¿Por qué no quieren a los venezolanos en Chile?

 
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Tengo que aclarar que no soy tan bruto como para creer que todos los venezolanos son iguales, también reconozco que puede haber un efecto de caja de resonancia, en donde actividades criminales -muy frecuentes- de venezolanos y también colombianos hacen que generalizemos a todos los que han llegado de esos paises.

En esta entrada trataré de de esplicarme el problema y pensar que podría hacerse para que los venezolanos y colombianos que llegan acá se integren tan bien como lo han hecho los unmigrantes peruanos y de otros países, 

Por eso esta entrada no la escribo pensando en el grueso de  los chilenos, que normalmente tienen una opinión estúpida y superficial en esto, tal como en la mayoría de los temas. 

Más bien estoy pensando en los inmigrantes decentes y trabajadores que han llegado de esos países y me gustaría sugerir algunos consejos para que les vaya bien y prosperen en Chile.

Las causas principales
La primera causa de hostilidad hacia los venezolanos se puede ver en la imagen que aparece al principio de esta entrada: son demasiados. 

Aparece cerca de medio millón pero si consideramos a los ilegales creo que deben sobrepasar el millón de inmigrantes, con creces. Es imposible que no molesten y no irriten en esa cantidad y no hay nada que puedan hacer contra eso. 

Afortunadamente muchos se han ido de Chile porque acá hay que pagar por todo y los precios no son para nada bajos. Ellos vienen de un país demagógico que les ha subvencionado todo por años hasta que finalmente reventarom.

A propósito, lo mismo puede pasar en Chile si los políticos -de todos los colores- siguen con esa tonta idea de "los derechos sociales". 

Cuando se termine la plata los flojos e irresponsables empezarán a buscar otros "paraísos" donde les ofrezcan de todo, serán los chilenos emigrantes del futuro.

Pero ya están acá y muchos ya no se devolverán así es que el problema del número es algo que tomará bastante tiempo y no hay manera fácil de solucionarlo.

Además de la cantidad hay un problema de la calidad. Los inmigrantes más jóvenes nacieron y se criaron en el chavismo y están convencidos que el estado está obligado a atenderlos gratis cuando se enferman, a darles subsidios y cosas así. 

También hay muchos sin una gran educación formal que digamos.

Yo sigo el canal de Youtube de una chica venezolana que es muy trabajadora y lleva años tratando de abrirse paso acá en Chile.

El otro día reclamaba porque la pusieron en una lista de espera para que el servicio de salud la opere -gratis- por un problema que no representa peligro de muerte inminente.

La pobre chica no se da cuenta que esa manera de pensar es la que dejó a Venezuela como está hoy. La vida es dura y difícil para mantenerse a flote acá en Chile.

El costo de mantener esos servicios básicos es enorme, hasta el momento son pagados con los ahorros de décadas de gobiernos responsables, especialmente entre 1986 y 1996. Esa plata ahora se está terminando y los gastos no son sostenibles en el tiempo, no importa cuanto reclamen.

Así es que mi consejo es que si son inmigrantes mejor que aguanten callados las dificultades e injusticias. En Colombia y Venezuela existe la expresión "no te dejes", creo que ese es un pésimo consejo, para vivir en Chile hay que dejarse y adaptarse si no tienes poder económico. 

No te dejes... pero cuando ya estés forrado en plata. Si eres pobre como rata o estás luchando por abrirte camino tienes que dejarte y adaptarte. 

Acá en Chile te puedes quedar ronco gritando y reclamando, pero la verdad es que nuestro único derecho real es a vivir en libertad, nada más. Y eso es lo mismo para chilenos como para extranjeros.

Otra causa de desprestigio de los venezolanos es la insolencia que -a algunos que he conocido- les parece fluir de manera natural. 

El mejor ejemplo de esto es el canal del insoportable Leito Oficial,  un venezolano que entró ilegalmente a USA por Chile y desde allí empezó a trolear, Obviamente fue deportado de una.

Pero esa actitud insolente yo la he visto acá con maestros de la construcción, mecánicos y gente por el estilo, es algo que acá aguantamos callados, como el toro manso. Pero solo hasta que nos colman la paciencia...

Finalmente hay cosas que son más superficiales como las diferencias culturales. En Chile socialmente odiamos el ruido y la estridencia. 

Desde que yo era chico he visto violentas peleas contra vecinos bulliciosos que a veces terminan con heridos y hasta muertos. Así de seria es la cosa.

Mientras que en Venezuela y Colombia encuentran natural ir a una playa con un ruidoso equipo poniendo su música a todo volúmen. 

Para ellos es normal, una demostración de su alegtía. Pero eso a nosotros nos enfurece, nos encuentran "apáticos" y "apagados" mientras que a nosotros nos parece una estridencia, mala clase y una falta de respeto insoportable.

Hay cosas que ya llevamos en el ADN, las hemos visto desde que nacimos y las adquirimos casi por osmosis. Por ejemplo respetar los pasos de peatones, las señales del tránsito, los semáforos. 

Si vemos a alguien que no lo hace lo consideramos un subnormal, una especie de mono. Es algo que nos choca incluso más que cosas que pueden ser hasta más importantes

Claro que ese tipo de cosas se tienden a arreglar solas con el tiempo porque la presión social de acá termina por imponerse. Recuerdo que cuando empezaron a llegar los peruanos caían muy mal por lo de los ruidos, con el tiempo eso se arregló solo, creo que ahora va a pasar lo mismo.

Por último lo peor de lo peor, que es lo que más enfurece a los chilenos, son los delincuentes que han llegado desde Venezuela y Colombia. 

Bandas de crimilales como los del Tren de Aragua y sus sucursales que además son pandilleros estúpidos, Creen que podrán corromper a las autoridades o intimidarnos. Eso si que les va a costar mucho, yo creo que van por lana pero saldrán trasquilados.

Y esos videos ridículos donde aparecen mostrando sus armas, en lugar de asustarnos nos enfurecen, son solo unos pobres diablos que se creen la gran cosa con una pistola en la mano, pero cuando no la tienen arrancan o se ponen a llorar como niños. 

Ojala consigamos que desaparezcan de nuestro país, vivos o preferentemente muertos.  Al final todos nos vamos a morir pero creo que todo sería mejor si esos cucarachos se mueren antes que los demás.

Mucho de lo que he puesto son generalizaciones, hay venezolanos y colombianos que no tienen nada que ver con lo que he colocado aquí, per en los grandes números, me parece que estas son las razones por las que hay tanta hostilidad hacia ellos.

Otros inmigrantes en cambio llegan con una actitud positiva desde el proncipio, son respetuosos y tratan de ver el lado bueno en todo. Es algo que veo por ejemplo en inmigrantes cubanos como Nauris y Lizander o Frank y Klaudia.

Creo que a mediano plazo, con esa actitud positiva les tiene que ir bien sin importar las diferencias que tengamos. 

Está bien ser diferente ¡que viva la diferencia! Pero siempre y cuando no nos vengan a molestar, corromper o asaltarnos ahí si que no.