El ferrocarril Arica La Paz

Mantener funcionando el Ferrocarril Arica a La Paz es una tarea que el estado cumple de muy mala gana y se nota que no es una prioridad que le quite el sueño. Yo había escrito que el Estado Chileno estaba obligado a mantener el ferrocarril funcionando, pero un comentario de don Ian Thompson, me llevó a revisar el tratado y veo que no existe tal obligación, sino que la de otorgar las facilidades del libre tráfico, o sea solo mantener las vías ferreas operativas.

Parece que los sucesivos gobiernos han tratado de sacarse el cacho como decimos en Chile, de distintas maneras: la última fue concesionar el servicio, para no hacerse responsables y echar la culpa al concesionario cuando existieran problemas, y es lo que ocurrió cuando un invierno altiplánico arrasó con buena parte de las vías y puentes; pasaron años antes de que empezaran los trabajos de refacción, finalmente Arica perdió su calidad de puerta natural de embarque de Bolivia.

Para colmo, el grupo Lucsik se adjudicó la concesión del tramo boliviano y como tienen todos sus intereses en Antofagasta dejaron morir el servicio hacia Arica desde el lado boliviano, privilegiando la salida por Antofagasta y el puerto de Mejillones que -como todos sabemos- tiene importantes padrinos políticos.

La guinda de la torta fue que a la administración -dependiente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado- no se le ocurrió nada mejor que vender la mayoría de los activos del ferrocarril, EFE, la misma que ha tenido una de las administraciones más corruptas y desvergonzadas de su historia en estos años. Raya para la suma: el Ferrocarril Arica La Paz perdió gran parte de sus activos que seguramente fueron a parar a los bolsillos de un grupo de frescos en Santiago, los mismos que le dejaron al estado la obligación con un servicio desmantelado y en bancarrota.

El error estratégico de no interesarse por este ferrocarril es inmenso y muestra la poca inteligencia caracteristica de los tipos que nos gobiernan; Bolivia tiene riquezas minerales enormes mientras que Arica es Zona Franca de Extensión, cualquiera que sea capaz de sumar 2+2 se da cuenta de la oportunidad que esto representa para hacer negocios. Ni siquiera hablemos de la importancia que tomará el ferrocarril cuando comienze la explotación del Mutún o de las ventajas diplomáticas de honrar los tratados en la realidad y no solo en la retórica.

En fin, mejor no sigo hablando porque capaz que me enoje, solo diré que espero que alguien se despabile y pongan de inmediato toda la plata que se necesita para que el ferrocarril funcione como debe ser. Esta es una de las tantas cosas que pasan en Arica gracias a la pasividad de la gente que acepta abusos y negociados sin chistar.

Y a propósito de chistar, hoy salió mi primera columna de opinión en La Estrella de Arica (será ayer para cuando lean esto). Por una parte es bueno tener una columna en el diario ariqueño, por otra parte como se trata de un diario de pueblo chico la columna está llena de limitaciones y solo puedo escribir de cosas obvias y políticamente correctas que no ofendan a nadie.

No tendrá mucha gracia ya que no podré escribir la palabra ladrón y un nombre propio dentro de una misma frase -tal como lo he hecho aquí a veces- ni siquiera podré escribir la palabra poto, pero que diablos, me imagino que escribir en la Estrella es parte de las obligaciones de un ariqueño neto y no le voy a hacer el quite, me tendrán cada 15 días -tampoco pienso matarme trabajando- dándoles la lata con cualquier cosa trivial y más o menos desabrida.

Y al ritmo del ferrocarril chuchu-chucu chucu-chaca, soñando que se restablece el servicio de pasajeros por tren a La Paz (un proyecto imposible que presenté hace muchos años), me despido de ustedes, invitándolos a ver este slideshow del pueblo fantasma de Humberstone, en el corazón de la pampa salitrera. Hasta tomorrow.