No soporto los debates
No he visto ninguno de los debates entre los candidatos presidenciales Kast y Jara, solo he visto fragmentos, y antes de un minuto, me enfurezco y los corto ¿por qué diablos son tan obvios?
Lo obvio aburre, irrita y enfurece a cualquiera que tenga una inteligencia normal. Bueno, creo que exagero con eso, porque al 80% de la gente lo obvio le parece aceptable, diablos. Ese es Pareto en acción, otra vez.
Pero no quiero quedarme en la pura diatriba, mejor trataré de averiguar que es lo que me parece malo en los discursos políticos actuales.
Porque no siempre fueron así, en mis tiempos hijitos, podrían recitar estupideces pero eran más articuladas, no el rosario de clichés actuales. Al menos se esforzaban por ser más convincentes.
Un dicho gringo
Me parece que el problema fundamental de los políticos de hoy, es esa manía de "Predicar para el coro" lo que los gringos llaman "preaching to the choir".
Es un dicho que acá se usa poco. La imagen es de un predicador, entusiasmado, lanzando un sermón al grupo de personas que ya están -por definición- absolutamente convencidas de lo que les está diciendo.
Predica para el coro de la iglesia. Dirigir los esfuerzos para convencer a personas que ya comparten completamente tu punto de vista, es un acto de redundancia.
Una pérdida de tiempo y saliva, un ejercicio inútil. Un acto donde el emisor no busca convencer, ni persuadir, ni informar a nadie nuevo. Solo busca la reafirmación y el aplauso de los suyos.
El Desagradable Espejo Narcisista
Y es precisamente en la política, con su pantano de declaraciones, debates, memes y tweets furiosos, donde esta práctica se ha convertido en una plaga.
Cuando un político se dedica a "predicar para el coro", está renunciando a su deber fundamental, que no es darle palmaditas en la espalda a su militancia más leal.
¿Por qué lo hacen?
Su trabajo es convencer a los indecisos y entender al opositor para anularlo en buena lid. Pero, ¿por qué hacen esto que es tan inútil? Por una razón muy humana y, a la vez, muy miserable:
Es Fácil y Cómodo: No hay resistencia. El coro siempre aplaude. No hay preguntas incómodas, ni debate genuino, ni riesgo de cambiar de opinión. Solo la dulce melodía del acuerdo absoluto.
¿Refuerza la Identidad? claro, pero equivale a decir: "Somos nosotros, y el resto está equivocado". Esto consolida la tribu, pero irrita a todos los demás, genera puro ruido estéril.
Nadie gana los debates
Me da risa cuando los "analistas" discuten "quien gano el debate". Tracalada de idiotas, son puros clicks y ruido. La indignación y la reafirmación tribal en las redes sociales son el pan de cada día. Pero es un pan que no alimenta.
Jara, la odiosa
Lo vermos principalmente en la actitud odiosa de Jeanete Jara, con un discurso diseñado para enardecer al coro, generar reacciones, viralidad (que concepto más miserable). Es un marketing político barato y eficaz, aunque estéril.
Y Kast tampoco está libre
Lo peor es que con el tiempo Kast se ha ido dejando llevar por lo mismo. Lo veo cada día menos espontáneo, menos fresco y sobre todo menos honesto. En cierto modo pisó el palito y ahora se deja llevar por los pelmazos que escriben minutas y asesoran la imagen.
El problema de este vicio no es solo estético o de estilo. Es irritante y aleja a la gente de los políticos, no cuesta nada darse cuenta del truco maniqueo y todos empiezan a pensar ¿estos creen que somos huevones?
El aislamiento de los líderes
El líder que se dedica a complacer al coro termina en una cámara de eco. Se convence que sus ideas -incluso las más estúpidas- son las que piensa "la gente de verdad" y pìerde el contacto con la realidad, que es siempre compleja y matizada.
Es algo muy desagradable: la gente común se siente excluida del debate, como si el político estuviera hablando en una jerga llena de frases hechas y ataques inútiles.
Es, en esencia, una falta de respeto para todos los que no están dentro de las camarillas de la política. Ya sería hora que los políticos salgan de sus iglesias para convencer a los infieles, que son harto más del 80% del electorado.
Tengo una razonable confianza en que José Antonio Kast será el próximo presidente de Chile, tengo muy buena opinión de él y soy militante del Partido Republicano, claro que me gustaría que una vez ganada la elección correteara a todos los asesores de imagen que actualmente lo están manicurando.
Va a ganar muy probablemente, pero no gracias a ellos sino a pesar de ellos. No es fácil mantenerse espontáneo y franco una vez llegado al poder, sin dejarse manipular. Muy pocos líderes lo consiguen, yo creo que Zelensky es un buen referente, si se trata de imitar a alguien.
lo que me da terror es que se le están metiendo todas las ratas piñeristas, antes de haber ganado, a la fuerza a JAK, los entrevistan en la tv, nos informan que sin ellos no se puede, etc, ese era mi principal temor, por eso voté por kaiser en primera vuelta, ojalá que cuando gane los mande a todos a la punta del cerro y les cierre lo que quieren, las pegas bien pagadas y seguras por cuatro años
ResponderBorrarEso no es un gran problema, el piñerismo y Chile Vamos se debilitaron en extremo en la última elección y se seguirán debilitando.
BorrarIgual sus votos en el congreso son indispensables, pero con la poca fuerza electoral que les queda, tendrán que bailar al son del ejecutivo nomás. Si queren sobrevivir no tienen mucho donde elegir.