El desplome del turismo en Chile

Una oportunidad desperdiciada
Durante muchos años estuve convencido que el sector turismo debería convertirse en un nuevo boom económico para Chile, tal como en su momento lo fue la salmonicultura, la exportación de vinos o la exportación de frutas y semillas contra estación.

Me gustaba pensar que -igual que con los salmones, vinos, frutas y semillas- esta era una oportunidad de oro que teníamos, y que nadie se había dado cuenta ni lo había entendído  correctamente.

Provincianismo
Esto por un pensamiento provinciano y chauvinista, pero también por conceptos equivocados acerca de lo que tiene valor y lo que no para los turistas. No es fácil ni barato llegar a Chile desde otros países, así es que el viaje tiene que valer la pena.

En Chile vivimos en una especie de isla, apartados de los grandes centros urbanos y tenemos una visión provinciana de la realidad. Por eso le damos una enorme importancia a cosas que son poco relevantes, sin darnos cuenta qué es lo importante y valioso.

Ya saben, esos mitos de las más lindas mujeres, el mejor vino y la segunda canción nacional después de la Marsellesa. 

En realidad hay mujeres lindas en Chile pero otras son más feas que la gastroenteritis, hay muy buenos vinos pero también los hay en otros países. Y lo de la canción nacional, bueno, eso mejor ni lo comento.

Pero resulta que esa visión provinciana, de creer que lo que a nosotros nos gusta le va a gustar a gente de otros países, es muy perjudicial, porque no tenemos idea de lo que puede resultar atractivo para los turistas.

Yo lo veo acá en Arica, llevo años viendo como aparecen y mueren toda clase de iniciativas extravagantes, que supuestamente nos convertirán en una maravillar a ojos de los turistas. Todas a costo millonario y pagadas por papá fisco, obviamente.

Proyectos ridículos que cuestan una fortuna
Solo menconaré la más ridícula de todas de cuando Waldo Sankan era alcalde. Parece que una vez aprovechó de viajar a Miami y volvió con la brillante idea de hacer un "Parque Acuático" a pocos metros de Chinchorro, una de las mejores playas de todo Chile.

¿Qué turista de algún país desarrollado se va a maravillar con un maldito parque acuático? Bueno, al menos nos sirvió para reirnos un poco, porque la viveza criolla lo rebautizó como "parque cuatico". Y fue el fin de la carrera política de Sankan. 

También recuerdo el fetichismo de las momias, como lo llamó acertadamente un amigo arqueólogo. 

Si bien es cierto que las momias y sus culturas muy antiguas pueden ser interesantes, y que vale la pena idar una vuelta al Museo de San Miguel, nadie que no sea arqueólogo va a gastar una fortuna y atravesar medio mundo para visitar el famoso museo. 

Y si lo hace y es lo único que encuentra no se sentirá muy contento que digamos. Y eso se repite en todo Chile. 

Por ejemplo, con el pretexto de "fomentar el turismo" se hacen campañas para recoger la basura y mantener las calles y fachadas. Eso no tiene nada que ver con el turismo sino que debería ser algo natural eso de tratar de vivir en un lugar limpio y agradable.

En fin, hay cientos de esjemplos de ese provincianismo pero mejor no sigo con eso, ahora me gustaría contarles

Por qué yo me entusiasmé con el turismo
Todavía pienso que Chile tiene condiciones únicas para ganar muchísima plata con el turismo, que no las está aprovechando por diferentes motivos y sigo convencido que tenemos recursos únicos y muy valiosos:

Recurso único No 1: El clima
Por supuesto tenemos el clima, Los chilenos no le damos importancia porque nacimos acá y ni nos damos cuenta, pero en Chile tenemos probablemente uno de los mejores climas del mundo. 

Comparemos por ejemplo con Estados Unidos con extremos de calor en verano y frío en invierno. Todos los años en ese -que es el país más desarrollado de la tierra- mueren miles de personas por calor y por frío. Un invierno en Buffalo o un verano en Alabama no se lo doy a nadie.

Tenemos el clima mediterraneo perfecto, sin el calor sofocante que incuba mosquitos, sin selvas con toda clase de animales venenosos y peligrosos como ocurre en los paraísos tropicales.

Y no recuerdo ni un solo caso de alguien que se haya muerto de calor acá, ni congelado en una ola de frio en invierno.

Y si alguien quiere un poquito de nieve se puede ir a Aysen o Punta Arenas, donde incluso el peor clima es mucho más agradable que en cualquier lugar del norte de Europa o en Siberia. 

El clima en Chile es único, hay para todos los gustos y siempre es moderado, gracias a la bendita Corriente de Hunboldt.

Recurso único No2: La geografía
También tenemos una naturaleza única en su diversidad, Toda clase de paisajes desde el desierto y el impresionante Altiplano, muchas playas extraordinarias, cordillera con un paraíso para el sky y Valle Central que es el edén de los vinos.

Para qué hablar de la Región de Los Lagos, que es el sueño de cualquier senderista o pescador con mosca. La naturaleza y el clima son nuestras dos grandes fortalezs para el turismo, porque no fueron hechas por el hombre como Disneyworld, sino que nos fueron regaladas por El Pulento.  

Nadie en el mundo nos puede copiar el clima o la geografía, es imposible y ese es el verdadero tesoro que tenemos para el turismo. 

Claro que podemos hacer equipamiento, lodges, albergues, hoteles, buenos restaurants y cosas así, pero eso no es el recurso, ese es solo el arroz del arroz con pollo.

Porque hoteles y restaurantes hay en todo el mundo, mucho mejores de lo mejor que podemos hacer acá. Son necesarios, pero es una brutalidad creer que porque construimos mucha infraestructura eso no va a traer multitud de turistas: eso es poner la carreta delante del caballo.

El turismo en Arica
Cuando yo estudiaba el MBA el turismo en Arica ya había empezado a declinar. alrededor del año 1990 Arica fluctuaba entre  el segundo o tercer destino en recepción de turístas de Chile, detrás de Valparaíso y San Pedro de Atacama.

La ciudad estaba repleta de hostales económicos y pequeños hoteles, que estaban llenos todo el año con los mochileros que hacían la ruta desde San Pedro de Atacama hasta Machupichu, pasando por el Parque Nacional Lauca y la Reserva Las Vicuñas, que eran nuestras mayores atracciones.

En el Paseo Bolognesi estaba lleno de pequeñas "agencias de turismo" que llevaban gente al Lago Chungara en paseos de un mismo día, del nvel del mar a 4.600 metros de altura en unas pocas horas, era la sensación.

Arica estaba llena de turistas todo el año, y no eran de esos alemanes con sandalias y calcetines ni los japoneses fotografiando hasta las palomas, como en los destinos europeos. 

Era otra clase de gente, amantes de la naturaleza, el surf, la exploración y la vida relajada. Conocí a muchos y yo mismo traje a unos cuantos, el Mc Donnell, La Mila y Rudi y una veintena más durante unos 10 años.

Incluso escribí mi tésis de grado para el MBA con ese tema, un marmotreto de cientos de páginas donde analizaba en profundidad el asunto y trataba de proponer soluciones para restaurar el tesoro que habíamos perdido. Esa tesis se puede leer aquí.

Todo eso se fue al diablo cuando el Ferrocarril Arica La Paz quedó fuera de servicio y la carretera 11-CH fue invadida por el tráfico masivo de camiones bolivianos. Empezaron los accidentes, las muertes y hasta el día de hoy es una de las carreteras más peligrosas de transitar en Chile.

Pero bueno, toda esta renovada preocupación que me vino cuando la decadencia del turismo en Chile apareció mientras revisaba el informe económico que me manda cada cierto tiempo mi amigo Aldo Gonzalez, el presidente de la Cámara de Comerco, miren:

Alguien que no entiende demasiado de estas cosas pensará que la decadencia del turismo se explica por la caída de inversión que muestra el cuadro.

Nada de eso, lo que muestra el gráfico es que cada día se invierte menos en turismo porque cada vez llegan menos turistas reales, esa es la verdadera explicación.

¿Y por qué están llegando cada día menos turistas? Ah, eso da para escribir un libro completo, tal vez más adelante coloque lo que yo pienso sobre eso, pero en otra entrada.