Un día de furia

A propósito del día de furia que me escribió ayer mi compadre, es verdad que existe un gran sentimiento de rabia y nadie encarna mejor al Gran Satán que los apitutados en puestos políticos.

Hace unas semanas apareció en La Estrella de Arica el caso de una señora que ganaba US$ 1000 mensuales como jefa técnica de un liceo municipal, pero ni el director ni nadie la habían visto nunca por el liceo, o sea cobra su sueldo pero jamás ha ido a trabajar.

Cuando entrevistaron a la afortunada señora -que además es consejera del Gobierno Regional por un partido de oposición, donde gana otros US$ 2.000 por asistir a algunas reuniones- contestó asombrada ¡pero si nadie en Chile puede vivir con US$ 1.000 al mes!

Nada que decir, le agregó insulto a la ofensa y dejó clarito cual es el problema de la educación municipal. El servicio de Arica fue saneado hace unos años y volvió a caer en un gigantesco déficit ¿como no van a tener déficit si están llenos de gente que cobra sueldos por hacer nada?.

El déficit municipal: yo he hecho proyectos y flujos de caja para un montón de colegios particulares subvencionados y todos dan flujo positivo, con ganancias a partir de los 500-800 alumnos, los colegios municipales no solo pierden plata sino que reciben millonarias inversiones todos los años a cambio de nada ¿y sabiendo esto a la presidenta se le ocurrió la brillante idea de eliminar el lucro en las escuelas? ¿quiere que todas sean municipales acaso?

Los servicios de educación municipales están repletos de parásitos, leeches, sanguijuelas, frescos de toda clase, además de personas como la mencionada señora que considera insólito que alguien pueda vivir con US$ 1000 mensuales. Ya, mejor no sigo pensando en eso porque capáz que me vengan las ganas de perpetrar mi día de furia.

Bah, para que me caliento la cabeza, y hablando de injusticias aprovecho de hacerles extensiva la initación de mi amigo Diego para ver la película "Tibet, la historia de una tragedia" sobre los abusos de los chinos con ese pequeño país, se dará en la Universidad de Tarapacá el viernes 1 a las 19 hrs, en la sala Centenario. Más mejor me voy a meditar, tranquilei nomás, chao.