05 noviembre 2025

Educación superior: el mal de muchos es consuelo de tontos

Bueno, bueno, los regulares de este Club de Ociosos saben que uno de los temas que siempre me ha interesado comentar tiene que ver con la educación. 

Yo mismo fui profesor en niveles muy diferentes, desde la capacitación en programas de educación popular del Fosis hasta profesor taxi en universidad y escuelas de posgrado en Perú, por eso es un tema que me gusta y del que me interesa opinar.

Pero no quiero repetir lo mismo de siempre ni menos hablar de los lugares comunes que tanto se repiten en los medios de prensa y en la academia, siempre trato de buscar aspectos nuevos, o que no son muy comentados. 

A eso se refiere mi entrada de hoy, dos cosas que casi nadie habla entre la multitud de problemas por los que está pasando la educación superior, no solo en Chile sino en todo el mundo.

Títulos y retorno de la inversión
Vamos con lo primero, veo en El Mercurio un reportaje que dice "Es más caro estudiar que lo que renta la carrera": La visión en el Congreso sobre el informe de educación superior de la FNE.

Sigue diciendo que : "el informe del 9° Estudio de Mercado de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) sobre educación superior, el cual reveló, entre otros hallazgos, que más de un tercio de las carreras en el país presentan retorno económico negativo".

"Tras el análisis a las 126 universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica del país, el organismo dio cuenta de que el 35% de las carreras actualmente ofrecidas en el país presenta un retorno económico negativo, y que la proporción de estudiantes que opta por estos programas ha aumentado, alcanzando casi el 40% en 2023".

¿Como debería leerse esta noticia? El lector promedio pensará que automáticamente que las universidades están estafando a sus alumnos, ofreciendo un 35% de carreras que no sirven para nada. 

Esa es la conclusión de los tontos, o más bien de los que se quedaron pegados en el Siglo XX, cuando la educación era una inversión segura que garantizaba un retorno económico a todo evento.

Despierten, giles, ese mundo ya no existe. Es algo del siglo pasado, el prestigio y seguridad económica que en esos años daba un título universitario es algo que dejó de existir hace mucho tiempo. Desde que se masificó la educación universitaria, para ser más precisos.

Por supuesto que las universidades siguen vendiendo el cuento que la educación es una inversión rentable, publicando estudios más falsos que judas. Es el mismo cuento que venden las escuelas de postgrado, créanme, es un asunto que conozco muy de cerca.

Solo lo que es escaso tiene valor y en nuestro siglo la educación universitaria, especialmente en Chile y muchos otros países con economía moderna, está al alcance de casi todo el mundo, las exigencias son bajas y la tasa de egresados masiva, el valor entonces de un título es cada vez menor.

¿Eso significa que nadie debería ir a la universidad? Claro que no, siempre harán falta médicos, ingenieros, abogados. magister, doctores o lo que sea, incluso ingeneros en turismo o cualquier otra profesión "exotica".

Pero -y este es el gran "pero"- solamente los mejores, la creme de la creme de cada profesión tendrán la oportunidad de ganar plata con su título, el resto se tendrá que decicar a manejar taxis o cualquier otro trabajo por el estilo.

No tienen por que quejarse porque así es el Siglo XXI. Hoy, tanto en Chile como en todo el mundo moderno, un título universitario no garantiza absolutamente nada. Esa es la realidad y si son  tan tontos como para creer en la propaganda de las universidades, mejor ni se quejen.

En ese mismo sentdo leo la noticia en Bio Bio "Fiscalía Nacional Económica pone lupa a la educación superior: 2 de cada 5 egresados trabajan en algo distinto a sus carreras" ¿qué diablos se mete una fiscalía en eso? Avíspense, giles. Esa es la realidad de nuestro siglo, no es un problema sino una realidad inevitable.

Las fábricas de papers
Leo otra vez en "El Mercurio" lo siguiente: Piden limitar "incentivos por publicación" en universidades tras caso de académica que llegó a $35 millones en remuneraciones.

Los académicos Miguel Kiwi y Francisco Muñoz, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, pidieron a través de una carta a El Mercurio, limitar uso de fondos públicos para "incentivos por publicación". Esto, tras un caso que salió a la luz en mayo, sobre una académica que alcanzó remuneraciones mensuales por sobre los $35 millones, durante ocho meses. Los profesores criticaron que en Chile algunas de las universidades "han adoptado un modelo de incentivos que premia la cantidad de artículos publicados, no necesariamente su calidad"

Esto de las remuneraciones sobre 35 millones alude directamente a una supuesta profesora -de India si no me equivoco- que publica muchos papers de física teórica colocando su supuesta "afiliación" a la Universidad de Tarapacá, donde nadie la conoce. O sea arriendan el nombre para obtener créditos por supuesta investigación.

Leo en Bio Bio esta otra noticia: "Un estudio de la Universidad de Tarapacá reveló que la eficiencia investigativa no depende del tamaño ni del presupuesto. Universidades regionales y medianas logran altos niveles de productividad con menos recursos, desafiando los criterios actuales de financiamiento estatal.".

Bueno, si esta productividad en investigación se obtiene arrendando nombres no me parece nada de raro. Debe ser muy barato pagarle a alguien que no tiene ninguna relación real con la universidad para que firme como si esa relación existiera, y claro que debe ser eficiente, no faltaba más. 

Todas estas burdas maniobras en torno a la "investigación" no son otra cosa que una manera de sacarle plata dulce al estado. Al final somos los contribuyentes los que pagamos por estas burdas jugarretas que llenan los bolsillos de los supuestos investigadores.

Dicen que "mal de muchos es consuelo de tontos", puede ser, porque es algo que está pasando en todas las universidades del mundo, especialmente en las que reciben financiamiento del estado. 

Pero eso no quiere decir que tengamos que aceptar este festín de hipocresía y cerrar los ojos ante esta situación escandalosa.

No me gusta ser moralista, yo escribí dos paper a nombre de la Universidad de Tarapaca que fueron publicadas por revistas peer review y no recibí ni un centavo por eso, ni siquiera me dieron las gracias, pero en fin.

No pienso ponerme a moralizar por envidia, viendo como se llenan los bolsillos los demás por lo mismo que hice yo gratis, pero creo que esto está desacreditando todo el sistema de investigación, que muchas veces es seudo científica.

Y este es un problema que tiene una solución extremadamente simple, no me explico por qué nadie se ha dado cuenta de lo que pasa y no ha propuesto lo que es evidente.

Porque esto tiene una solución obvia: se deben terminar los incentivos económicos con plata del gobierno para la investigación, porque no existe nada más facil de falsificar y distorsionar que las malditas publicaciones de papers.

Se ha creado una industria gigantesca en torno a eso. Si algún investigador quiere publicar, que lo haga, pero que no gane un centavo con eso, ojalá ni siquiera le cuente para mejorar su posición dentro de la burocracia académica,

Si a alguna empresa privada le interesa financiarlo ningún problema, pero ¿con plata de los impuestos? Ni la puntita. Esa es la única solción verdadera y si la aplicamos en Chile seríamos los primeros en el mundo. 

Apuesto que la investigación, financiada por la empresa privada, sería mil veces más eficiente. Además nos evitaríamos estar escuchando los argumentos hipócritas con que muchos académicos tratan de camuflar la forma burda en que se están llenado los bolsillos.

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