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10 noviembre 2012
Bolivia: la Guerra del Gas (1)
En el año 2003, el Presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Losada se ve enfrentado a una ola de violentas protestas contra su gobierno, que culminaron con la renuncia a su cargo el 17 de octubre de ese año. Este episodio significó un cambio radical en muchos aspectos de la economía, sociedad y relaciones internacionales. Estas protestas catapultaron la carrera política de Evo Morales, que llega a la presidencia el año 2005 con casi un 54% de los votos y reelegido el 2009 con un 64%, un respaldo popular notable en la historia política de ese país.
Evo Morales es uno de los tres presidentes elegidos por mayoría absoluta en la historia de Bolivia, junto con Hernán Siles Suazo y Víctor Paz Estenssoro. La guerra del gas no representa un fenómeno inesperado o espontáneo. Las protestas fueron la culminación de un largo proceso de acontecimientos –económicos y políticos- que encajaron como piezas de un rompecabezas para producir el gran cambio
En 1996 el presidente Gonzalo Sánchez de Losada intensificó el proceso de liberalización económica iniciado por Paz Estenssoro en 1985, lo que significó la llegada de muchos inversionistas extranjeros luego de la privatización de la YPFB y la creación de la Superintendencia de Hidrocarburos.
En esos años surgió el interés desde Mexico y los Estados Unidos de importar gas boliviano. El consorcio privado, denominado Pacific LNG, compuesto por Repsol-YPFB, British Gas y British Petroleum presentó el proyecto para exportar gas hacia América del Norte, que comprendía un gasoducto hasta un puerto del Pacífico; planta de licuefacción, instalaciones portuarias, entre otras grandes inversiones. El puerto del Pacífico podía ser por Chile en Mejillones; Tocopilla; Iquique o Arica, o bien por Perú en Ilo o Matarani.
En torno a esta idea que el gas natural sería el nuevo Potosí energético para Bolivia, aparecieron diversas propuestas geopolíticas para aprovechar la riqueza que se veía venir. En un artículo escrito en esos años "Las apuestas geopolíticas del gas en Bolivia, entre la globalización y la soberanía perdida" de Perrier y Roux, se describe una visión predominante de la época:
Entre los múltiples desmembramientos territoriales sufridos por Bolivia desde su creación, la pérdida de su litoral es, sin duda, la que la ha afectado con mayor fuerza, pues hizo del país un Estado enclaustrado. El desarrollo actual de la explotación del gas natural en el sur del país, podría cambiar esta situación. A cambio de una renegociación de un tratado juzgado inicuo, Bolivia concedería a Chile el privilegio de tener un puerto de exportación del gas hacia Norteamérica .
Estas expectativas generaron una suerte de competencia no solo entre los posibles puertos de salida por ser elegidos, sino a nivel diplomático entre Chile y Perú, como relata el diplomático peruano Alejandro Deustua el año 2004:
La “relación especial” (entre Perú y Bolivia) tiene antecedentes próximos e infraestructurales que se derivan de la declaración del régimen de condominio indivisible de las aguas del lago Titicaca a mediados de la década de 1950. Aquélla evolucionó en la década de los 70 hacia la concesión de zonas francas con el propósito de facilitar a Bolivia una alternativa a la dependencia de su comercio exterior de puertos chilenos.
Más tarde, en 1992, con propósitos geopolíticos y de integración mayores, la relación progresó hacia la sistematización y ampliación del régimen de zonas francas (industrial y turística) y el uso de la infraestructura portuaria de Ilo. Posteriormente, la posibilidad de otorgar, en ese puerto, facilidades adicionales condicionadas a la exportación del gas boliviano hacia la costa occidental norteamericana, progresó de manera paralela a la negociación de un proceso de integración profunda entre ambos países con el propósito adicional de no hacer del gas una cuestión excluyente de la agenda bilateral.
La propuesta peruana sobre la alternativa de Ilo se planteó en el marco de la abierta competencia peruano–chilena en esta materia, estimulada explícitamente por Bolivia, aun cuando la tendencia de ese gobierno era la de favorecer la alternativa chilena.
(continuará)
Buuuuuuuuuuuuuhhhhhhhh Le entrego mi protesta... me entusiasmé leyendo y....dejó muy corto el post, .... y la segunda parte? jaja
ResponderBorrarEs que está en proceso, voy de a poco, no te imaginas la cantidad de cosas que tuve que buscar y leer para sacar ese resumen
ResponderBorrarQue interesante es lo que sucede en Bolivia, y segun lo que has comentado anteriormente de que se repite la historia de Chile de los años 70, alucinante!
ResponderBorrarYo propondria sacar el gas por un puerto chileno y a cambio poner una tuberia para llevar agua de mar a Bolivia.
(perdon es solo un chiste, no enojarse)
Esperamos el to be continued...
Tengo una montaña de artículos que leer antes. La idea que tengo es hacer al final un poco de opinología pero bien informada, con números en la mano y todo eso. Claro que hay muchísimos datos para digerir.
ResponderBorrarasí que la primera intención fue exportar el gas a USA, yo ignoraba eso. Pensé que el destino era la industria paulista desde el inicio.
ResponderBorrarEl destino final del gas era principalmente Mexico, que pasaba en esos momentos por una gran crisis energética y también era parte para USA, pero la mayor parte del consumo era para Mexico. Cuando empezaron las protestas las firmas del proyecto y los potenciales compradores rápidamente se arrepintieron y tomaron contrato con otro país y Bolivia de tuvo que entubar el gas, literalmente, por falta de inversión, esa parte la pondré pasado mañana espero.
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