Se perdió todo, menos el honor

¿Se han fijado en la moda de las renuncias? la cantidad de políticos chilenos que han renunciado a sus partidos crece como espuma, en el partido por la democracia y el socialista están renunciando en masa "el último que se va que apague la luz", lo mismo en la democrcia cristiana. Hasta en la derecha pasa lo mismo, un alcalde de renovación nacional, furioso porque no colocaron a su jefe de gabinete como candidato también renunció a su partido.

Yo distingo dos casos diferentes, unos pocos renunciaron al principio indignados por asuntos de corrupción y el Transantiago, fue el caso de los de Chile Primero, Adolfo Zaldivar y Cantero, en los dos primeros casos fueron muy atacados por sus ex compañeros. Pero a medida que pasó el tiempo aparecieron otras renuncias, de los enojados porque el partido no los colocaba como candidatos. Eso es puro oportunismo, ni ocultan que renuncian solo por ambición, para presentarse como candidatos por fuera, armar su propia máquina y luego usarla para negociar más poder. En Arica tenemos un par de casos evidentes de este oportunismo, ahora que vienen las elecciones y los partidos están debilitados se convirtió en una epidemia. En fin, ya perdieron la verguenza, ni siquiera les interesa cubrir las apariencias, confían en que la gente es tán estúpida que igual votará por ellos. Es muy probable que así sea.

La pérdida de la verguenza es lo peor que nos pudo haber pasado, en Perú y otros países que conozco puede haber mucha corrupción, pero todavía cuando descubren a un sinverguenza la gente se indigna y lo critica. En Chile ya a nadie le preocupa que le digan que es ladrón, es algo normal y corriente. Creo que todo empezó con los créditos, al masificarse el crédito y cuando vinieron los problemas, en la crísis de los 80, mucha gente se tuvo que fundir, creo que fue un punto de quiebre, desde ese momento, cuando vimos en la cárcel al que había sido bi ministro de economía y hacienda o a Javier Vial, el que poco antes era el hombre más acaudalado del país, creo que con eso se rompió un tabú, si ellos se fundían entonces no tenía nada de malo no pagar las cuentas.

Es un poco lo que está pasando ahora en USA, pero allá son más puritanos, creen en el valor ejemplarizador del castigo y condenaron a 150 años de cárcel a Madoff. En Chile no pasa nada de eso, desde Feliciano Palma de Lozapenco, la madame de los quesitos, el operador de Codelco ese, la gente del mega fraude MOP-GATE, el señor Asenjo de EFE, solo por nombrar algunos, reciben penas simbólicas, irrisorias. ¿Quien no va a querer pegar un manotazo viendo que en este país se pueden robar billones y no pasa nada?. Ha sido un largo camino desde esa crísis de los 80 cuando dejó de ser mal visto fundirse: cada vez peor, cada vez en más ámbitos.

Lo mismo que se ve en asuntos de plata se ve en la política. Multiplicado por diez porque la impunidad política es mucho más fuerte. Se ha perdido tanto el respeto a las formas que ahora ser corrupto no tiene ninguna consecuencia negativa ni siquiera para la imagen. Senadores, diputados, alcaldes fuertemente cuestionados se las arreglan para hacerse reelegir una y otra vez con una mezcla de sobornos, intercambios de favores y demagogia

Antes la gente cuidaba su reputación, le preocupaba perderla, ahora la reputación no importa y un ladrón puede resultar simpático como un borrachito o un mujeriego. La gente decía "se perdió todo, menos el honor" ahora dicen "menos mal que solo se perdió el honor". Para un político no es ningún desprestigio ser deshonesto, al contrario, se le considera "vivo". Tal vez antes todos eran igual de sinverguenzas, pero se respetaban las formas, ahora a la sinverguenzura le agregaron el descaro, la desfachatez.

Que diablos, esto es indignante, mejor me voy a pensar a quien le puedo robar para arreglarme el panizo por un buen tiempo: do not disturb, man at work.