohibiciones. Irónicamente, esa ley señala que "En Chile, las playas son bienes nacionales de uso público, por lo que pertenecen a todos los habitantes del país" 

¿En qué quedamos entonces? ¿Qué clase de uso público es ese repleto de prohibiciones? La tradición de acampar en las playas de Arica viene por lo menos desde los años 50 del siglo pasado. 

Hasta hace pocos años era todavía masiva, a principios de los años 2000 el alcalde de entonces Carlos Valcarce, habilitó una gran zona de camping en Playa Las Machas, que se llenaba de ariqueños. Yo mismo estuve allí un año o dos en mi casa rodante.

Después hemos tenido una serie de miserables anti ariqueños en la alcaldía. Recuerdo con especial furia a Salvador Urrutia, que cerró el acceso a la Isla del Alacrán, a un tal Espíndola que cerró el acceso a las Cuevas de Corazones. Antes de Valcarce Ivan Paredes había prohibido los chiringuitos que daban vida en verano a la Playa Las Machas. 

Vaya mi más profundo desprecio para esos infames personajes, que fueron destruyendo poco a poco y  una por una las cosas buenas que tuvimos en la ciudad. Una especie de cartuchismo regulatorio nos ha ido llenando de prohibiciones, convirtiendo una ciudad que era alegre y viva en un maldito cementerio.

Bien ahí Ovapi. que vuelva la gente a acampar en la playa como ha sido siempre, organizados y bien cuidados por la Municipalidad. En muchos lugares de Chile hay campings municipales en el borde costero, Arica no tiene por qué ser la excepción.

Porque somos el mejor lugar de Chile para acampar en carpas o casas rodantes, las zonas de camping deben aumentar en lugar de restringirse. Al diablo con los malditos payasos que se hacen pasar por ambientalistas.

Obviamente eso no significa permitir que se establezcan vagos a vivir en medio de montañas de basura, como ocurrió durante todos estos alcaldes miserables, que persiguieron con saña a los campistas limpios y ordenados mientras hacían la vista gorda a los vagabundos sucios y malolientes ¿qué clase de autoridades fueron esas?

La nefasta actitud de esos ex ediles muestra que nunca debieron llegar a la alcaldía, ni a ningún otro puesto público. Que reciban el desprestigio que merecen por haber arruinado las bases de la buena vida y libertad que existía en nuestra ciudad, como diría Milei, las tradiciones se respetan, carajo.

Una bofetada en la cara
Todos los santos días veo una columna de humo negro  en los cerros frente a mi casa ¿de donde sale ese humo? Resulta que en la ciudad hay mucho robo de cable eléctrico para vender el cobre, entonces lo llevan al cerro y lo queman para desprenderse del plástico.

Pienso en un idiota que llegó a la Cámara de Diputados, liderando una campaña llamada "No a la termoeléctrica" alegando que una generadora diesel iba a "contaminar la ciudad", cosa que no tenía ningún sustento técnico ni real.

Nunca ha dicho una palabra sobre el humo negro que aparece todos los días en ese mismo cerro y me doy cuenta de la hipocresía de estos fulanos, demagogos que manipulan a la gente ignorante solo para su provecho personal. Estos son los "ambientalistas" que tenemos.

Es una bofetada en la cara para todos los ariqueños. Si cualquiera de nosotros hubiese quemado un mono en el cerro para el año nuevo, como solíamos hacer, nos habrían caído enseguida las multas y las penas del infierno, azuzados por esos hipócritas del ambientalismo. 

Parece que en Arica hay santuarios liberados, lugares donde ni siquiera la policía puede entrar, a menos que se organice un mega operativo con cientos de efectivos. Esa es la cara fea de la inmigración ilegal, aunque también hay ladrones chilenos en el asunto. Pero veamos un poco el caso de...                   

Los caribeños en Arica
La inmigración caribeña en Arica -para mi gusto- no ha resultado tan mala. Claro que acá tuvimos algunas organizaciones criminales tratando de establecerse, como cuando llegaron Los Gallegos y Arica se convirtió en la ciudad con más homicidios por habitante de todo Chile.

Pero no fue tan malo después de todo, porque se mataron principalmente entre bandas rivales. En un país sin pena de muerte, muchos de estos homicidios resultaron socialmente beneficiosos para la ciudad. 

Además tuvimos un fiscal regional y su equipo que no se dejaron amedrentar y metieron presos a los que quedaron vivos. Ojalá se hubiesen asesinado todos entre ellos, pero eso no era posible. 

Tuvimos la verguenza de ver un juez coimero, pero afortunadamente el asunto se supo enseguida, espero que ese sujeto ya no esté en nuestro sistema de justicia. El resto de los jueces, menos mal, han estado todos a la altura.

Pero esos son los delincuentes y ya están más o menos controlados. Poco a poco han ido desapareciendo las "barberías" donde distribuían drogas, porque el mercado local de consumidores parece ser bastante chico. Los malos parece que se han ido moviendo a otras ciudades.

Hoy vemos colombianos y venezolanos trabajando. Algunos manejan Uber y hacen delivery, conozco otros que reparan aire acondicionado y son mecánicos, bastante buenos. 

Por mi casa pasan cada cierto tiempo en un camión Porter recogiendo cachureos, electrodomésticos malos, chatarras, cartones, botellas y cosas así.

Antes ese trabajo lo hacían los chilenos y era bastante caro, ahora lo hacen extranjeros y solo cobran una propina voluntaria, su ganancia está en reparar y revender lo que sea recuperable. A mi me parece que es un buen servicio  que antes no existía.

Tal vez con los caribeños -con el tiempo- se repita lo que pasó con la gran inmigración peruana que recibimos a fines del siglo pasado, que al principio dio muchos dolores de cabeza, pero se terminó convirtiendo en un ejemplo de integración y aporte para nuestro país. Algún día tendré que escribir algo sobre eso.

Pero es fundamental que se haga cumplir la ley en toda la ciudad y no permitir estos espacios liberados donde la policía no entra. 

No importa cuanto cuesten los mega operativos, deben hacerse una y otra y otra vez. Redadas, allanamientos, tolerancia cero. Así quedarán los buenos y los malos se tendrán que ir a la jaula o a cualquier otro lugar, menos Arica.